Un operario trabajando en una antena de telefonía en una zona rural.

Un operario trabajando en una antena de telefonía en una zona rural. Vodafone

Tecnología

Las telecos españolas, a la cola de Europa en 'salud' financiera pese al despliegue de redes y sus sólidas prácticas comerciales

Un estudio de Kearney sobre la situación del sector constata las dificultades de las operadoras de nuestro país para convertir sus inversiones en beneficios.

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Alfonso Muñoz Fernández
Publicada
Actualizada

Los avances en el despliegue de fibra y 5G y unas sólidas prácticas comerciales no son suficientes para que las operadoras españolas de telecomunicaciones logren convertir sus millonarias inversiones en beneficios. De hecho, las telecos de nuestro país se encuentran a la cola de Europa en cuanto a 'salud' financiera.

La consultora Kearney acaba de publicar un adelanto de un informe en el que analiza la 'salud' del sector de telecomunicaciones europeo con datos de 20 países. El propósito de este índice es identificar qué modelos pueden funcionar y cuáles no para generar una industria próspera y sostenible en Europa.

Para realizar este estudio, la firma ha desarrollado un modelo propio que evalúa cinco factores clave del comportamiento del sector en cada uno de estos países: el rendimiento financiero, la capacidad comercial, el despliegue tecnológico, el entorno empresarial y la opinión del cliente.

El índice global sitúa a España en la parte media de la tabla (puesto 12 de 20) con 69 puntos. A la cabeza del ranking se encuentran principalmente los países nórdicos: Noruega lidera con 82 puntos, seguida Suecia con 81. A la cola, Italia con 57 puntos.

Sin embargo, la posición media esconde la gran diferencia entre los puestos que ocupa el sector español en las cinco categorías, que van desde el 17 en el caso del desempeño financiero al segundo en capacidad comercial.

La categoría de rendimiento financiero mide la capacidad de los operadores para generar un adecuado retorno sobre el capital empleado (ROCE) y beneficio operativo (Ebitda). Y, con 47 puntos, España se sitúa a la cola de Europa y muy lejos de los países líderes: República Checa (92 puntos) y Suecia (91 puntos).

Kearney destaca que un sector saludable es aquel que es capaz de sostener su nivel de inversión. Sin embargo, en Europa el ROCE promedio ha disminuido del 6,7% en 2014 al 5,9% en 2023, lo que impide a la industria de la región mantener el liderazgo que tuvo en el pasado en telecomunicaciones.

Capacidad comercial

Las dificultades de las operadoras españolas para generar beneficios y un retorno del capital empleado contrastan con la fortaleza de sus capacidades comerciales. En esta variable, el país ocupa la segunda posición con 75 puntos, por detrás de Suiza (80 puntos).

En esta categoría, Kearney evalúa cómo los operadores son capaces de adaptar sus precios en relación con la inflación, cómo mantienen y aumentan el ingreso promedio por usuario (ARPU), cómo realizan ventas cruzadas de servicios fijos y móviles o cómo impulsan una alta adopción de fibra y 5G.

El sector español también muestra datos positivos en lo que se refiere a su capacidad de desplegar infraestructura digital de alta velocidad con tecnologías como la fibra óptica y 5G. Con 78 puntos, se sitúa en la sexta posición.

A este respecto, la consultora recuerda que en su último índice 5G España obtuvo una sólida puntación, de 7,5 sobre 10, gracias a las iniciativas de comercialización llevadas a cabo por los operadores de telecomunicaciones del país.

En las otras dos categorías del informe, España se encuentra en la parte media de la tabla. En concreto, en la de entorno de negocio ocupa la décima posición (82 puntos) y en la de sentimiento del cliente, la undécima (79 puntos).

Por entorno de negocio se entienden los factores macroeconómicos que proporcionan una base sólida para que las empresas de telecomunicaciones tengan éxito en un país, como la situación económica, la calidad regulatoria y del talento o el nivel de digitalización de la Administración.

Hallazgos

Tras analizar los datos de los 20 países, Kearney saca una serie de conclusiones sobre qué es necesario para que los operadores europeos puedan crecer y fortalecer su posición en un entorno marcado por la situación geopolítica y los rápidos avances tecnológicos, como la IA.

En primer lugar, apunta que los mercados más consolidados "tienden a generar mayores márgenes de Ebitda y un mayor ROCE". Así, los países con tres operadores móviles tienen una puntuación media global (70) frente a aquellos en los que hay cuatro (67), "con una diferencia particularmente notable en el rendimiento financiero".

Esto sugiere que, con un equilibrio adecuado, un mercado puede ser mucho más saludable financieramente con menos operadores sin comprometer la calidad del servicio o la infraestructura. Por ello, defiende que movimientos de consolidación como la fusión de MásMóvil y Orange en España siguen siendo "un factor clave".

La consultora también concluye que el tamaño por sí solo, ya sea la escala del mercado o sus datos de PIB, no garantiza la salud del sector. De hecho, el informe revela que el 70% de la población europea vive en países que se encuentran en la mitad inferior del índice, lo que es "un gran obstáculo para el progreso económico y social del continente".

5G y fibra

Por otro lado, incide en que la adopción del 5G no es suficiente, también debe monetizarse de una manera efectiva. El estudio muestra que los mercados más saludables no sólo lideran en el despliegue, sino que combinan una infraestructura madura con una fuerte comercialización.

En cuanto a la fibra, la firma remarca que su éxito depende tanto del despliegue como de la adopción. Los países con mejores datos en ambas métricas, como España, muestran una tasa de adopción del 84% y una cobertura del 90%.

Esto se traduce en un ROCE que es casi el doble (11%) para los operadores de estos países en comparación con aquellos con alto despliegue pero baja adopción (6%). Por ello, considera que los países y sus telecos deben centrarse en impulsar la adopción de fibra para asegurar un rendimiento financiero adecuado.

Por último, Kearney remarca que aunque a los clientes les gustan los precios bajos, la calidad de la red también impulsa su percepción de valor y satisfacción. "Los mercados con altas puntuaciones de sentimiento del cliente tienden a superar el rendimiento general del índice, especialmente en el despliegue tecnológico y el rendimiento financiero", subraya.