Mercados energéticos

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Observatorio de la Energía

CO2, cobre, petróleo… no hay freno para las 'commodities' de la transición energética

El viraje hacia un nuevo modelo en el sector de la energía y de la movilidad ha empujado al alza los materiales necesarios para el cambio. 

29 abril, 2021 02:30

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Este año no solo será recordado por el comienzo del fin de la pandemia, sino por el viraje definitivo de las grandes potencias, como China, EEUU y UE, hacia un modelo económico más descarbonizado. Y eso ha empujado a niveles récord el precio de las materias primas necesarias para la transición energética: cobre, aluminio, paladio, petróleo, gas y también el CO2. La reacción de los mercados ha renovado el optimismo entre los directores ejecutivos de las empresas de energía, según la consultora KPMG.

Dentro de los activos que están afectando a la subida de las materias primas, el cobre está en los máximos históricos de los últimos diez años. En los últimos 12 meses el precio del cobre ha remontado un 111,9%, superando por primera vez en la década, los 4,5 dólares por libra en el mercado estadounidense, a menos de un 3% de los máximos que se vieron el 14 de febrero de 2011, en los 4,62 dólares por libra.

Según Edoardo Fusco Femiano, analista de mercado de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, se confirma que rompe con fuerza los máximos recientes de la zona de los 4,30 dólares.

Según el experto, el próximo objetivo en el horizonte está en el área de los 4,70 dólares, con la posibilidad de una mayor extensión del aumento hacia el área de los 5,10 dólares. A medio plazo, el soporte principal permanece en el área de los 4,10 dólares.

cobre

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Coincide en este análisis Carsten Menke, jefe de investigación de próxima generación, Julius Baer. "Los precios del cobre parecen estar apuntando a un hito mágico. Si bien la atención se ha centrado en la fuerte demanda durante la mayor parte de los últimos meses, parece haberse desplazado hacia el lado de la oferta más recientemente en medio de huelgas en Zambia y Chile".

Los precios han superado los máximos recientes y ahora parecen apuntar al hito mágico de 10 dólares por tonelada. Durante la mayor parte de los últimos meses, el mercado del cobre se centró firmemente en la demanda, ya que China se recuperó rápidamente de la crisis del coronavirus y otros países desataron un estímulo de tecnología verde para sacar su economía de la crisis.

Para Julius Baer, "si bien ambos factores siguen vigentes por ahora, creemos que se compensarán entre sí a largo plazo. La demanda china de cobre se desvanecerá en el contexto de una demografía desfavorable y la transición de la economía de un crecimiento impulsado por la inversión a un crecimiento impulsado por el consumo. Por lo tanto, no vemos que el mercado del cobre entre en un superciclo".

Paladio y aluminio

Este metal, el paladio, ya cotiza en máximos históricos. En su caso es debido a que "la recuperación de la demanda de los fabricantes de automóviles exacerbará un déficit de oferta", según explican distintos expertos.

Este metal se monta en los motores de gasolina para frenar las emisiones más contaminantes, y los futuros que cotizan sobre él escalan cerca de un 30% desde mínimos del año, superando el récord que marcó justo antes del crash mundial de marzo de 2020, por el impacto de la pandemia en la actividad global.

El paladio se disparó a un máximo histórico de 2.875 dólares la onza el viernes. Las interrupciones en la producción del principal productor Norilsk Nickel y las previsiones de una creciente demanda de automóviles están impulsando el repunte.

En el caso del aluminio, los precios en el mercado de Shanghai durante la semana pasada estaban en su nivel más alto desde 2010. China había comprado volúmenes récord del metal en 2020, gracias a un repunte de la demanda interna. La fuerte demanda empujó los precios de Shanghái por encima de los precios de Londres. 

Petróleo y gas 

En una fase en la que diversas materias primas han dado lugar a un impulso alcista que los ha llevado a actualizar máximos relativos o absolutos, el petróleo está dando señales de mantener los precios actuales, después de haber creado una base de precios en la zona de los 60 dólares, según Edoardo Fusco Femiano.

El primer nivel clave está en la zona de los 63,70 y 67,80 dólares. Por encima de estos niveles, el WTI apuntaría a la zona de los 72 dólares, la más alta desde julio de 2018. El impulso alcista aún no se ha producido, pero la tenencia de los mínimos de estas semanas favorece un enfoque constructivo del instrumento. A corto plazo, el área de los 58 dólares sigue siendo el soporte principal, por debajo del cual la corrección podría extenderse al área de los 50 dólares.

Por otro lado, las noticias sobre las conversaciones con Irán y la relajación de las restricciones de suministro de las naciones petroleras presionaron los precios del petróleo. Según Norbert Rücker, director de Economía e Investigación de Próxima Generación del banco suizo Julius Baer, el estímulo y la vacunación deberían provocar un rebote de la demanda de petróleo hacia el verano, endureciendo el mercado y elevando los precios. "Vemos que los precios del petróleo se mueven mucho más allá de los 70 dólares por barril hacia mediados de año", dice.

Evolución del petróleo

Evolución del petróleo

"Seguimos viendo un repunte sustancial de la demanda en los próximos meses gracias a la recuperación, la vacunación y un repunte de la actividad de ocio y viajes, lo que debería tensar el mercado de cara al verano", añade. "Se necesitan suministros adicionales y vemos solo un riesgo limitado de que las conversaciones con Irán progresen rápidamente o de que las naciones petroleras aumenten las exportaciones con demasiada anticipación. Más allá del ruido y la volatilidad actuales, vemos que los precios del petróleo se mueven mucho más allá de los 70 dólares por barril hacia mediados de año".

En el caso del gas, el departamento de Investigación global de productos básicos de BofAS, explica que a medida que los precios spot del gas natural de EEUU establecieron récords en febrero, se alcanzaron nuevos máximos de 2021, en torno a los 3,20 dólares/MMBtu.

Las mayores revisiones provienen de que los niveles de producción de marzo superaron las expectativas y un retorno más rápido del gas asociado debido a los mayores precios del crudo. Por eso BofAS no cree que el gas vaya a tener precios elevados. "Con el aumento de los niveles de inventario de marzo y una producción superior a la esperada, vemos un entorno de precios más débil este verano y bajamos nuestro pronóstico de Henry Hub".

Los riesgos alcistas a corto plazo incluyen un verano más cálido de lo normal que impulse la demanda de energía a gas y la posibilidad de exportaciones a México más fuertes de lo esperado.

El CO2, desbocado

La tonelada de CO2 nunca ha sido tan cara en el mercado europeo del carbono, dice por su parte Régis Bégué, director de gestión de renta variable de Lazard Frères Gestion. El reto del desarrollo sostenible adquiere ahora una dimensión financiera muy concreta para las empresas. Y para los inversores, ya es hora de adaptarse.

A 44 euros, la tonelada de CO2 alcanza un nuevo máximo histórico. La adopción en diciembre de 2020 del "pacto verde" de la Unión Europea, que prevé una reducción del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE para 2030, supuso una nueva sacudida. Anticipando una drástica reducción de los derechos disponibles, el mercado está empezando a desbocarse.

En teoría, el precio del carbono no tiene límite. Un mercado en el que la oferta empieza a escasear puede ver cómo sus precios se disparan hasta niveles irracionales. Sobre todo, porque el mercado del carbono está atrayendo a los fondos de cobertura (hedge funds), que ven en la tonelada de CO2 un nuevo activo con gran potencial de subida. Para Bégué es "¡un patrón peligroso para las empresas que necesitan comprar estos derechos!".

Por encima de los 50 euros por tonelada, los sectores del cemento y el acero podrían empezar a sufrir seriamente. Por otro lado, las empresas más "verdes" de las 11.000 afectadas encontrarían una poderosa ventaja competitiva.

Existe un escudo protector contra la escalada de precios: la voluntad europea. "No olvidemos que el mercado del carbono es una herramienta política que pretende influir en el comportamiento de las empresas. Su objetivo es evitar penalizar la competitividad del Viejo Continente. Sin embargo, en un mundo en el que el desarrollo sostenible ha adquirido una importancia considerable, la UE podría mantener la mano dura con los "malos alumnos". Por tanto, no se puede descartar una fuerte subida de los precios", concluye el experto.