Esta vez no ha podido ser. El Dow Jones, posiblemente el índice bursátil más famoso del mundo, se ha quedado este viernes a las puertas de lograr un hito con pocos precedentes.Se ha quedado en nueve semanas consecutivas en positivo, pues este viernes se ha apeado de la tendencia con una pérdida acumulada semanal del 0,02%. Casi imperceptible pero suficiente para frustrar la hazaña. 

Llegaba a la sesión del viernes con una mínima caída acumulada del 0,3% en las cuatro anteriores. La subida del 0,43% de esta jornada ha sido insuficiente para revertir todo el rojo. El registro que no se ve desde 1995, cuando encadenó diez semanas consecutivas de ganancias sigue imbatible. 

Aun si se hubiera logrado la gesta, tampoco hubiera sido la mejor racha de siempre. Ni la mejor con la que ha iniciado un ejercicio. Esta vez ha enlazado en positivo la última semana de 2018 y las ocho primeras de 2019. Pero su arreón alcista inicial todavía fue más alargado en 1964. Hace 55 años acabó en positivo las 11 primeras semanas del año, una racha que se prolongó a 13 semanas seguidas porque también venía dos más en positivo para rematar 1963. 

"El Dow se ha quedado a las puertas de repetir historia: la última vez que subió diez semanas seguidas Bill Clinton era presidente y Alan Greenspan estaba al frente de la Reserva Federal"

Hasta la fecha, la racha del Dow Jones se ha saldado con una revalorización del 16% y más de 3.500 puntos, desde los 22.245 puntos del 21 de diciembre hasta los más de 26.000 en los que se mueve ahora. Como consecuencia, vuelve a los niveles en los que se movía a comienzos de octubre y rebota tras la dura corrección del último trimestre de 2018, en el que se dejó casi un 12%, el peor balance trimestral desde el primero de 2009. 

ARGUMENTOS A FAVOR DE UN HITO QUE DEBE ESPERAR

El renovado brío con el que afrontó la última semana de 2018 y las ocho siguientes de 2019 se ha apoyado en distintos factores. El principal, la confirmación de que la Reserva Federal (Fed) se tomará con más calma las subida de los tipos de interés este año tras elevarlos cuatro veces en 2018, una prudencia que, además, ya ha apuntado que quedará reforzada con la reducción en los próximos meses del ritmo al que viene adelgazando un balance que ya está por debajo de los cuatro billones de dólares más de cinco años después.

También han jugado a favor de las cotizaciones los resultados empresariales, que aún reflejan crecimientos pese a que también muestran signos de menor pujanza, y la favorable evolución de las negociaciones comerciales entre EEUU y China, hasta el punto de que han decidido darse más tiempo para seguir hablando y han prolongado la tregua de tres meses que se dieron en diciembre. 

Todo ello ha contribuido a alimentar las compras en Wall Street, que este viernes no ha acudido a su cita con la historia. Como era hasta ayer, hoy también. Las diez semanas consecutivas de remontada no se ven desde los tiempos en los que Bill Clinton era el presidente de EEUU y en los que Alan Greenspan estaba al mando de la Fed.