El Ibex 35 terminó el viernes sin grandes cambios tras devolver sus ganancias iniciales en un mercado cauto por el fortalecimiento del euro y los temores por varios fenómenos naturales que afectan a Norteamérica. El clima de tensión creado al materializarse el órdago secesionista catalán también ha jugado parte inexcusable de la semana bursátil.

El euro, sin embargo, redujo su avance frente al dólar y cotizaba casi estable a 1,2035 dólares en la recta final de la sesión tras marcar un máximo de 1,2092 dólares, su nivel más alto desde principios de 2015, al dejar el BCE la puerta abierta a anunciar en octubre las decisiones sobre la retirada gradual de los estímulos monetarios.

Uno de los protagonistas de la sesión fue Caixabank, cuyas acciones se revalorizaron un 1,4% a 4,166 euros tras el anuncio de la suspensión del referéndum en Cataluña. Santander sumó un 1,3% en consonancia con el grueso de los valores financieros.

Solo IAG voló más alto con repunte del 1,45% al cierre. Telefónica ganó un 0,3%, pero los demás pesos pesados del Ibex mostraron un comportamiento más negativo.

BBVA cedió un 0,26%, Inditex se dejó un 0,7% tras una serie de recomendaciones desfavorables en los últimos días, mientras que Repsol bajó un 0,75% por el descenso de los precios del petróleo.

El peor valor del Ibex fue Siemens Gamesa, con un recorte del 3,96% por realizaciones de beneficio tras las fuertes ganancias registradas a principios de la semana.

Fuera del selectivo, Liberbank siguió sufriendo el anuncio de la ampliación de capital y cayó un 5,4%. El grupo de ingeniería asturiano Duro Felguera, que en la víspera se desplomó un 21% tras publicarse que la banca acreedora ha bloqueado su rescate financiero, cedió otro 6,25%.

Sacyr, que el viernes presentó resultados semestrales con una mejora del 16 por ciento de su ebitda, retrocedió un 0,74%.