Máquinas extractoras de petróleo.

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Observatorio de la Energía

El precio del Brent retoma los 80 dólares de enero y va camino de su primera caída trimestral seguida desde 2019

Esta tendencia bajista ha sido propiciada en gran medida por la pérdida de fuerza económica de Estados Unidos y China.

23 diciembre, 2022 11:30

El precio actual del petróleo se ha situado en unos 80 dólares por barril, lo que ha retornado al crudo a su posición inicial de este año (en enero valía la misma cantidad), aunque continúa lejos de la posterior subida que experimentó a principios de marzo, donde llegó a alcanzar los 133 dólares por barril.

Para el CEO de Tempos Energía, Antonio Aceituno, esta ligera estabilización del precio del brent respecto a los últimos días "va camino de su primera caída trimestral consecutiva desde mediados de 2019".

Las causas de esta tendencia, según ha subrayado Aceituno, se deben a "la pérdida de fuerza económica de Estados Unidos y China", ya que "la primera potencia ha sufrido las consecuencias de una inflación en máximos de los últimos 40 años, viendo reducidas tanto sus ventas minoristas como su producción fabril en un 0,6%".

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En cuanto a China, Aceituno ha destacado que el país "perdió fuerza en noviembre". En su opinión, "si bien la producción de las fábricas aumentó un 2,20% respecto al año anterior, se dibujó una desaceleración significativa desde el crecimiento del 5% observado en octubre, y a esto también se le añade la caída en las ventas minoristas hasta casi un 6%", según ha apuntado.

"Estos datos reflejan las peores lecturas de China en seis meses, obstaculizadas por el aumento de los casos de Covid-19 y las restricciones generalizadas del virus", ha señalado el experto.

Rusia, China y EEUU

Paralelamente, el precio del barril ruso, Urals, ha continuado cotizando por debajo del límite de los 60 dólares por barril, lo que le ha permitido fluir libremente por Asia en torno a los 45 dólares, mientras que, en Norteamérica, Canadá, que no se vio afectada por una fuga de alrededor de 14.000 barriles en Kansas, ha anunciado la reanudación de la parte del oleoducto Keystone, según ha expuesto Tempos Energía.

Un panorama global que ha invitado a pensar, según indica el análisis realizado por la consultora energética, en un mercado "con tendencia bajista". Esto se ha debido, principalmente, a la incertidumbre existente respecto a cómo manejarán la inflación los bancos centrales y la Reserva Federal. Asimismo, el futuro del precio del petróleo quedará sujeto a la transición que se producirá en China durante los próximos meses para cambiar sus restrictivas políticas contra la Covid.

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Al respecto de la importancia de China en cuanto al rumbo que pueda tomar el mercado del petróleo, Antonio Aceituno ha resaltado que "el procesamiento de crudo se ha reducido en este país en casi 1,8 millares de barriles diarios".

Y lo ha hecho "en comparación con una proyección de la tendencia de cinco años previa a la pandemia (2015-2019), y parte de esa importante cantidad es justamente la que está en juego".

Suelo en 70 dólares

Tras su análisis del mercado del crudo internacional, la consultora energética ha determinado que, de cara a los próximos meses, el suelo del Brent podría estar situado en los 70 dólares por barril, ya que es justamente ese precio el que haría de resorte para ver una nueva entrada de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en el mercado. En cuanto al techo, si todo va bien, se verá al Brent aproximarse a los 100 dólares por barril durante el primer cuatrimestre o semestre del año que viene, debiéndose producir unas condiciones muy concretas para ello.

Por último, Tempos Energía ha concluido que la Reserva Federal y el resto de los bancos centrales deberán saber gestionar el gran problema de la inflación, y, con ello, el aterrizaje suave de sus economías, evitando en la medida de lo posible una probable recesión.

Todo ello teniendo en cuenta que la reapertura de China podría impulsar la presión alcista sobre los precios en ese 2023, junto al funcionamiento del mercado asiático como vía de escape para el crudo de la Unión Europea.