Las bolsas internacionales se ajustaron al guión y vivieron una jornada de recogida de beneficios. Los analistas preveían una apertura en rojo después de que el 45º presidente de EEUU sufriera el viernes su primera derrota legislativa, al ser verse obligado a retirar su reforma  sanitaria. Así, los principales índices internacionales llegaron a caer cerca de un 1%, aunque moderaron sus descensos a lo largo de la jornada. El Ibex 35 cerró casi plano con un leve descenso del 0,05%, hasta los 10.302 puntos.

El pasado viernes, Donald Trump se vio obligado a retirar su reforma sanitaria, ante la división en el seno del partido Republicano. Esta división preocupa a los inversores, ya que genera dudas sobre la capacidad de la nueva Administración para sacar adelante sus descontadas reformas. Especialmente, en vista de que el partido Demócrata está en pie de guerra desde que perdió las elecciones presidenciales y legislativas en noviembre.

¿Entendemos que a corto plazo este factor va a mantener en tensión a los mercados de valores, algo en lo que también tiene mucho que ver el elevado nivel de sobrecompra que muestran los principales índices europeos y estadounidenses¿ señalan desde Link Securities. Desde la firma no descartan que se produzca una pequeña corrección bursátil, pero matizan que Trump ¿tiene una baza para calmar a los inversores, baza que consiste en rápidamente pasar página y ponerse manos a la obra con la reforma impositiva¿.

Los mercados también se vieron presionados por la caída del petróleo. El barril de Brent llegó a poner en peligro el nivel de los 50 dólares, ante las crecientes dudas sobre la capacidad de la OPEP y los productores tradicionales para estabilizar los precios. El cartel y otros 11 productores acordaron a finales del pasado año recortar la producción en 1,8 millones de barriles diarios durante seis meses; y en los últimos días han estudiado la posibilidad de prolongar esta medida durante otro semestre. Pero la mayor producción de los frackers de EEUU amenaza con llenar este vacío.

No obstante, las bolsas encontraron consuelo en los datos macroeconómicos. En concreto, el índice IFO de confianza empresarial alemana batió previsiones, tras subir de 111 a 112,3 puntos. Este buen dato, sumado a la decepción por el fiasco de Trump en EEUU, disparó al euro hasta máximos de 2017, por encima de los 1,085 dólares.

El Ibex 35 moderó sus descensos y cerró la jornada prácticamente plano, con un leve descenso del 0,06%, que le permitió salvar in extremis los 10.300 puntos conquistados la semana pasada. Los valores de perfil defensivo, como Grifols, Inditex y las eléctricas, lograron contener los descensos. En cambio, los valores con mayor perfil cíclico fueron los más castigados.

Las empresas vinculadas a las materias primas descendieron en bloque. Así, ArcelorMittal cayó un 4,66%, encadenando siete jornadas en rojo. Los expertos creen que las últimas correcciones son una lógica recogida de beneficios y que la tendencia aún es alcista. Acerinox (-2,68%) y Repsol (0,52%) también cerraron en rojo, lastrados por los descensos de los precios del níquel y el crudo.

Los bancos moderaron sus descensos en las últimas horas de negociación y cerraron con tendencia mixta. Bankia (+0,19%), Sabadell (0,18%), Bankinter (0,06%) y BBVA (0,03%) lograron salvar la jornada.

Entre los más castigados también destacó IAG, que perdió un 2,8% penalizado por un informe desfavorable de BofA Merrill Lynch. Los analistas rebajaron su recomendación desde "comprar" hasta "infraponderar".

En cambio, el apoyo de Citigroup no logró animar las cotizaciones de ACS (-0,81%) y Ferrovial (0%). La firma elevó el precio objetivo del primero de 31,5 a 35 euros; y del segundo de 20 a 21,5 euros.

En el mercado continuo, Abengoa se tomó un respiro tras su espectacular rally alcista de la semana pasada. En concreto, los títulos A cerraron con un descenso del 3,22%, mientras que los B descendieron un 1,51%.