Hace dos semanas el Gobierno anunció un 'hachazo' de 2.600 millones de euros. Unas medidas que apuntan directamente sobre la línea de flotación de beneficio de las eléctricas, al obligarlas a devolver la 'retribución sobrevenida' por los altos precios del gas y sobre la fiscalidad en la factura. 

Pero hace casi un mes que se viene especulando con las medidas que el Ejecutivo tomaría para contener el imparable precio de la luz, soluciones que en la mayoría de las ocasiones han intentando reducir las ganancias de las grandes eléctricas.

De esta manera, Iberdrola cerró agosto con una capitalización bursátil de 67.000 millones de euros y Endesa de unos 22.000 millones. Sin embargo, en septiembre han experimentado duras bajadas hasta los 55.500 millones en el caso de Iberdrola (11.500 millones menos y un 18% de caída) y de 18.500 millones en el caso de Endesa (3.500 millones menos y un 16% de retroceso).

Sumando las dos compañías, ambas han perdido 15.000 millones de capitalización bursátil en un mes. Pese a que no ha sido un buen año para las eléctricas, el divorcio con el Gobierno de Pedro Sánchez ha acelerado de manera alarmante la caída de sus cotizaciones.

Evolución de las acciones de Iberdrola Eduardo Bolinches ProRealTime

Mejor le ha ido a Naturgy que solo ha perdido un 0,55% en el mes, apenas variando su capitalización bursátil. Según los analistas la guerra por la opa de IFM ha atenuado el impacto en su valor en bolsa.

El distanciamiento entre el Gobierno y las eléctricas comenzó con el proyecto de ley para el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, con el objetivo de ampliar la financiación de las renovables a gasistas y petroleras.

Después, continuó con los "dividendos de CO2", que apuntaba a la línea de flotación de las nucleares, y ahora se ha puesto la guinda con la reforma eléctrica para bajar la luz. 

Su principal argumento contra las eléctricas va dirigido a la 'retribución sobrevenida' que se observa en las grandes eléctricas. Se trata de minorar temporalmente los ingresos extraordinarios que está provocando la elevada cotización del gas en algunas centrales eléctricas.

Con los niveles actuales se recuperarán unos 2.600 millones hasta el 31 de marzo de 2022, momento en que se espera se hayan superado las tensiones en el mercado global de gas. A las eléctricas "se les exigirá que devuelvan estos beneficios a mes vencido y con un cálculo que les detrae el 90% de esta cantidad".

Evolución de las acciones de Endesa Eduardo Bolinches ProRealTime

Por otro lado, la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha alertado de que las medidas anunciadas por el Gobierno para tratar de frenar el alza del precio de la luz dejan a las compañías eléctricas españolas en una situación de "desventaja competitiva" frente a sus competidoras europeas.

Alerta que las medidas contra los beneficios de las compañías suponen un impacto en la "predictibilidad" del marco regulatorio español debido a la "interferencia política". En caso de que se extiendan mucho más en el tiempo, la firma revisará la capacidad de deuda de las empresas, avisan.

"La falta de intervenciones similares en países vecinos empeora el posicionamiento relativo del marco regulatorio español. Las eléctricas españolas se han quedado en una desventaja competitiva en comparación con sus pares europeos", ha alertado la agencia.

La valoración de Fitch se refiere sobre todo a las dos medidas del Gobierno que afectarán a las ganancias de la empresa. Por un lado, la devolución de los "beneficios extraordinarios" que las eléctricas obtienen al repercutir sobre las centrales de generación de electricidad los costes de gas que no soportan. El Ejecutivo estima este importe en 2.600 millones de euros.

Fitch ha alertado de que "históricamente" siempre ha considerado el marco regulatorio energético de España como "menos robusto" que el de la mayoría de países europeos en relación a su independencia, transparencia y predictibilidad.

Impacto en las compañías

Para la calificadora, estas nuevas medidas son negativas porque "desafían" el diseño de mercado marginalista de la UE, distorsiona la competitividad de las productoras de electricidad españolas y "compromete" la consecución de los objetivos de transición energética del país.

El impacto económico total de estas medidas. De acuerdo con los cálculos de Fitch, será soportado sobre todo por Iberdrola y Endesa, que asumirán un 39% y un 36% del impacto. Por detrás se sitúan Naturgy (8%), EDP (3%) y Acciona (1%).