De izquierda a derecha: José Miguel García, consejero delegado de Vodafone España, y Meinrad Spenger, consejero delegado de Masorange.

De izquierda a derecha: José Miguel García, consejero delegado de Vodafone España, y Meinrad Spenger, consejero delegado de Masorange. E.E.

Tecnología

Vodafone y Masorange cerrarán sus alianzas de fibra antes de fin de año para cumplir los acuerdos con sus accionistas

Zegona y Telefónica están a punto de elegir un socio para FiberPass. Masorange y Vodafone prevén cerrar la creación de PremiumFibre este trimestre.

Más información: Masorange, Vodafone y GIC lanzan PremiumFiber, la marca comercial de su empresa conjunta de fibra óptica

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Vodafone España y Masorange esperan completar antes de que acabe el año 2025 los proyectos en marcha para crear dos nuevas joint ventures de fibra óptica en España: PremiumFiber, formada por las dos operadoras junto a la firma de inversión GIC, y FiberPass, participada actualmente por Telefónica y la empresa propiedad de Zegona.

Dos acuerdos que permitirán a ambas compañías de telecomunicaciones seguir adelante con sus planes empresariales y cumplir con los compromisos alcanzados con sus accionistas gracias a los fondos que obtendrán con la venta de una parte de estas joint ventures.

En concreto, Zegona ya ha adelantado que usará los ingresos que reciba de estas operaciones para repartir dividendos a sus accionistas y devolver a la empresa británica Vodafone Group los 900 millones de euros que le prestó para comprar su filial española.

En el caso de la fusión de Masorange, los fondos obtenidos le permitirán reducir su endeudamiento y avanzar hacia su objetivo de reducir su ratio de apalancamiento a 2,75 veces. De esta manera, la compañía llegaría con sus cuentas más saneadas a una posible salida a bolsa a partir de abril de 2026 o una toma de control por parte del grupo francés Orange.

Sin embargo, ambas operaciones están pendientes aún de cerrar sus últimos flecos, algo que se espera tenga lugar en las próximas semanas. Vodafone y Telefónica están en la recta final del proceso para incorporar un socio para FiberPass, mientras que PremiumFibre está ultimando los trámites administrativos que le permitan arrancar sus operaciones.

FiberPass

Telefónica y Vodafone España anunciaron a finales de julio de 2024 que habían alcanzado un principio de acuerdo para crear una empresa conjunta de servicios de fibra óptica en España, mientras que el acuerdo definitivo llegó a principios de noviembre de 2025.

Fiberpass, que es la marca comercial de la sociedad, inició sus operaciones el 1 de marzo, con una cobertura de aproximadamente 3,65 millones de unidades inmobiliarias y alrededor de 1,4 millones de clientes, tras haber obtenido las aprobaciones regulatorias pertinentes y haberse cumplido el resto de condiciones pactadas.

Sin embargo, aún queda un asunto pendiente: dar entrada a un socio financiero en el capital de FiberPass con la venta de hasta un 40% del capital. El pasado mes de agosto, Financial Times señaló que las operadoras mantenían negociaciones avanzadas con AXA Investment Management para que la firma adquiriera alrededor del 30%.

Aunque han pasado más de dos meses de aquello, fuentes conocedoras han indicado a EL ESPAÑOL-Invertia que el acuerdo con el posible socio para que entre en el capital de la joint venture es "inminente".

PremiumFibre

En el caso de PremiumFibre, la situación es diferente. El vehículo de fibra montado por Masorange y Vodafone ya tiene elegido a socio financiero. A principios de agosto de 2025, las compañías anunciaron la venta de un 25% de su joint venture al fondo soberano de Singapur. Un porcentaje inferior al 40% que también habían previsto inicialmente.

En la conferencia de analistas para presentar los resultados del tercer trimestre, Masorange destacó la importancia de esta operación, que supone crear la mayor empresa de fibra de España y, al mismo tiempo, le permite mantener el control de un activo clave.

Asimismo, añadió que, tras haber obtenido el pasado septiembre la autorización del Gobierno de España al tratarse de una inversión directa extranjera, la constitución de la joint venture se completará antes de que concluya el año 2025.

Aunque no se han hecho públicos los términos financieros de la operación, las dos compañías sí informaron de los ingresos netos que obtendrán con la venta del 25% a GIC y la creación de la fibreco. En concreto, Masorange recibirá 3.200 millones de euros, mientras que Vodafone España percibirá 1.400 millones de euros.

Uso de los fondos

Las dos operadoras tienen muy claro a qué dedicarán los fondos que recibirán con estas operaciones. Como recordó Meinrad Spenger, consejero delegado de Masorange, esta semana, estos 3.200 millones irán destinados íntegramente al repago de la deuda.

En concreto, Spenger calculó que podría reducir su ratio de apalancamiento en alrededor de un punto porcentual cuando se complete la transacción. La operadora cerró septiembre con una ratio de 4,3 y la meta que se ha fijado es situarla a medio plazo en las 2,75 veces.

Además, recordó que todo esto se enmarca en el trabajo que está realizando del equipo directivo de Masorange para asegurarse de la empresa está preparada para salir a bolsa en caso de que así lo decidan sus accionistas cuando termine, en abril de 2026, el periodo de bloqueo pactado en el acuerdo de fusión.

También podría ser un aspecto clave para fijar el precio que el grupo francés Orange debería pagar a los fondos que eran dueños de MásMóvil si finalmente decide tomar el control de la joint venture.

En el caso de Zegona, los 1.400 millones que ingresarán por la venta de PremiumFibre más los que reciba cuando entre un socio en fiberpass se destinarán tanto a pagar dividendos a sus accionistas como a devolverle al grupo británico Vodafone el dinero que le prestó por comprar su filial en España.

El acuerdo de venta que se cerró en mayo de 2024 contemplaba que Vodafone recibiría a cambio de ceder el control de su filial española 4.100 millones de euros en efectivo y 900 millones de euros en forma de acciones preferentes reembolsables (RPS por sus siglas en inglés) que se reembolsarán a más tardar seis años después del cierre de la operación.

Sin embargo, no parece que Zegona vaya a apurar los plazos y se prevé que en cuanto se cierren las dos fibreco la firma británica anuncie sus planes sobre la ejecución de ese reembolso y el pago de dividendos. Una vez esto se produzca, los títulos se cancelarán y los demás accionistas recibirán todo el valor incremental generado por el negocio.

Y dado que así se conocerá la estructura definitiva de capital y su valoración final, es posible que vuelvan a surgir nuevos rumores de consolidación que afecten a Zegona, como ha ocurrido en los últimos meses sobre una posible oferta de compra de Telefónica.