Las termosolares reivindican su papel en la red: "Somos una batería durante la noche y renovable síncrona por el día"

España es líder mundial en desarrollo e innovación de energía termosolar, esa 'hermanita' de la fotovoltaica que muchas veces se queda a su sombra y a la que no se le está haciendo justicia en su papel para dar estabilidad al sistema eléctrico peninsular.

De hecho, a diferencia de los paneles de silicio, tras la puesta de sol, la termosolar sigue generando electricidad gracias a las sales térmicas, un sistema de almacenamiento con una producción que se sitúa entre las 9 y las 12 horas, dependiendo del día.

"Somos la batería que produce electricidad durante la noche y la generación solar que aporta estabilidad e inercia al sistema durante el día", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Óscar Balseiro, secretario general de Protermosolar.

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Actualmente nuestro país es líder en capacidad instalada con 2.300 MW entre Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, y el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) prevé que para 2030 se llegue a los 4.800 MW.

Pero, "tal y como estamos a día de hoy, no vamos a llegar a esa cifra, se suelen tardar entre 4 y 5 años en construir una planta, y no hay ningún proyecto sobre la mesa", puntualiza Balseiro.

China, en los talones

De hecho, con esta paralización, "nos va a adelantar China con el impulso que está dando a esta tecnología. El país asiático se ha propuesto construir alrededor de 3.000 MW anuales de nueva capacidad con más de 30 proyectos de termosolar con almacenamiento en construcción".

China la impulsa porque la CSP es imprescindible para un sistema renovable, robusto, autónomo y actúa como reguladora y estabilizadora frente a la intermitencia de la solar fotovoltaica y la eólica.

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"Es una de las pocas renovables que puede equilibrar el sistema y evitar incidentes como el apagón general ocurrido el 28 de abril en España, el problema es que la regulación es obsoleta y no nos considera una central síncrona como los ciclos combinados o la nuclear, pero actuamos igual", señala el portavoz de la asociación del sector.

Un sector con sello 'made in Spain', porque no solo agrupa a las principales compañías y agentes de la cadena de valor de la energía termosolar en España sino que cuenta con tecnólogos que exportan conocimientos y soluciones a todo el mundo.

Baterías y sales fundidas

“La termosolar se encuentra en un momento decisivo para contribuir con mayor intensidad a la estabilidad de la red eléctrica, ampliar el almacenamiento térmico y la producción energía renovable de manera flexible, especialmente durante las horas nocturnas”, explica a este diario Balseiro.

"Pero necesitamos que se ajuste la normativa, por ejemplo, solo un 40% de las centrales dispone de sales fundidas, y hay margen para llegar a un 60%, pero como la ley está descontextualizada no nos permite llegar al 100% porque se consideraría un cambio y perderíamos el régimen retributivo del RECORE (sistema que les garantiza una rentabilidad mínima)".

"Además, tiene un valor estratégico, debe formar parte del mercado de capacidad que va a lanzar el Gobierno en los próximos meses", y así competir con las baterías de litio, los bombeos hidráulicos, los ciclos combinados u otros agentes del mercado como la nuclear o los agregadores de la demanda.

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“En este contexto, buscamos afianzar nuestra relación con los principales stakeholders del sector, fortalecer las relaciones informativas y dar a conocer a un público más amplio los beneficios de esta tecnología", añade.

Óscar Balseiro reconoce que "el capital privado está muy interesando en invertir en nuevas plantas, pero debe haber señales por parte de la regulación. Por ejemplo, también estaríamos interesados en participar en subastas de renovables, pero mejor diseñadas respecto a la de 2022".

Empleo rural

En definitiva, la termosolar es una tecnología que nuestro país tiene la suerte de disfrutar, gracias a nuestra situación geográfica en el planeta, a las dimensiones de nuestra superficie y a la visión emprendedora de nuestros científicos.

Además, se ha convertido en un motor silencioso para la España vaciada, reforzando la economía local y generando empleo cualificado y permanente en zonas donde otros recursos escasean.

La energía termosolar emplea actualmente en España aproximadamente 6.000 personas de forma directa e indirecta, según los últimos datos de Protermosolar (julio 2025), cada planta termosolar genera entre 50 y 60 empleos técnicos directos e indirectos.

La contribución en empleo es una de las más altas por MW instalado dentro del sector renovable español, destacándose también por la estabilidad y cualificación de los puestos creados.