De izquierda a derecha: José Miguel García, consejero delegado de Vodafone España, y Meinrad Spenger, consejero delegado de Masorange.

De izquierda a derecha: José Miguel García, consejero delegado de Vodafone España, y Meinrad Spenger, consejero delegado de Masorange. E.E.

Tecnología

Masorange, Vodafone y GIC recibirán dividendos de su nueva empresa conjunta de fibra "desde el primer momento"

Las operadoras cumplen todos los "objetivos estratégicos" que se habían marcado pese a vender un 25% a GIC, frente al 40% previsto inicialmente.

Más información: Masorange y Vodafone venden un 25% de su empresa conjunta de fibra óptica al fondo GIC

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Masorange, Vodafone España y GIC han cerrado este lunes un acuerdo para constituir una empresa conjunta de fibra óptica. Un proyecto con vocación a "muy largo plazo" y que distribuirá dividendos a los tres socios "desde el primer momento", gracias a su capacidad de generación de caja.

Así lo señalan fuentes financieras a EL ESPAÑOL-Invertia, que ponen el foco en que la estructura final de la operación permite a las operadoras cumplir con "todos los objetivos estratégicos" que se habían marcado, pese a que la participación vendida al socio inversor se ha reducido del 40% inicialmente al 25%.

Masorange y Vodafone España anunciaron el pasado 2 de enero que habían alcanzado un acuerdo vinculante para poner en marcha SURF, un proyecto que contemplaba la creación de la mayor fibreco de España, con una huella de más de 12 millones de hogares.

Desde entonces, las dos empresas han trabajado para definir los detalles del proyecto e incorporar un socio financiero a su alianza. Más de seis meses después, Masorange y Vodafone han anunciado este lunes su decisión de elegir al fondo soberano de Singapur como compañero en esta joint venture.

Culmina así un proceso en el que han participado cerca de 20 inversores interesados. Las fuentes inciden en que se ha mantenido en todo momento la "tensión competitiva" y que muchos de ellos han trabajado hasta el final para presentar una oferta.

Dividendos

Según las fuentes, este elevado interés de la comunidad inversora por el activo ha dado lugar a un proceso "muy exhaustivo" de análisis, dada tanto la relevancia como la complejidad, el tamaño y la estructura de la operación.

En este sentido, remarcan que este pone de relieve la "calidad del activo", que permite una generación de caja "excepcional" y presenta un bajo nivel de riesgos. Así lo demuestra, por ejemplo, la deuda captada y que la mayor parte tenga un rating en categoría de grado de inversión.

Además, ese nivel de caja va a permitir a la firma cumplir con el servicio de la deuda y, al mismo tiempo, ser capaz de pagar dividendos a los accionistas "desde el primer momento".

Estos fondos adicionales que obtendrán los accionistas en el futuro se sumarán a los ingresos netos de 3.200 millones de euros y 1.400 millones de euros que recibirán al cierre de la operación Masorange y Vodafone España, respectivamente.

Como ya ha indicado en varias ocasiones, la operadora surgida de la fusión entre Orange y MásMóvil destinará íntegramente esta cantidad al repago de deuda, "garantizando una fuerte reducción del apalancamiento en línea con el ajustado objetivo del grupo de situar su ratio de deuda a medio plazo en 2,75 veces".

Por su parte, la compañía propiedad de Zegona utilizará estos fondos, así como los que obtengan por la entrada de un socio en su joint venture de fibra con Telefónica, para reducir su deuda, pero también para retribuir a sus accionistas.

Porcentaje

Uno de los términos del acuerdo que difiere de lo que se había comunicado previamente es lo relativo al porcentaje que ha adquirido el socio inversor. Finalmente, GIC se ha hecho con 25% de la fibreco, frente al 40% que estaba previsto inicialmente.

Esto desde un punto de vista económico, porque en términos de gobernanza se mantienen los planes iniciales: Masorange tendrá un 50% de los derechos de voto y la otra mitad queda en manos de Vodafone España y el fondo soberano de Singapur como accionistas sindicados.

Con esta estructura, Masorange podrá desconsolidar completamente de su balance la fibreco y la deuda que se ha levantado. Este era uno de los aspectos "clave" que se perseguían con esta operación.

Asimismo, esta estructura deja abierta más flexibilidad futura a los socios de Masorange, que podrán tomar decisiones sobre la fibreco en función de cómo evolucionen las dinámicas del mercado o qué ocurra con su propio accionariado.

Hay que recordar que en marzo de 2026 concluye el periodo de bloqueo en el accionariado de Masorange que se fijó en el acuerdo de fusión de Orange y MásMóvil. A partir de entonces, se podría activar el proceso para una salida a bolsa y la posibilidad de que el grupo francés vuelva a tomar el control de la compañía española.

En definitiva, según las fuentes, las operadoras se han decantado por la oferta que era "más atractiva en su conjunto, incluido en lo económico". Así, añaden que aunque el "cheque de la operación sea "algo menor de lo previsto", sigue siendo "muy significativo".