Fachada de la sede de Vodafone España en Madrid.

Fachada de la sede de Vodafone España en Madrid. Ricardo Rubio Europa Press

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Zegona prepara un plan para remunerar a sus accionistas tras captar 1.800M con las 'joint ventures' de fibra de Vodafone

La compañía recibirá 400 millones por la entrada de Axa en su empresa con Telefónica y 1.400 millones por la de GIC en su fiberco con Masorange.

Más información: Telefónica y Vodafone venden un 40% de su empresa conjunta de fibra óptica a AXA por 500 millones de euros

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Las claves

Zegona prepara un plan de remuneración para sus accionistas tras captar 1.800 millones de euros por la venta de participaciones en sus joint ventures de fibra óptica con Vodafone, Telefónica y Masorange.

La británica recibirá 1.400 millones de euros con la entrada del fondo GIC en PremiumFiber (joint venture con Masorange) y 400 millones tras la venta del 40% de FiberPass (con Telefónica y Vodafone) a AXA.

Estas operaciones permiten a Zegona disponer de la liquidez necesaria para ejecutar medidas como el pago de dividendos, recompras de acciones y devolución anticipada de préstamos a Vodafone.

El valor de empresa de Vodafone España ha pasado de 5.000 a 14.700 millones de euros desde la adquisición por parte de Zegona, lo que ha impulsado una fuerte revalorización de sus acciones en bolsa.

El acuerdo para la venta de un 40% de la joint venture de fibra óptica de Vodafone España y Telefónica a AXA supondrá para Zegona unos ingresos de 400 millones de euros. Cifra que, sumada a los 1.400 millones que obtuvo con la entrada del fondo GIC en su empresa conjunta con Masorange, le permitirá poner en marcha su anunciado plan de remuneración a sus accionistas.

Los directivos de Zegona llevan tiempo trabajando en el diseño de un paquete de iniciativas con las que premiar a los accionistas que han acompañado a la firma británica en el proceso de compra de Vodafone España y en su primer año y medio al frente de la operadora española.

Sin embargo, estas medidas estaban supeditadas a la inyección de liquidez que esperaban obtener con la entrada de un socio inversor en las dos joint ventures de fibra óptica que ha puesto en marcha este 2025 con sus dos rivales y cuyo cierre se prevé que tenga lugar en los próximos meses.

El primer hito relevante en este proceso tuvo lugar el pasado 5 de agosto, cuando Masorange y Vodafone España llegaron un acuerdo para vender al fondo GIC un 25% de su empresa conjunta de fibra óptica, que opera bajo la marca comercial de PremiumFiber.

Una vez se cierre la operación, algo que está previsto que ocurra antes de que acabe 2025, Vodafone España se quedará con un 17% del capital de esta joint venture y su propietaria Zegona obtendrá unos ingresos netos de 1.400 millones de euros.

José Miguel García, consejero delegado de Vodafone España.

José Miguel García, consejero delegado de Vodafone España. Vodafone

Sin embargo, para poder poner en marcha su plan de remuneración a sus accionistas, la firma británica tenía aún que encontrar un socio para sus FiberPass, la joint venture que constituyó a principios de 2025 junto a Telefónica. Algo que tras meses de negociaciones se ha producido finalmente este martes.

Vodafone España y Telefónica han cerrado un acuerdo para adquirir un 40% de esta empresa. El cierre de la operación se estima que tendrá lugar en el primer trimestre de 2026, lo que le permitirá a Zegona recibir 400 millones de euros tras reducir Vodafone su participación del 37% al 5%.

De forma paralela, en estos últimos meses la firma ha adoptado otras medidas que también eran necesarias para cumplir con sus planes. En septiembre, con un 99,99% de votos a favor, sus accionistas apoyaron liberar casi 1.230 millones de euros que se consideraban capital no distribuible y que proceden de la prima de emisión de acciones.

A principios de noviembre, este acuerdo de la junta recibió el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales y daba así vía libre a Zegona a destinar ese capital para remunerar a sus accionistas.

Remuneración

En el comunicado de anuncio de la operación con AXA, Eamonn O'Hare, presidente y consejero delegado de Zegona, ha destacado que este acuerdo cumple con el compromiso de la compañía de "monetizar" sus empresas conjuntas de fibra y le proporciona "una importante flexibilidad financiera adicional".

En este sentido, ha añadido que dejan a la empresa en una "buena posición" para ejecutar una política de asignación de capital "favorable" para sus accionistas. Lo que está pendiente de conocer es a qué iniciativas en concreto destinará Zegona estos 1.800 millones de euros.

Una de las medidas que ve más probable el mercado es que la compañía destine una buena parte de esta cantidad a devolverle al grupo británico Vodafone el dinero que le prestó para comprar su filial en España por 5.000 millones de euros en mayo de 2024.

El acuerdo de venta contemplaba que Vodafone recibiría a cambio de ceder el control de su negocio español 4.100 millones de euros en efectivo y 900 millones en forma de acciones preferentes reembolsables (RPS por sus siglas en inglés) que se reembolsarán a más tardar seis años después del cierre de la operación.

Sin embargo, no parece que Zegona vaya a apurar los plazos y todo indica que aprovechará los ingresos obtenidos con las fibercos para adelantar ese reembolso. Una vez esto se produzca, los títulos se cancelarán y los demás accionistas recibirán todo el valor incremental generado por el negocio.

Otras medidas que podrían estar sobre la mesa serían el pago de dividendos extraordinarios, recompras de acciones o amortizaciones de deuda. Todas ellas iniciativas que podrían incluso revalorizar aún más el valor de las acciones de Zegona en la bolsa de Londres.

Como indica la compañía en la presentación de los resultados de su segundo trimestre fiscal, sus títulos se han revalorizado un 753% entre octubre de 2023 y noviembre de 2025. Cuando anunció su intención de adquirir Vodafone España cotizaba a 1,50 libras y el pasado viernes 21 cerraron en 12,8 libras.

La compañía señala que el valor de empresa de Vodafone España ha pasado de los 5.000 millones de cuando se anunció la adquisición (de los que 3.800 millones eran de deuda y 1.200 millones capital) a los 14.700 millones de euros (11.100 millones corresponde con capital y 3.600 millones deuda).