Una manifestación en Grecia a favor del euro en 2015.

Una manifestación en Grecia a favor del euro en 2015. Yannis Behrakis Reuters

Mercados

Grecia busca dejar de ser 'bono basura' 13 años después de pedir su primer rescate

Recuperar el grado de inversión permitiría al país reincorporarse plenamente a los mercados de deuda soberana.

28 enero, 2023 02:47

2 de mayo de 2010. La Unión Europa (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprueban el primer rescate a Grecia para evitar la bancarrota del país. Tras trece años de "grandes sacrificios", como afirmó el entonces presidente heleno, Yorgos Papandréu, el país se aproxima a dejar atrás la calificación de bono basura.

Después de ese rescate, en el que ambos organismos internaciones apoyaron la economía griega con 110.000 millones de euros, Standard & Poor's rebajó la deuda helena situándola al nivel de bono basura. La agencia de calificación sacó la tijera y recortó la nota tres escalones, hasta 'BB+', el primer escalafón del grado especulativo.

Pocos días después Fitch y Moody’s siguieron sus pasos. En febrero de 2012 el Banco Central Europeo (BCE) dejó de aceptar los bonos emitidos o garantizados por Grecia en sus operaciones de refinanciación.

Más rescates

A finales de ese mismo mes se formalizó el segundo rescate a Grecia. El país volvió a evitar la quiebra gracias al Eurogrupo y después de que Atenas cediese parte de su soberanía, aceptando la supervisión permanente sobre el terreno de la troika, término que se popularizó entonces y que hace referencia al grupo formado por la Comisión Europea (CE), el BCE y el FMI.

El tercer programa de asistencia se acordó entre julio y agosto de 2015. El rescate de la economía helena llegó a su fin tres años después, en agosto de 2018, tras recibir 288.700 millones de euros en préstamos, la mayor asistencia financiera de la historia.

Desde entonces, y con la excepción de la Covid-19, la economía griega ha marchado a buen ritmo. Reflejo de ello es que las principales agencias de calificación crediticia han mejorado el rating de la deuda griega.

Fitch lo hizo en abril de 2020, a 'BB'; Moody's en noviembre de 2020, a 'Ba3', y S&P en abril de 2022, a 'BB+', con perspectivas de que pueda alcanzar el grado de inversión en este 2023.

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, habla durante una rueda de prensa sobre la situación de la economía helena.

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, habla durante una rueda de prensa sobre la situación de la economía helena. Louiza Vradi Reuters

De hecho, este mismo sábado Fitch ha vuelto a mejorar la calificación de la deuda griega de 'BB' a 'BB+', con perspectiva estable. La nueva nota está un escalón por debajo del grado de inversión. El gobierno heleno liderado por el primer ministro Kyriakos Mitsotakis se ha propuesto salir del bono basura antes de que esta primavera se celebren las próximas elecciones generales.

Aunque todavía no se ha fijado una fecha exacta para los comicios, los griegos serán llamados a comparar los cuatro años del Gobierno de Mitsotakis con el mandato de Alexis Tsipras, líder de la formación izquierdista Syriza, el principal partido de la oposición.

Esa incertidumbre política puede ser un impedimento para que Grecia recupere el grado de inversión en la primera parte de 2023. Es lo que ha explicado Fitch en el comunicado que acompañaba la mejora de la calificación crediticia. 

En dicha nota la agencia apuntaba que existe cierta incertidumbre sobre las políticas fiscales después de las próximas elecciones generales, previstas para la primavera, pero señaló que el riesgo es moderado, entre otros motivos, por el buen desarrollo de la disciplina fiscal.

A su favor juega que ha realizado varios repagos anticipados de su préstamo con el FMI, hasta que en abril de 2022 consiguió saldar totalmente su deuda con la organización. Además, el pasado verano salió del Programa de Supervisión reforzada de Bruselas.

Tras crecer un 8,4% en 2021, y a falta de conocer el dato definitivo, los Presupuestos helenos contemplan un crecimiento del 5,3% en 2022. De cumplirse, la subida del producto interior bruto (PIB) de Grecia superará en 2,2 puntos lo previsto en los objetivos europeos contemplados en el Programa de Estabilidad.

Para 2023 el borrador presupuestario prevé un crecimiento económico del 2,1%. Superará igualmente las estimaciones del BCE y la CE para el conjunto de la zona del euro, del 0,9% y el 1,4%, respectivamente. Asimismo, el Ejecutivo griego espera volver a registrar un superávit primario -que excluye el pago de deuda- este ejercicio.

Según explican los analistas de Goldman Sachs, "el menor impacto de la crisis energética en Grecia se refleja en las perspectivas de crecimiento". "La economía griega sigue mejorando", alaban los expertos del banco de inversión, que anticipan que, tras un crecimiento superior a la media europea en 2022, superará a la eurozona en 2023, pero también en 2024.

Grado de inversión

"El favorable contexto macroeconómico y la larga duración de la ayuda financiera europea respaldan la senda decreciente de la ratio deuda/PIB hacia el 150% en 2025 y aumentan la probabilidad de que la deuda soberana griega obtenga la calificación de grado de inversión", explican. De esta forma, Grecia se reincorporaría plenamente a los mercados de deuda soberana "a principios de 2023", apuntan.

En 2012, cuando llegó a ponerse en duda la permanencia de Grecia en el euro, su prima de riesgo -el sobrecoste que debía pagar para financiarse respecto a Alemania- rozó los 3.500 puntos básicos. La rentabilidad de los bonos helenos a diez años se disparó por encima del 41%.

En la actualidad, ese diferencial respecto a Alemania -la referencia en Europa por ser considerado el emisor más seguro- se sitúa en torno a los 200 puntos básicos, el doble que el de España, pero en niveles similares a los de Italia.

Al mismo tiempo, la rentabilidad del bono heleno a 10 años ronda el 4,24%. Llegó a caer el 0,5% en el verano de 2021, cuando el BCE protegía a la deuda periférica del impacto de la Covid y antes de que la institución comenzase a elevar los tipos de interés.