La última interconexión eléctrica entre Francia y España inaugurada en 2015 entre Santa Llogaia y  Baixàs

La última interconexión eléctrica entre Francia y España inaugurada en 2015 entre Santa Llogaia y Baixàs Comisión Europea

Observatorio de la Energía

La UE impulsará las conexiones eléctricas entre España y Francia pero admite que París tiene derecho de veto

Bruselas incluye entre los proyectos prioritarios los dos cables a través de los Pirineos que Francia rechaza y también el corredor de hidrógeno verde entre Portugal y Alemania.

Más información: La escasez de interconexiones eléctricas con la UE, principal eslabón débil de la red española: Francia se resiste a ampliarlas

Publicada
Actualizada

Las claves

La Comisión Europea impulsa nuevas interconexiones eléctricas entre España y Francia para abaratar la factura de la luz y reforzar la independencia energética de la UE.

Francia mantiene derecho de veto sobre los proyectos y ha sido reacia a ampliar las conexiones, priorizando solo el cable submarino del Golfo de Vizcaya.

Se incluyen como prioritarios dos nuevos interconectores a través de los Pirineos, con una inversión prevista de 1.200 millones de euros cada uno, pero enfrentan reticencias del Gobierno francés.

Bruselas propone plazos máximos para permisos, mayor financiación y un reparto más justo de costes para superar los actuales cuellos de botella en las interconexiones.

La Comisión de Ursula von der Leyen se ha comprometido este miércoles a impulsar las interconexiones energéticas entre España y Francia como parte de un paquete de medidas para reforzar las redes europeas, cuyo objetivo es abaratar la factura de la luz y garantizar la independencia energética de la UE

El comisario de Energía, Dan Jorgensen, sostiene que este plan ayudará a prevenir apagones como el ocurrido en abril en España y Portugal. "Aunque las conclusiones aún no están finalizadas, nuestros expertos nos dicen que los motivos fueron probablemente locales y técnicos, pero también señalan que lo mejor para evitar apagones en el futuro es estar mejor conectados".

No obstante, Bruselas ha afirmado por primera vez públicamente que "Francia ha sido algo reacia" a avanzar en la integración del mercado eléctrico europeo, y ha reconocido que en última instancia el Gobierno de Emmanuel Macron mantendrá el derecho de veto en materia de interconexiones.

El Ejecutivo comunitario ha publicado una lista de ocho "autopistas energéticas" prioritarias para configurar la "columna vertebral" del sistema europeo, en la que incluye dos proyectos españoles.

Se trata en primer lugar de dos nuevos interconectores eléctricos a través de los Pirineos, que París ha rechazado ejecutar hasta ahora: Navarra-Landes y Aragón-Pirineos Atlánticos.

El segundo proyecto prioritario es el corredor H2med de hidrógeno verde entre la Península Ibérica y Alemania, que incluye una tubería submarina entre Barcelona y Marsella.

"La Península Ibérica sigue estando insuficientemente conectada al resto del mercado energético de la UE, con una capacidad transfronteriza actual entre Francia y España limitada a 2,5 GW. Esto dificulta la integración del mercado, provoca diferencias de precios persistentes y limita la integración de energías renovables", señala el informe de Bruselas.

Además del proyecto de interconexión de la bahía de Vizcaya, que se encuentra en construcción, el objetivo de estos dos proyectos eléctricos adicionales en los Pirineos es "aumentar la capacidad total de interconexión a 8 GW para 2040, fortalecer la resiliencia del sistema y reducir las restricciones en renovables".

Las dos nuevas interconexiones pirenaicas han sido reconfirmadas como proyectos prioritarios de la UE para abordar este cuello de botella. En mayo de 2025, la conexión Navarra-Landes recibió una subvención europea de 11,1 millones para estudios preparatorios.

"A pesar de su importancia estratégica, los avances han sido relativamente lentos, y aún queda trabajo por hacer en los refuerzos internos y en clarificar el enfoque de financiación", se queja el Ejecutivo comunitario.

¿Qué puede hacer la Comisión Europea para superar la negativa de Francia? "Creo que no ofendo a nadie si digo que a veces Francia ha sido algo reacia a aumentar sus interconexiones", ha respondido el comisario de Energía, el danés Dan Jorgensen.

"Pero incluso un país como Francia evita 40 apagones al año gracias a estar conectada a sus vecinos", ha agregado Jorgensen.

Según el análisis de Bruselas, los dos principales escollos que bloquean las interconexiones energéticas entre España y Francia son la lentitud en la concesión de los permisos, así como el reparto de los costes. El paquete sobre redes eléctricas presentado este miércoles contiene iniciativas legislativas para corregir estos cuellos de botella.

En primer lugar, la UE fijará por primera vez plazos máximos para los procedimientos de autorización de todos los proyectos de infraestructuras, almacenamiento y estaciones de recarga, que no podrán superar los 2 años, con un tope de 3 para los proyectos más complejos. En la actualidad, los permisos pueden tardar hasta una década.

Además, el paquete incluye medidas para garantizar un reparto justo y transparente de los costes de las interconexiones transfronterizas. En concreto, se facilita la participación voluntaria de otros Estados miembros que puedan verse beneficiados, como Portugal o Alemania en el caso del enlace entre España y Francia.

El comisario de Energía, Dan Jorgensen, durante la rueda de prensa de este miércoles en Bruselas

El comisario de Energía, Dan Jorgensen, durante la rueda de prensa de este miércoles en Bruselas Comisión Europea

Finalmente, se establecen nuevas reglas para destinar una parte de los ingresos por congestión —aquellos generados cuando la oferta y la demanda no pueden equilibrarse en mercados conectados— a financiar infraestructuras eléctricas transfronterizas, fomentando así un reparto de costes más equitativo.

Bruselas también ha propuesto multiplicar por cinco la financiación para interconexiones energéticas en el próximo presupuesto plurianual 2028-2034, hasta alcanzar los 30.000 millones de euros.

En última instancia, Jorgensen ha destacado que la Comisión facilitará el diálogo a nivel político entre Francia y España y hará propuestas sobre cómo resolver los problemas identificados. De hecho, para el primer trimestre de 2026 hay programada una reunión a nivel ministerial y Bruselas espera que allí se anuncie el inicio de al menos uno de los dos proyectos.

Pero pese a todas estas iniciativas, el Ejecutivo comunitario admite que en última instancia no puede obligar a Francia a aceptar nuevas interconexiones con España.

"Según el Tratado, los Estados miembros conservan el derecho último a decidir o, si lo prefieren, a vetar, los proyectos de infraestructura que afecten a su territorio. Este es un derecho recogido en el Tratado y una limitación con la que operamos", explica un alto funcionario comunitario.

"Pero creemos que, con las medidas que proponemos, seremos capaces de impulsar aquellos proyectos sobre los que existe un acuerdo general de que son beneficiosos en conjunto", añade el alto funcionario.

El 'no' de París

La Península Ibérica ha sido reconocida por la propia Comisión como una "isla energética", ya que la ratio de interconexión eléctrica en España se situó en el 4,2% de la capacidad instalada de generación en 2024. Una cifra que está muy lejos del objetivo de al menos el 10% para 2025 y al menos el 15% para 2030.

Los dos nuevos interconectores eléctricos a través de los Pirineos que quiere impulsar Bruselas (Navarra-Landes y Aragón-Pirineos Atlánticos) tienen un coste estimado de 1.200 millones de euros cada uno y juntos aumentarían la capacidad de interconexión entre España y Francia hasta los 8.000 MW.

Pero el Gobierno de París ya ha dicho que no está por la labor de desarrollar estos proyectos y se planta de momento en el cable submarino del Golfo de Vizcaya, que se prevé que entre en funcionamiento en 2028 y duplicará la capacidad de interconexión entre Francia y España, hasta alcanzar los 5.000 MW, el equivalente a 5 millones de hogares.

En un informe publicado el año pasado, la Comisión de Regulación de la Energía de Francia (CRE) alega que "hay que abordar los diferentes proyectos unos tras otros, dando prioridad a la finalización del proyecto del Golfo de Vizcaya".

"En este momento, los análisis coste-beneficio realizados no han demostrado que los beneficios aportados por los proyectos adicionales (en referencia a los dos interconectores eléctricos a través de los Pirineos) superen a los costes", sostiene el regulador francés.

Debido a esta negativa rotunda de París, el Gobierno de Pedro Sánchez ha excluido estas dos interconexiones con Francia de su plan para la red eléctrica española a 2030.

Inversión necesaria de 1,2 billones

Bruselas estima que se necesita una inversión de 1,2 billones de euros en las redes eléctricas de la UE de aquí a 2040 para garantizar la seguridad de suministro y la integración de las renovables.

"El coste de la inacción es descomunal", avisa el Ejecutivo comunitario. La UE todavía depende en gran medida de combustibles fósiles importados, lo que le expone a la volatilidad de precios y a riesgos geopolíticos.

En 2024, el precio de la electricidad industrial en la UE alcanzó 0,199 € por kWh, frente a 0,082 € en China y 0,075 € en EEUU.

El desarrollo de la red eléctrica puede generar un valor añadido real y ahorros de costes para los europeos, sostiene Bruselas.

Una mayor integración del mercado podría generar ahorros anuales de 40.000 millones de euros, mientras que incrementar el comercio eléctrico transfronterizo en un 50 % podría aumentar el crecimiento anual del PIB de la UE en unos 18 000 millones para 2030.