Christian Bruch, CEO de Siemens Energy.

Christian Bruch, CEO de Siemens Energy. Kay Nietfeld / dpa

Observatorio de la Energía

Siemens Energy 'aprieta' a Gamesa con más recortes y un control de la inversión para borrar las pérdidas en 2026

La recuperación de su filial eólica requerirá también medidas para mejorar la productividad en la tecnología eólica marina y del servicio terrestre.

Más información: Siemens Gamesa eleva sus pérdidas un 9,2% en los nueve primeros meses, hasta los 1.358 millones de euros

Publicada

Siemens Gamesa tropieza de nuevo en su senda hacia la recuperación. El aumento de los costes de la eólica marina (offshore), los problemas de calidad en sus turbinas terrestres (onshore), la actualización anual de modelos estadísticos y los aranceles de Trump han arrastrado a la compañía a unas pérdidas de 1.358 millones de euros.

Con la meta de abandonar los números rojos en 2026 cada vez más cerca -un compromiso asumido por Siemens Energy en 2023-, el aumento del 9,2% en sus pérdidas en los primeros nueve meses de su año fiscal 2025 ha llevado al gigante alemán a anticipar nuevas medidas para su filial española.

"Vamos a tener que seguir analizando de cara a 2026 medidas adicionales de reducción de costes, ya que los ingresos por nuevas unidades terrestres están siendo menores de lo que anticipábamos", reveló este miércoles Christian Bruch, CEO de Siemens Energy, en una llamada con analistas.

Se trata de un “enfoque extremadamente riguroso en los costes por todos lados”, que incluirá “no sólo recortes, sino también un despliegue muy cuidadoso del capex (inversiones en capital), teniendo en cuenta las perspectivas del mercado”, dijo.

Otra palanca clave para estabilizar Siemens Gamesa será la mejora de la productividad en la tecnología eólica marina. “Principalmente, la entrega del aerogenerador offshore modelo Mark VI será fundamental también para el próximo año”, explicó el consejero delegado de Siemens Energy.

Además, la “mejora del servicio terrestre será esencial para recuperar la rentabilidad de un negocio que sufrió un impacto significativo en el pasado”, añadió.

Cabe recordar que Siemens Energy se había fijado el objetivo de mantener las pérdidas de Siemens Gamesa en torno a los 1.300 millones de euros para el ejercicio fiscal 2025, que finaliza en septiembre.

En este sentido, Bruch aclaró algunos aspectos clave del tercer trimestre: “El impacto de los aranceles fue puntual, vinculado a acuerdos de servicio heredados cuyos costes no podemos repercutir a los clientes, por lo que es un efecto no recurrente. Además, la actualización anual de los modelos estadísticos tuvo un impacto significativo de dos dígitos”.

“Si eliminamos estos dos efectos, se aprecia una mejora subyacente en el rendimiento operativo”, continuó. Con estos ajustes, según Bruch, el cuarto trimestre debería permitir al grupo alcanzar el objetivo de pérdidas, situándose en torno a 1.300-1.340 millones para todo el año.

Impacto de los aranceles

Más allá del aumento de costes vinculados a la continua expansión de las actividades offshore y los problemas de calidad en el área onshore, los aranceles de Estados Unidos tuvieron en Siemens Gamesa un impacto de doble dígito.

De hecho, representó casi la mitad del golpe total sufrido por Siemens Energy, que ascendió a 100 millones de euros en su tercer trimestre.

Además, Siemens Gamesa realizó la actualización anual regular de los modelos estadísticos para la evaluación de la flota de más de 100 GW mantenidos. Esta revisión, que considera las tasas de fallos y los supuestos de costes, también tuvo un impacto de doble dígito alto, aunque dentro de lo esperado.

“Si eliminamos estos dos efectos, se aprecia una mejora subyacente en el rendimiento operativo, gracias a las medidas de productividad y la evolución positiva del negocio marino”, defendió el ejecutivo.

Los pedidos dan un respiro

A pesar de las pérdidas, Siemens Gamesa registró un aumento notable en sus pedidos respecto al año anterior. Este crecimiento se debió principalmente al negocio offshore, que logró cerrar dos importantes contratos para turbinas eólicas en el Mar Báltico, valorados en 1.800 y 1.500 millones de euros, respectivamente.

En el negocio de eólica terrestre, la cartera de pedidos alcanzó los 38.000 millones de euros, aunque su crecimiento se vio limitado por los efectos negativos de la conversión de divisas.

Además, se inició la comercialización del sucesor de la plataforma 5.X, el modelo SG 7.0-170. "Para asegurar la calidad y el rendimiento, se revisó profundamente la arquitectura de la máquina, los componentes principales y los procesos de producción", explicó el consejero delegado de Siemens Energy.

Durante esta fase de lanzamiento "se continuarán las pruebas de prototipos para validar los resultados técnicos obtenidos hasta ahora", aseguró. La producción en planta se ampliará gradualmente conforme avancen las validaciones.

Dentro de esta línea, Siemens Gamesa recibió el primer pedido para la turbina revisada 4X, con un enfoque especial en el mercado del sur de Europa. La compañía suministrará ocho turbinas para el parque eólico La Brazza, en el País Vasco, el primer desarrollo eólico nuevo en esa región en dos décadas.