Una concentración en Madrid contra Vladímir Putin.

Una concentración en Madrid contra Vladímir Putin. Miguel Candela / SOPA Images via Z / DPA - Europa Press.

Mercados

La huida hacia adelante de Putin de pagar la deuda en rublos pone en jaque 38.000 millones para los inversores

La normativa internacional y agencias como Fitch habían advertido a Rusia que debe abonar su deuda en dólares. De lo contrario, es un 'default'.

17 marzo, 2022 03:32

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Vladímir Putin intenta una huida a la desesperada, pero los inversores extranjeros le vigilan de cerca. Rusia asegura haber pagado en rublos los 117 millones de dólares (unos 107 millones de euros) de la emisión de deuda gubernamental que vencía ayer miércoles, 16 de marzo. Pero eso a los mercados no les vale. Choca con la normativa internacional y el contrato de esos bonos.

Ahora, si no paga en dólares dentro de los 30 días del periodo de gracia, el default será efectivo. Si los impagos se extienden, lo que hay en juego para los inversores extranjeros son 42.000 millones de dólares (38.000 millones de euros).

De momento, la argucia del autócrata ruso no saca al país del default técnico. Rusia tiene bloqueado el acceso a sus reservas en la divisa norteamericana por las sanciones occidentales a la guerra en Ucrania y el rublo -que se ha devaluado un 14,5% desde el inicio de la invasión- no es una divisa que hoy acepten los acreedores.

La agencia calificadora Fitch ya lanzó ayer un ultimátum a Moscú: de realizar en rublos el pago de los cupones de su deuda emitida en dólares, “constituiría un incumplimiento soberano” al finalizar los 30 días de gracia.

Se abre por tanto un escenario de presiones a Rusia, ya no solo para que haga un alto el fuego en Ucrania y finalice la guerra, sino también para que pague lo que debe y el contagio no sea a gran escala.

Los inversores internacionales poseían en enero un 19% de los bonos soberanos rusos en rublos y un 50% de los bonos gubernamentales rusos en moneda fuerte, esto es, en dólares: unos 338 millones de dólares (308 millones de euros) y 20.000 millones de dólares (18.230 millones de euros), respectivamente, según estimaciones de Pictet Wealth Management.

Contagio a la deuda empresarial

La deuda pública del país euroasiático asciende a 237.000 millones de euros, dividida en rublos y dólares. Así pues, el peor golpe se lo llevarán los propios rusos. Como informó ayer este periódico, el inversor ruso medio tiene un 95% de su cartera concentrada en el mercado doméstico y un encadenamiento de impagos sería el hundimiento para los ahorros de toda una vida.

Por otra parte, los inversores internacionales tienen en su poder el 22% de la deuda empresarial en divisa fuerte, equivalente a unos 21.560 millones de dólares (19.650 millones de euros) sobre un montante de 98.000 millones, de acuerdo con los cálculos elaborados por JPMorgan.

Bonos como los de la petrolera Lukoil o la gasística Gazprom ya han sido rebajados al rating de CCC, lo que es considerado como bono 'basura' por su alto grado de especulación y su elevado riesgo de impago.

Si el miedo se apodera del mercado, los impagos se reproducen como vasos comunicantes de la deuda pública a la deuda corporativa y los bonos no se devuelven o se valoran a cero, cerca de 42.000 millones de dólares (algo más de 38.000 millones de euros) podrían desaparecer en cuestión de semanas o meses.

Comparación con Evergrande

Las tres principales agencias de calificación crediticia -Moody's, Standard & Poor’s y Fitch- consideren probable que el Gobierno ruso incumpla el pago de su deuda a largo plazo, tanto en moneda local como extranjera.

Ahora bien, "aunque el universo de renta fija rusa es relativamente grande, las tenencias de extranjeros son relativamente bajas", tranquilizan por esa parte Lauréline Renaud Chatelain e Ignacio Ramírez, economistas de Pictet WM. El recuento de daños en el peor escenario posible sería del 12%.

Para hacerse idea de la magnitud de la crisis financiera rusa y su relativa repercusión en los mercados internacionales, basta con comparar con la última amenaza de impago de deuda que han vivido los inversores: la inmobiliaria china Evergrande. Sus 300.000 millones de dólares de pasivo (273.425 millones de euros) son siete veces la deuda rusa en los balances extranjeros y la suma de la deuda de este país y sus empresas es solo 1,2 veces la deuda de Evergrande.

Aunque habrá pérdidas, Occidente debería estar más preocupado por los precios de las materias primas y la energía que de la deuda de Putin con los inversores. A fin de cuentas, el default lo que debería hacer es echar a los rusos a la calle para protestar contra un presidente que les ha metido en un agujero sin salida.