Uno de los edificios del complejo de Sniace, en estado de abandono

Uno de los edificios del complejo de Sniace, en estado de abandono DLF

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Sniace logra la prórroga a su liquidación mientras los accionistas exigen sus cuentas

La extensión de plazos para la recepción de ofertas por la fábrica de Torrelavega abre una ventana a su supervivencia.

25 junio, 2020 03:28

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Sniace logra ganar distancia con el borde del abismo. El juez que instruye su liquidación ha dejado sin efecto el plazo para la recepción de ofertas por los activos de la compañía que vencía este jueves. Un balón de oxígeno para su futuro mientras los accionistas minoritarios reclaman la publicación de sus cuentas anuales para facilitar la salvación de la casi centenaria papelera.

La ansiada prórroga no ha llegado como una misericordia para que los inversores interesados en pujar por los activos de Sniace puedan llegar a tiempo. El retraso en el plazo para la recepción de ofertas se debe a que la administración concursal que encabeza José Luis Ramos Fortea aún no ha presentado el plan de liquidación para la compañía, según han confirmado a este portal diversas fuentes conocedoras de la situación del proceso judicial.

En este sentido, el retraso en la confección de esta hoja de ruta estaría precisamente en las limitaciones impuestas por el estado de alarma. Un factor al que precisamente varios empresarios habían señalado para pedir una extensión de plazos de, al menos, un mes para presentar sus ofertas. Previsiblemente, ahora contarán incluso con más tiempo del que pedían para pujar por la fábrica de Torrelavega y otros activos del grupo de celulosa y energía.

Recurso a la decisión del juez

El portavoz de los accionistas minoritarios de Sniace, Yago Gómez Barba, explica que gracias a esta extensión “podrá haber una mayor competencia a la oferta que encabezaba una sociedad vinculada a uno de sus antiguos administradores”. Una oferta que, además, acabaría con los días de la compañía tal y como fue concebida desde su nacimiento, pues su hoja de ruta pasaría por reconvertirla en una planta dedicada exclusivamente a las energías limpias.

Sin descartar la posibilidad de “reclamar por la vía judicial responsabilidades al consejo de administración”, algo que actualmente se está dirimiendo ya en sede judicial con la reapertura de la sección sexta de calificación del concurso, Gómez Barba critica la dificultad añadida que los interesados en acudir a la puja por Sniace están encontrando al no contar con sus cuentas de cierre de 2019.

Por este motivo, además de por su convencimiento de que “los accionistas tienen derecho a disponer de la información financiera actualizada de la empresa”, los minoritarios han presentado un recurso de reposición ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid al que ha tenido acceso Invertia.

En él exigen al juez que la administración concursal formule las cuentas de la compañía del ejercicio 2019. Las mismas que se habían venido retrasando una vez tras otra sin fecha hasta que el magistrado terminó por consentir que nunca vieran la luz. Una decisión que, según el recurso, “vulnera de forma evidente el articulado tanto de la Ley Concursal como de la Ley de Sociedades de Capital”.

Más datos para atraer más pujas

El texto remitido ya al juez Andrés Sánchez Magro defiende que durante el ejercicio 2019 la compañía siguió funcionando y mantuvo su actividad comercial, de manera que las cuentas de este ejercicio no estarían sujetas a las normas aplicables a la liquidación, admitida en sede judicial en marzo de este año.

En este sentido, defienden que la ley vigente señala que, “en caso de suspensión, subsistirá la obligación legal de formular y de someter a auditoría las cuentas anuales, correspondiendo tales facultades a los administradores concursales”.

Desde la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec), que está personada en el proceso concursal en representación de accionistas titulares de cerca de un 7% de las acciones de Sniace, denuncian que “contar con el cuadro financiero más fiel de la empresa antes de que se solicitase el concurso ayudaría a encontrar una mejor salida para la empresa”.

Un horizonte que contribuiría también a colocarlos más cerca de alguna compensación, ya que los accionistas ocupan el último puesto en el orden de prelación de acreedores.

Un año de la ampliación de capital

Este grupo de accionistas considera que “no deben ser números catastróficos”, en virtud de los acontecimientos que terminaron precipitando la quiebra financiera de la compañía, asociadas a un cambio normativo en la retribución a la generación eléctrica.

En Aemec señalan que conocer estas cifras es, además de “de recibo para los accionistas, que en agosto de 2019 volvieron a respaldar una nueva ampliación de capital, clave para que los posibles interesados puedan ver qué podría hacer la empresa en 2021”, una vez superada la fase de liquidación.

Ante esta situación que, aunque alivia el horizonte para Sniace no le asegura ninguna salvación, los accionistas minoritarios aseguran que “seguirán siendo pesados para hacer valer sus derechos”. Gómez Barba lamenta aquí que, además de en la administración concursal, “se ha topado con muchas puertas cerradas en la empresa a la hora de buscar vías para evitar el abismo”.

El portavoz de los pequeños inversores de la compañía hace mención aparte para los accionistas mayoritarios Sabino García Vallina y Félix Revuelta. Aunque han pasado a un segundo plano en este momento, explica que siguen vigilando de cerca el futuro de Torrelavega. “No hay nada que achacarles a ellos”, explica al recordar también su decidido apoyo a la ampliación de capital cerrada en agosto del año pasado. El ejercicio del que los minoritarios exigen conocer las cuentas.