Ilustración con los logotipos de Netflix, Paramount Skydance y Warner Bros Discovery.

Ilustración con los logotipos de Netflix, Paramount Skydance y Warner Bros Discovery. Dado Ruvic Reuters

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Dos visiones opuestas sobre el futuro de Hollywood: lo que esconde la lucha de Netflix y Paramount por Warner Bros

Ambas empresas tienen un mismo fin, pero las consecuencias que dejarán en la Meca del Cine serán muy distintas dependiendo de cuál gane.

Más información: La no respuesta de Warner Bros a la oferta de Paramount y el papel del yerno de Trump: las claves de la opa hostil.

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Las claves

Netflix y Paramount Skydance compiten ferozmente por la compra de Warner Bros, uno de los estudios más antiguos de Hollywood.

La oferta de Paramount supera la de Netflix, proponiendo 108.400 millones de dólares y abarcando toda la compañía, incluyendo Discovery y CNN.

Paramount apuesta por el modelo clásico de estrenos en cines, mientras Netflix prioriza el streaming y busca reducir las ventanas de exhibición.

La adquisición definirá el futuro de la industria cinematográfica, con implicaciones en el mercado de plataformas de streaming y la concentración de poder mediático.

Hollywood está a punto de vivir un cambio de era. La venta de Warner Bros ha provocado una dura lucha en la puja entre Netflix y Paramount Skydance. Inicialmente, la major y la plataforma anunciaron un acuerdo de compra que unos días después ha dinamitado el otro gran gigante de la industria con una opa hostil.

No es sólo una batalla por ver quién se queda con ese botín llamado Warner Bros. Se trata de uno de los estudios cinematográficos más veteranos de la Meca del Cine. Fundado el 4 de abril de 1923, se trata de una compañía más que centenaria.

En 2024 fue la tercera major con más recaudación en taquilla. Sus películas representaron el 13,7% del mercado cinematográfico en Estados Unidos y Canadá, según datos de Comscore. Se quedó por detrás de Disney (25,5%) y Universal (21,7%).

Pero la cuestión de fondo es que la ganadora de esta puja definirá el futuro de Hollywood y, sobre todo, de la industria cinematográfica. Aunque el objetivo de Netflix y Paramount Skydance sea el mismo, las consecuencias que dejarán dependerán de cuál gane la lucha.

Durante varios meses, parecía que Paramount y Warner iban a emular lo vivido en marzo de 2019, cuando Disney se hizo con el control de 20th Century Fox. Un movimiento que provocó que se pasase de seis grandes majors en Hollywood a ser las cinco actuales.

David Ellison las tenía todas consigo, venía de comprar el pasado agosto a la propia Paramount por 8.000 millones de dólares. Convertido en CEO del gigante cinematográfico, venía respaldado por su padre, Larry Ellison, cofundador de Oracle y la segunda persona más rica del mundo.

Los Ellison tienen, además, una relación de amistad con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, tras dos ofertas que Warner Bros rechazó, la compañía de los Looney Tunes anunció un acuerdo con Netflix.

Entrada de los estudios de Warner Bros en Burbank, California (EE.UU.).

Entrada de los estudios de Warner Bros en Burbank, California (EE.UU.). Allison Dinner EFE

Un acuerdo por 83.000 millones de dólares (aproximadamente unos 71.000 millones de euros al tipo de cambio actual). Pero, cuando todo parecía apuntar a que la plataforma de streaming iba a hacerse con ese coloso que es WBD, Paramount sorprendía con una opa hostil.

Esa opa sólo ha avivado más aún una puja que parece que su fin no será cercano. La Paramount ofrece a los accionistas 108.400 millones de dólares, una propuesta que supera en 25.400 millones al acuerdo entre WBD y Netflix.

La oferta de Paramount es por comprar WBD completa, incluyendo la parte de Discovery (canales en abierto y de pago como CNN, TNT, HGTV o Eurosport). En cambio, la de Netflix sólo es para hacerse con los estudios Warner, HBO y DC Comics.

Con lo cual, aunque las dos propuestas son muy similares, al menos en lo monetario: ambas tienen motivos muy diferentes para comprar WBD realmente.

Imagen del logo de Paramount.

Imagen del logo de Paramount. Allison Dinner EFE

En el caso de Paramount, es evidente que busca unir a dos de los grandes estudios de Hollywood. En las cifras ofrecidas por Comscore de 2024, la compañía liderada por David Ellison se situó en quinto lugar, con un 10,1% de la cuota de mercado, quedándose por detrás de Sony (11,5%).

Con lo cual, en lo referente a recaudación en salas, Paramount necesita más a WBD que al contrario. El año pasado, Warner Bros logró colocar dos cintas entre las diez más vistas en todo el mundo, Dune: Parte Dos y Godzilla y Kong: El nuevo imperio (en séptima y octava posición). Paramount sólo logró colocar una, Sonic 3: La película (en décimo puesto).

Tal y como recoge The Economist, si Paramount no logra este acuerdo "se encontrará mucho más cerca de una encrucijada existencial" que Netflix, tal y como apunta a este medio la firma MoffettNathanson.

Las intenciones de Ellison son impulsar a Paramount y unir fuerzas con la potencia de Warner Bros para plantar cara a los dos grandes gigantes que dominan la taquilla: Disney y Comcast (Universal).

Se trata, realmente, de mostrar la potencia del modelo de negocio clásico de exhibición cinematográfica. De hecho, Ellison ya ha anunciado que, entre sus planes de fusión, está estrenar más de 30 películas al año en cines comerciales.

Es más, ha anunciado que habrá "ventanas tradicionales saludables", un mensaje que va directo a los exhibidores, comprometiéndose con lapsos de tiempo que permitan un valor añadido en licencias, dado que dichos títulos pasan por televisiones de pago, servicios en streaming y explotación de IP.

Logo de Netflix

Logo de Netflix Netflix

Un modelo clásico, pero en el que se basan los principales pilares de la industria cinematográfica actual. Netflix propone todo lo opuesto.

Netflix se ha comprometido a acatar los acuerdos contractuales que tiene Warner Bros con los principales exhibidores. Sin embargo, estos tienen fecha de caducidad: 2029.

Es más, ha intentado calmar los miedos sobre un cambio de modelo con los estudios de WBD. "No compramos esta empresa para destruir su valor", ha dicho en una entrevista para Deadline.

"Estamos profundamente comprometidos en lanzar esas películas exactamente de la misma manera que se haría en la actualidad", ha declarado. "Queremos que estos tres nuevos negocios sigan funcionando como están, en gran medida", ha señalado.

Logo de HBO en sus oficinas en Nueva York, Estados Unidos.

Logo de HBO en sus oficinas en Nueva York, Estados Unidos. Justin Lane EFE

"Nunca hemos estado en este sector. Cuando se cierre el acuerdo, sabremos cómo será", ha agregado. Palabras que invitarían al optimismo y a interpretar que Netflix desea seguir los pasos de Amazon y convertirse en un estudio de Hollywood.

Pero a inicios de este 2025, el mismo Ted Sarandos (CEO de Netflix) afirmó que ir a una sala de cine era "una idea anticuada para la mayoría de la gente". Además, señaló que se buscará la manera de reducir el período ventana de los estrenos. Hace un año, declaró que éxitos en taquilla como Oppenheimer o Barbie hubieran tenido la misma repercusión si se hubieran lanzado directamente en su plataforma.

"Ambas películas serían geniales para Netflix. Definitivamente, habrían disfrutado un público igual de grande. No hay razón para creer que la película en sí misma sea mejor en ningún tamaño de pantalla. Mi hijo es montador. Tiene 28 años, y ha visto Lawrence de Arabia en su teléfono", declaró en el New York Times.

Con lo cual, es muy lógico que buena parte de los gremios de Hollywood haya reaccionado negativamente. Tanto los sindicatos de los guionistas, de los directores, de los actores, de los productores y de oficios técnicos han alzado su voz al pedir que la Comisión Federal de Comercio (FTC) bloqueé parte del acuerdo.

Imagen de torre de agua brandeada en Warner Bros Studios, en Burbank, California

Imagen de torre de agua brandeada en Warner Bros Studios, en Burbank, California Allison Dinner EFE

También gremios como el de directores y el de intérpretes han solicitado reuniones formales con la directiva de Netflix y la cúpula de Warner Bros para exigir garantías. Con lo cual, la desconfianza tiene fundamento.

La visión distinta también está en lo relacionado con las series y la televisión. Para Paramount, la compra WBD permitiría una fusión entre HBO Max y Paramount+. Con todo, cabe destacar que en el ranking de plataformas en streaming en Estados Unidos y Canadá, se sitúan como la cuarta y quinta en número de usuarios.

Las cifras estimadas de HBO Max están en torno a los 128 millones de suscriptores mundiales, según datos de Ampere Analysis. Los de Paramount+ rondan entre los 77 y 79 millones, contando que en mercados, como el europeo, operan bajo la plataforma SkyShowtime, con un acuerdo con Comcast.

Con lo cual, la fusión de HBO Max y Paramount+ reforzaría a ambas plataformas y les permitirían plantar cara a Prime Video y Disney+, que se sitúan en segundo y tercer lugar.

A ello se suma que Paramount quiere comprar la parte de Discovery, que Netflix ya ha rechazado de pleno. Este apartado tiene un trasfondo más complejo y político. Entre los inversores de la propuesta de Ellison está Affinity Partners, firma dirigida por Jared Kushner, yerno de Donald Trump.

Además de Kushner, hay que añadir fondos soberanos procedentes de riquezas de Arabia Saudí, Catar y Emiratos Árabes Unidos. Aunque se han comprometido a no tener derecho a voto ni representación en la junta directiva, los recelos en la industria existen.

Chris Licht, exdirector general de CNN, en una imagen de archivo.

Chris Licht, exdirector general de CNN, en una imagen de archivo. CNN

No hay que olvidar que el clan Ellison es afín a Donald Trump y que el presidente de los Estados Unidos busca tener a su favor a la CNN, el segundo canal de noticias más visto del país.

Paramount fichó a Bari Weiss, crítica con el partido demócrata, como editora jefe de CBS News en octubre pasado. Con lo cual, la adquisición de CNN o Discovery Channel por parte de Ellison puede conllevar a que Trump tenga más medios a su favor.

En lo referente al streaming, Netflix domina las plataformas de pago en todo el mundo, con alrededor de 315 y 325 millones de suscriptores en todo el mundo. El interés de la compañía está más ligado al prestigio del sello HBO.

Netflix tiene mucho más contenido del que tiene HBO Max. Sin embargo, carece de fidelidad y prestigio. En las calificaciones de IMDB, la plataforma de WBD obtiene calificaciones altas en 141 títulos frente a los 120 que tiene el servicio liderado por Sarandos y Peters.

Sí que es cierto que Netflix tiene Stranger Things, The Crown o El juego del calamar. Pero HBO es lo que se define como 'historia de la televisión'. Ha estado detrás de títulos aclamados como Juego de tronos, Los Soprano, A dos metros bajo tierra, Sexo en Nueva York o Succession.

En lo referente al apartado de Discovery, Netflix no ha mostrado interés en adquirir las televisiones tradicionales de la empresa. WBD sigue también en proceso de fragmentarse en dos y su CEO, David Zaslav, buscará vender la parte de Discovery aparte.

Por otro lado, aunque Netflix lidere el ranking del SVOD (vídeo bajo demanda), la compañía tiene la mirada puesta en YouTube como su mayor rival. Según Nielsen, el portal de vídeo de Google representa el 28% del consumo en streaming en televisión, frente al 19% de Netflix, siendo de pago.

Un televisor con la app de HBO Max

Un televisor con la app de HBO Max Álvarez del Vayo El Androide Libre

Aunque HBO Max represente apenas un 3% en este ranking de televisión conectada, Netflix contaría con un arsenal de contenido con el que plantar cara a YouTube.

Mientras que para la industria cinematográfica Netflix es un rival, para la plataforma son las tecnológicas de Silicon Valley los enemigos a batir, al menos en lo referente por captar a la audiencia joven.

Dos modelos de negocio contrapuestos que reflejan que, gane quien gane, marcará la manera en la que se verá Hollywood. En ambos casos, supondrá la desaparición de la quinta major de la Meca del Cine y una reducción de los actores que marcan lo que es el porvenir de una industria que va más allá de estrenar películas en cines.