Un hombre sentado entre los escombros tras un ataque israelí a una casa en Gaza.

Un hombre sentado entre los escombros tras un ataque israelí a una casa en Gaza. Mohammed Salem Reuters

Mercados

El miedo a una quiebra en Oriente Medio se dispara: el riesgo de impago de Israel alcanza máximos de la década

Moody’s ha aplazado su revisión crediticia. La agencia ha advertido de que un conflicto prolongado pondrá a prueba la resiliencia de la deuda israelí.

17 octubre, 2023 03:13

El miedo a la quiebra de algún país de Oriente Medio se ha disparado la última semana, desde que Hamás decidió atacar Israel. El riesgo de que el Estado israelí incurra en un impago de su deuda se ha elevado un 120%, hasta alcanzar máximos de la última década.

El conflicto en la Franja de Gaza ha provocado un incremento de los credit default swaps. Los conocidos como CDS son derivados financieros asociados al riesgo de crédito de los bonos emitidos por una empresa o un gobierno. Es decir, permiten medir la probabilidades de impago de un determinado emisor.

Los CDS de Israel a cinco años -que son la referencia con la que el mercado evalúa un posible default- rozan los 130 puntos básicos, niveles no vistos desde septiembre de 2013. El viernes 6 de octubre, última sesión previa al ataque de Hamás, se situaban en los 58,19 puntos básicos.

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Tras un primer susto inicial, la rentabilidad del bono israelí a diez años permanece estable, por debajo del 4,2%. El shekel, la divisa del país, se ha hundido hasta mínimos de principios de 2016 frente al dólar.

Pero, para los expertos de Scope Rating su financiación en el mercado de capitales "no es motivo de preocupación, ya que Israel dispone de fuentes de financiación diversificadas y plazos de vencimiento de la deuda amplios, con un programa de garantía de la deuda estadounidense que actúa como respaldo adicional”.

El Banco de Israel “tiene también un sólido historial de gestión de divisas” y ha anunciado un programa de venta de hasta 30.000 millones de dólares de reservas de divisas para apoyar al shekel.

“Sin embargo, la nueva etapa del conflicto palestino-israelí enturbia las perspectivas fiscales y de crecimiento de Israel en un momento de turbulencias en la política interior, que los atentados de Hamás pueden desestabilizar aún más”, advierten desde la agencia de calificación.

La resistencia de Israel

Israel registró un superávit fiscal del 0,6% del PIB el pasado ejercicio. Sin embargo, como advierten también desde Scope Rating, "la reanudación del conflicto podría ampliar aún más el déficit fiscal por encima del 2% en los próximos años, aunque la deuda pública se mantuvo en niveles moderados en 2022". Exactamente, en el 61% del PIB.

Tras el estallido de la guerra, Moody’s publicó un informe en el que señalaba que "en el pasado, el perfil crediticio soberano de Israel ha mostrado resiliencia ante ataques terroristas y acciones militares”, pero advirtió de que “un conflicto prolongado [...] pondría a prueba esa resiliencia”.

La misma agencia pospuso en el último minuto la revisión de la calificación crediticia de Israel, prevista para el pasado viernes. El aplazamiento supone que la nota de la deuda israelí se mantiene sin cambios en 'A1' con perspectiva estable. La próxima actualización tendrá lugar dentro de seis meses.

Más allá de Israel y Gaza, existe el riesgo de que el conflicto se extienda a otras zonas de Oriente Próximo, ya que Irán es el principal financiador de Hamás y Hezbolá, este último su aliado islamista en Líbano.

El resto de la región

“El trágico conflicto reciente entre Israel y Hamás está alimentando cierta inquietud sobre las perspectivas de la región”, advierten desde Lombard Odier. Desde el 6 de octubre, los CDS a cinco años de Arabia Saudí se han disparado un 35% al superar los 77 puntos básicos y los de Qatar un 72%, hasta los 72 puntos básicos.

El riesgo de un impago de Egipto se ha incrementado en un 6,8%, pero se sitúa en los 1.865,6 puntos básicos. En el mismo periodo, el de Abu Dabi (60,2 puntos básicos) ha escalado un 23%; el de Dubái (83,6 puntos básicos), un 22%, y el de Baréin (267 puntos básicos), un 13,7%.

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A pesar de la alerta lanzada por Lombard Odier, en la firma siguen "viendo motivos razonables para suponer que los países del Consejo de Cooperación del Golfo -Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Kuwait, Baréin, Omán y Qatar- optarán, en última instancia, por el statu quo estratégico".

“Sus planes de desarrollo a largo plazo requieren que se siga evitando una nueva conflagración geopolítica en la región, y cualquier repunte punitivo de los precios del petróleo podría perjudicar a la industria petrolera, acelerando aún más las tendencias de electrificación mundial. Sin embargo, la naturaleza impredecible y la escala del conflicto exigirán una estrecha vigilancia”, subrayan.

En opinión de los expertos de Scope Rating, los riesgos crediticios más inmediatos para los soberanos calificados públicamente por la agencia son Egipto, “que está sometido a fuertes tensiones y comparte una pequeña frontera con Gaza, controlada por Hamás”, así como Chipre, “que depende de Israel para el suministro de petróleo y gas”. Por ahora, los CDS del Estado chipriota permanecen en niveles previos al conflicto.