Una operadora trabaja en la Bolsa de Nueva York.

Una operadora trabaja en la Bolsa de Nueva York. Brendan McDermid Reuters

Mercados

La crisis china y la posibilidad de más subidas de tipos empujan a las bolsas hacia su peor agosto desde 2015

El descenso registrado por los principales índices bursátiles en las tres primeras semanas del mes ronda el 5%.

22 agosto, 2023 01:45

Las principales bolsas del mundo sufren en agosto la incertidumbre generada en torno a la situación económica de China y la posibilidad de que los bancos centrales -o más concretamente, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed)- tengan, cuando menos, que mantener los tipos de interés en niveles elevados durante más tiempo del previsto. Si se toma como referencia el índice MSCI All-Country World, la caída registrada es del 5,7%. Se trata de la más abultada en un mes de agosto desde 2015.

El índice MSCI All-Country World -formado por casi 2.900 empresas de todo el mundo- cerró ese agosto con un descenso del 7,04%. Si de la ecuación se eliminan los países emergentes y para el análisis se utiliza el MSCI World -compuesto por más de 1.500 compañías de 23 países desarrollados- el descenso registrado este agosto es del 5,4%. En 2015 fue del 6,81%.

Los factores que provocaron los descensos vividos hace ocho años y los que golpean a los parqués mundiales este mes -aunque todavía quedan nueve sesiones bursátiles para que concluyan- son muy similares.

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En el verano de 2015 también preocupaba la situación económica de China. El menor crecimiento del gigante asiático provocó que los principales índices llegaran a sufrir caídas diarias del 5%.

Aunque este verano los movimientos no son tan extremos, lo cierto es que el S&P 500 pierde un 4,78% en el que también es su peor agosto desde 2015. El descenso del Stoxx 600 supera el 4%. En este caso, la caída del pasado agosto, del 5,29%, es superior.

China

Como casi siempre sucede en los mercados la clave está en las expectativas. Los inversores “contaban” con que la fuerte recuperación de la economía china tras la reapertura del país tras tres años de confinamientos generalizados fuera a tener un importante impacto en el crecimiento económico global y en los resultados de muchas cotizadas.

Nada más lejos de la realidad. El panorama macroeconómico chino está empeorando. Las últimas cifras de crecimiento conocidas han sido significativamente inferiores a las previstas y los temores a que el gigante asiático encalle en una situación de deflación se extienden.

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Tampoco ayuda el sector inmobiliario de China, que, en grandes dificultades, pone en riesgo la estabilidad del sistema financiero y crediticio, especialmente el no bancario. Se trata del llamado sistema bancario en la sombra.

“La constatación de que el crecimiento de la economía de China continúa ralentizándose a marchas forzadas y de que las autoridades del país siguen ‘amagando’ con importantes medidas de tipo monetario y fiscal que no terminan de implementar es lo que ha llevado a muchos inversores a descartar que la voluntad del Gobierno de China vaya realmente en esa dirección”, creen en Link Securities.

En la madrugada del lunes el Banco Popular de China (PBOC, por sus siglas en inglés) volvió a “defraudar” al mercado, al bajar sus tipos de referencia a 1 año menos de lo esperado y al mantener sin cambios, de forma sorpresiva, los tipos a 5 años.

Más allá de China, el otro factor que ha marcado el paso de los mercados de renta variable es la fortaleza de la economía estadounidense. Aunque esta situación pueda resultar paradójica, los inversores se centran en su derivada: la resistencia de Estados Unidos podría hacer que la Fed mantuviese los tipos de interés en niveles elevados durante más tiempo.

Tipos de interés

O, lo que es lo mismo, la Fed podría tardar en bajar los tipos de interés más tiempo de lo previsto por el mercado. Y esto, a su vez, ha provocado un aumento de la rentabilidad de la deuda del país. La propia institución ha dejado la puerta abierta, incluso, a nuevas subidas si la inflación vuelve a sorprender al alza.

Por ello, Jackson Hole, el simposio anual que organiza la Reserva Federal de Kansas, ha ido ganando protagonismo en las últimas semanas. Con el objetivo de analizar “los cambios estructurales en la economía global” la reunión de banqueros centrales será interpretada como una pista de cuál será el siguiente movimiento de la Fed.

Así, el próximo viernes todos los focos volverán a estar sobre el presidente de la institución, Jerome Powell. “De momento, los mercados esperan un tono más equilibrado, pero podría subrayar la necesidad de mantener los tipos más altos durante más tiempo”, subrayan desde Generali Investments.

Los analistas de Renta 4 consideran que el banquero central mantendrá el tono y el mensaje de su última comparecencia, reiterando que las decisiones de política monetaria se tomarán de "reunión en reunión" y serán data-dependientes.

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El mercado considera que los tipos de interés en Estados Unidos ya casi habrían alcanzado su techo, al otorgar una probabilidad de sólo el 10% a una subida adicional de 25 puntos básicos en la reunión que la Fed celebrará el 20 de septiembre y de apenas el 30% a que dicha subida se produzca antes de final de año.

“Es cierto que en un contexto de reaceleración de la economía estadounidense -fortaleza en últimos datos de consumo que podrían llevar a un enquistamiento de la inflación- el mercado va reduciendo sus previsiones de bajadas de tipos”, apuntan estos analistas.