Imagen de archivo sobre mercados

Imagen de archivo sobre mercados

Mercados

Desde 1916 no hay ni un solo año sin que se diera una venta masiva de valores

Los bancos centrales tienen preparada la escopeta para intentar frenar los efectos del coronavirus en la economía. 

5 marzo, 2020 01:40

Noticias relacionadas

Desde 1916 el mundo ha vivido decenas de catástrofes financieras o sociales, como las guerras. La única diferencia fue la duración y el tiempo que tardaron en recuperarse de las consecuencias negativas. 

El famoso crack de 1929 duró cuatro años, pero el periodo de recuperación del índice Dow Jones alcanzó los 25 años. La gran depresión se alargó durante 17 años, mientras la “reciente” crisis de hipotecas subprime fue algo menos dañina para la economía, tardando 6 años en regresar a niveles previos a la caída. 

Es decir, los mercados necesitan cada vez menos tiempo para recuperarse. El desplome actual no va a ser una excepción. Es verdad que la progresiva expansión del coronavirus fuera de China ha supuesto un cambio de expectativas entre los inversores, que ahora parecen temer un impacto más brutal sobre la economía mundial, pero tampoco hay que olvidar que tenemos a los bancos centrales que se han comprometido a actuar en caso de que sea necesario. 

Esta vez, uno de los primeros países en introducir medidas preventivas ha sido Japón con la compra de una cantidad récord de 101 mil millones de yenes en ETFs para estabilizar los mercados.

En 2012 observamos exactamente la misma situación, pero con la compra de 39.700 millones de yenes de ETFs como parte de su programa de compra de activos. El problema está en que la compra de ETFs no ha llevado a la recuperación económica

 De acuerdo con el estudio de Consenso del Mercado, no ha habido entradas de capital en la bolsa japonesa en 8 años a pesar de que el Banco Central de Japón compra 50 billones de euros al año, acumulando ya en su balance el 4,6% de la capitalización bursátil de Japón y el 70% del total del mercado japonés de ETFs.

Sea como sea, la Fed de los EE.UU. parece ser la próxima en la lista para implementar política monetaria expansiva, en particular, la bajada de los tipos de interés. Como dicen, todo para calmar a los mercados e inversores. Muestra de ello es que esta misma semana ha recortado en 50 puntos básicos los tipos. 

La pregunta es cuánto tiempo va a durar su efecto. De momento, las expectativas siguen siendo positivas gracias a la mejoría de una serie de indicadores.

En el caso de España, el sector manufacturero volvió al territorio de expansión en febrero, tras un periodo de ocho meses de contracción. El crecimiento estuvo apoyado por incrementos marginales de la producción y los nuevos pedidos, junto con una tasa muy reducida de destrucción de empleo. 

Es verdad que en el caso de China, el PMI principal de fabricación de Caixin cayó de 51.1 en enero a 40.3 en febrero, lo que indica el mayor deterioro de la salud del sector, pero nadie descarta una fuerte recuperación a lo largo del año.

Tanto es así que se espera que la situación actual mejore en marzo, cuando las empresas manufactureras reanuden su trabajo. Las medidas fiscales y financieras destinadas a promover la reanudación del trabajo en medio de la disminución de los nuevos casos reportados de coronavirus también apoyarán el movimiento hacia la normalización de los niveles de producción industrial y las actividades de construcción.

A día de hoy seguimos observando el pánico en los mercados debido a las noticias de los nuevos casos de la enfermedad por el mundo, pero no olvidemos que la mayoría de las grandes compañías farmacéuticas están trabajando en conseguir una vacuna.

Sea cierto o no, Israel asegura que desarrolló una vacuna contra el nuevo coronavirus, pero necesitará al menos 90 días para completar el proceso regulatorio y potencialmente más para llevarla al mercado.