Fotomontaje del presidente de los EEUU, Donald Trump, con el fondo de un metanero de GNL.

Fotomontaje del presidente de los EEUU, Donald Trump, con el fondo de un metanero de GNL. Invertia

Observatorio de la Energía

Trump obliga a la UE a triplicar sus importaciones de energía de EEUU, algo “inviable” al depender de las empresas

La UE, supuestamente, comprará 750.000 millones de dólares en petróleo y gas de EEUU, además de otros productos, como el combustible nuclear.

Más información: Trump presiona con el gas en la negociación de aranceles con la UE: gasistas como Eni amplían las compras a largo plazo

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¿Puede la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, comprometerse con la Administración estadounidense de Donald Trump a que las empresas del Viejo Continente tripliquen sus compras de energía a sus homólogas al otro lado del Atlántico?

"No se puede obligar a las empresas europeas a comprar el gas natural licuado (GNL) de EEUU, ni el petróleo, dependerá de que sean competitivos los precios y que esas empresas quieran y lo necesiten", explican fuentes del sector gasista europeo a EL ESPAÑOL-Invertia.

Lejos de ser una concesión importante a Trump, la promesa parece ser poco más que una fachada. "Es en gran medida una mera actuación", ha dicho por su parte, Nils Redeker, del centro de estudios Jacques Delors Centre.

En los últimos años, Estados Unidos se ha convertido en un proveedor importante de gas natural licuado para Europa, llegando a representar hasta el 80% de las importaciones de GNL para algunos países europeos.

Esto se debe, en parte, a la creciente producción de GNL en Estados Unidos y a la disminución de las importaciones de gas ruso por parte de Europa.

Una promesa llena de aire

Como parte del acuerdo, Trump y Von der Leyen acordaron que la UE compraría 750.000 millones de dólares en petróleo y gas natural licuado de Estados Unidos, una cifra que también incluiría otros productos energéticos, como el combustible nuclear.

Esto supone 250.000 millones de dólares en nuevas compras de energía cada año, lo que, según la jefa de la Comisión, también ayudaría a acabar con la dependencia que sigue teniendo la UE de las importaciones rusas.

Pero según los expertos consultados por este diario, Bruselas no tendrá la capacidad para cumplir esta promesa, ya que las inversiones provendrían exclusivamente del sector privado.

En teoría, el acuerdo supone una gran victoria para las empresas estadounidenses de petróleo y gas. En la práctica, los expertos afirman que es inviable.

Para empezar, alcanzar ese objetivo requeriría que la UE triplicara sus importaciones de energía de Estados Unidos, según las cifras del año pasado.

Y para continuar, en su lugar, las empresas estadounidenses deberían desviar todos sus flujos energéticos mundiales hacia el Viejo Continente, e incluso más, según explica Politico.

En comparación, las ventas totales de energía de Rusia a la UE ascendieron a solo 23.000 millones de euros el año pasado.

Pero las cifras no son lo importante, hay una razón mucho más poderosa: la decisión de importar está en manos de empresas privadas.

Más compras, pero insuficientes

Desde la invasión rusa en Ucrania, las importaciones de GNL estadounidense se han disparado. De hecho, Estados Unidos se ha convertido en 2025 el líder mundial en exportaciones de gas y el principal proveedor de este recurso para Europa.

Las cifras de 2025 muestran importaciones récord y una consolidación del liderazgo de EEUU como exportador mundial. Los principales países receptores en Europa son Países Bajos, Francia y Reino Unido.

El gigante americano abastece casi la mitad de las importaciones de GNL de la Unión Europea. En el primer semestre de 2025, alrededor del 48% y el 50% del GNL importado por Europa provino de EEUU.

Durante los primeros meses de 2025, entre el 66% y el 86% de las exportaciones de GNL desde EEUU tuvieron como destino Europa, en función de las condiciones de mercado, la estacionalidad y la fluctuación de la demanda.

Acuerdos a largo plazo

Una de las opciones para dar vía libre al compromiso de Von der Leyen es potenciar la plataforma conjunta de compra de gas (AggregateEU), que creó hace dos años la Comisión Europea.

"Podría servir para agregar la demanda y fortalecer la posición negociadora de los compradores de la UE, incluido el GNL estadounidense, pero eso beneficia a ambas partes porque sería a cambio de mejores precios", continúan las fuentes gasistas consultadas por este diario.

Aun así reconocen que "una cosa es una promesa política ... Y otra la realidad, así que ya veremos, porque este acuerdo deja muchas dudas, entre ellas, que no sabemos aún cómo lo van a hacer y cómo lo van a verificar", concluyen.

Mientras tanto, en los últimos meses, grandes petroleras y gasistas europeas, como Galp, BP, SEFE Energy o Eni están llegando a acuerdos de compra a largo plazo con las productoras estadounidenses, sobre todo con el gigante Venture Global.

Combustible nuclear

Además de gas, Trump también quiere vender a Europa su petróleo y un producto más: combustible nuclear. Pero para ello, este tipo de exportaciones requiere la aprobación de la Nuclear Regulatory Commission (NRC) y el Departamento de Energía de EEUU, que evalúan los destinos y la trazabilidad del material para evitar riesgos de proliferación.

Por eso, este año, EEUU ha acelerado los plazos para otorgar licencias y ha flexibilizado trámites refutatorios para fomentar las exportaciones nucleares, incluido combustible.

Y en este caso, no sólo gana Trump. Las exportaciones a Europa, además de ser prioridad estratégica para EEUU, dejan solucionado el veto al uranio ruso de los últimos paquetes de sanciones aprobados por Bruselas.