El presidente de la Fed de San Luis,  James Bullard, durante una entrevista en Nueva York.

El presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, durante una entrevista en Nueva York. Lucas Jackson Reuters

Mercados

El frenazo de los precios y la 'baja' de tres halcones del Comité de la Fed acercan una subida de tipos de 0,25 puntos

En su encuentro de diciembre la institución elevó las tasas 50 puntos básicos tras haberlas incrementado 75 en cuatro reuniones seguidas.

13 enero, 2023 02:33

Si la era de las subidas de tipos de 75 puntos básicos terminó el pasado diciembre, la de 50 puntos básicos podría llegar a su fin este febrero, al menos en el caso de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). El frenado de los precios en el país y los cambios en la composición de su Comité de Mercado Abierto (FOMC) así lo anticipan.

La moderación de la inflación al otro lado del Atlántico se ha confirmado. La inflación interanual en EEUU se moderó en diciembre por sexto mes consecutivo al situarse en el 6,5%. Fue, además, la tasa menos elevada desde octubre de 2021.

“Si se pone todo en contexto, las presiones sobre los precios han disminuido desde el máximo del 9,1% del actual ciclo inflacionista, pero el todavía elevado nivel general pone de relieve la persistente carga que el aumento del coste de la vida ha supuesto para los hogares estadounidenses”, explica Jon Maier, director de Inversiones de Global X.

25 puntos básicos

La tasa interanual subyacente -que excluye del cálculo la energía y los alimentos frescos por su elevada volatilidad- se redujo en diciembre al 5,7%, tres décimas menos que en noviembre.

A pesar de que la inflación se mantiene en niveles elevados -tres veces el objetivo del 2% marcado por la propia Fed- los datos reforzaron las previsiones que apuntan a que el banco central estadounidense elevará los tipos de interés ‘sólo’ 25 puntos básicos en la cita que mantendrá entre el 31 de enero y el 1 de febrero.

Según datos de Refinitiv, los futuros reflejan una probabilidad cercana al 85% de que la Fed aumente las tasas en la proporción, frente a solo el 15% de otra aumento de medio punto porcentual. Las apuestas a que la Fed detendrá las alzas en junio, tras llevar los tipos al 5%, también aumentaron.

El escenario que manejan en Pimco es similar al que contempla el mercado. “El informe debería bastar para que la Reserva Federal reduzca el ritmo de subidas de tipos a 25 puntos básicos en su reunión de principios de febrero, tras haber subido 50 puntos básicos en su reunión de diciembre”, subrayan en la gestora.

¿Pausa?

En este sentido, esperan que los datos de inflación y del mercado laboral “se moderen lo suficiente” como para la institución “hacer una pausa antes de su reunión de mayo”. Apuntan que el IPC de diciembre “es consistente con esa opinión”.

En cualquier caso, “la desinflación prosigue al ritmo previsto”, indican en Ostrum AM, y “el mercado sigue opinando que la Fed no subirá los tipos tanto como indicaba en las proyecciones del gráfico de puntos de diciembre”. Entonces, una amplia mayoría de sus miembros esperaba que los tipos de interés cierren 2023 por encima del 5%.

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Uno de ellos, el presidente de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, señaló también el jueves que, a pesar de que la institución necesita subir más los tipos de interés para enfriar la inflación, podría hacerlo a un ritmo más lento que en 2022, cuando elevó las tasas de referencia 75 puntos básicos en cuatro reuniones consecutivas y un total de 425 puntos básicos en el conjunto del año. En su opinión, “las subidas de 25 puntos básicos serán apropiadas”.

Además de su opinión, su voto cuenta en la decisión que termine tomando la Fed en algo menos de tres semanas. La rotación de miembros del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) con capacidad de voto es otro de los factores que acercan al banco central estadounidense hacia una subida de tipos de 25 puntos básicos.

Votos

El FOMC está formado por los siete componentes de la Junta de Gobernadores y los 12 presidentes de los 12 bancos de la Reserva. Es decir, tiene 19 miembros. Sin embargo, sólo votan las decisiones de política monetaria 12 de ellos.

Los siete miembros de la Junta de Gobernadores -entre los que se encuentran el presidente de la Fed, Jerome Powell, y la vicepresidenta, Lael Brainard- siempre tienen derecho a votar. También goza de este privilegio el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams.

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Los cuatro miembros con derecho a voto restante van rotando. Y “entre los que no tendrán voto en 2023 se encuentran dos de los principales ‘halcones’, es decir, defensores de una política monetaria restrictiva”, explica la gestora francesa La Financière de l’Echiquier.

Se trata de James Bullard, gobernador de la Fed de San Luis, y Esther George, gobernadora de la Fed de Kansas City. Otra adalid de la política monetaria restrictiva, Loretta Mester, gobernadora de la Fed de Cleveland, también pasa a ser miembro suplente.

Palomas

Estos tres miembros “serán reemplazados en su mayor parte por miembros considerados ‘palomas’ –favorables a una política monetaria más expansiva–, con la única excepción de Neel Kashkari, el presidente de la Fed de Minneapolis” y uno de los responsables de política monetaria más agresivos.

Una de esas consideradas como palomas es el mencionado Harker, pero también la presidenta de la Fed de Dallas, Lorie K Logan, y el recién nombrado presidente de la Fed de Chicago, Austan D. Goolsbee, tras la retirada de Charles Evans.

Respecto a los cambios por rotación de los miembros de la FOMC, la firma explica que “la incertidumbre en torno a las perspectivas de la inflación y la actividad económica sugiere que los miembros albergan un grado de duda especialmente elevado”.

Por ello, advierten de que este juego de la silla que se producirá en el órgano del banco central estadounidense, “en apariencia de carácter técnico, probablemente influya en las decisiones de la Fed”.

“Aunque la trayectoria global no se modifique de forma profunda, la magnitud de determinadas alzas de los tipos, el momento en el que estos dejarán de subir y el tono de los comunicados oficiales sí podrían verse afectados”. Cuestiones que cobran aún más importancia a “la vista de la extrema sensibilidad de los mercados al más mínimo cambio de la política monetaria”, añaden.