Tensión hasta el último momento. Los bandazos de precios fueron el pan de cada día en la última semana completa de junio. Muchas de las sesiones que arrancaron al alza terminaron a la baja. Y también al revés. Al final, el Ibex 35 consiguió acumular una remontada del 0,71% para marcar su último cruce en los 9.095 puntos.

Aunque el balance semanal resultó más bien pobre para tratarse de los días posteriores al segundo vencimiento de derivados más importante del año, fue suficiente para abandonar los cruces en los que el índice rey español llegó a ver peligrar los 9.000 puntos. Una cota cuya perforación habría supuesto muy malos augurios para su titubeante continuidad alcista.

En definitiva, un resultado más que amable a juicio de los analistas técnicos si se tiene en cuenta que el miércoles se cerró en los 8.954,1 puntos. Una cota como no se había visto tan baja en el índice español en 41 días, pues el 13 de mayo fue la última vez que había cotizado por debajo de los 9.000 enteros.

Una vez más, los miedos a una inflación demasiado desbocada que haga a los bancos centrales sobrerreaccionar y ponga en apuros la recuperación económica fue el tema central de la semana. A pesar de que tanto la Reserva Federal de EEUU (Fed) como el Banco Central Europeo (BCE) fueron contundentes a la hora de defender la continuidad de su actuación, algunas casas de inversión comenzaron a dar muestras de nerviosismo.

Y todo ello mientras la evolución de la pandemia siguió siendo más que dispar. Mientras que los gobiernos de medio mundo continuaron esforzándose para acelerar la vacunación y la reapertura con tal de acelerar la recuperación y estimular el consumo de cara al verano del hemisferio norte, la ágil propagación de la variante Delta de la Covid-19, antes conocida como india, puso a prueba estas medidas y la resiliencia de los inversores.

Industriales vs. energéticas

De regreso a la evolución del Ibex 35, los valores de corte más industrial se convirtieron en motor de los avances. Al frente de la tabla, ArcelorMittal, con una subida del 4,6%. Cellnex sumó un 3% y Siemens Gamesa consiguió un avance del 2% a contracorriente de su sector.

En las energéticas pesó la llamada por parte del juez como investigado del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, por el conocido como caso Villarejo. La eléctrica terminó la semana con descensos del 3%.

No obstante, fueron más abultadas las caídas en Red Eléctrica (-4,6%), Solaria (-4,7%) y Acciona (-7,9%), ya a solo unos días del estreno de su filial de renovables. Incluso Repsol, a pesar de las subidas del petróleo, acabó un 0,6% a la baja.

En el sector turístico, más retrocesos que avances debido a que se empezó a descontar que este verano tampoco va a ser de normalidad para estas empresas. IAG se dejó un 4,2%, mientras que Meliá Hotels perdió más de un 2%.

Castigo al turismo

En la última sesión de la semana, avances del 0,23% para el índice español. Un tirón alcista después de muchos bamboleos a un lado y otro de la gráfica del que fueron protagonistas los valores financieros. BBVA (+1,9%) y Banco Santander (+1,1%) se convirtieron en palancas alcistas claras del selectivo.

Incluso el Sabadell, que tuvo que encajar un recorte de rating hasta 'BBB-' por parte de la agencia de medición de riesgos S&P consiguió sumar un 0,7% a su gráfica.

Aún más enérgicos fueron los avances de ArcelorMittal (+2,7%) y PharmaMar (+2,7%). También Cie Automotive, Fluidra (+1,3%) y Grifols (+1,3%) se colocaron en la parte alta de la tabla de revalorizaciones.

Al otro extremo, los peores desempeños se los llevaron IAG y Meliá Hotels, con descensos del 2,3% y el 2,1%. Ambas compañías encajaron con castigo el hecho de que Reino Unido no incluyó a las Islas Canarias en su listado de destinos seguros sin obligación de guardar cuarentenas.

Una jornada más, Iberdrola se colocó en el vagón de cola por la investigación abierta contra su presidente y algunos otros miembros de su cúpula directiva. Un 1,1% perdieron sus acciones.

Suben los tipos

Mientras tanto, por el mercado secundario de renta fija, las palabras de tranquilidad de los bancos centrales tuvieron un menor influjo y las rentabilidades de la mayoría de referencias volvieron a escaparse al alza. Los bonos españoles a diez años retornaron a tipos cercanos al 0,5%.

En la semana en la que el Tesoro Público aprovechó para lanzar una nueva emisión de deuda sindicada, la prima de riesgo se mantuvo apenas sin cambios. Los 63 puntos básicos se repitieron ante un 'bund' alemán que vio menguar sus tipos negativos hasta el -0,16%.