Botellas de aceite de oliva de Borges.

Botellas de aceite de oliva de Borges.

Distribución

La crisis del aceite de oliva se acentúa: precios disparados que dividen al sector y tumban exportaciones y consumo

En el campo, el precio del aceite de oliva virgen extra se ha disparado en los 5,22 euros, es decir, casi dos euros más que hace un año.

11 febrero, 2023 02:57

Dentro de la situación inflacionista que vive la alimentación, hay un producto en particular que vive una crisis que, además, ha dividido al sector en dos. Hablamos del aceite de oliva, cuyo precio se ha disparado en toda la cadena alimentaria, pasando por el campo, los exportadores y envasadores hasta llegar a la distribución y el consumidor final. 

Basta con ver los precios en los supermercados, donde se puede comprar el aceite a un precio entre 6 y 8 euros de media el litro. El origen de esto está en dos factores en concreto: los costes de producción se han disparado y la cosecha de este año es mucho menor que la del año anterior. 

Si vamos a los precios en origen (desde el campo), el aceite de oliva virgen extra crece hasta los 5,22 euros en la última semana actualizada (del 23 al 29 de enero de 2023) del 'Boletín semanal de coyuntura' que elabora el Ministerio de Agricultura. Un año antes, justo la misma semana, encontramos precios de 3,28 euros.

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Aunque desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) aseguran que se ha disparado el coste de producción de un kilo de aceite de oliva virgen extra a 8 euros y que incluso en ocasiones venden a pérdidas.

Desde el campo explican que los olivareros no podían cubrir sus costes entre 2018 y 2020, porque les pagaban menos de 2,50 euros por kilo de aceite de oliva, con la excusa de que había excedentes de aceite. Y ahora que la producción es escasa y sube el precio, tampoco cubren costes.

Pero desde el otro lado del eslabón de la cadena las cosas se ven muy distintas. La Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceite (Anierac) y la Asociación Española de la Industrias y Comercio Exportador de Aceites de Oliva (Asoliva) señalan que los precios en origen (en el campo) suben mucho más de lo que lo hace en las tiendas.

En concreto, denuncian que los datos oficiales demuestran que los precios en origen de producción han subido un 60% mientras que los precios al consumidor final lo han hecho en un 35%. 

Recogida de la oliva.

Recogida de la oliva.

Las asociaciones defienden que, en su caso, no han trasladado todos los costes de producción al precio final. “Cualquiera que conozca el sector, sabe que hemos reducido nuestros márgenes de manera significativa en el último año, pero hay factores que escapan a nuestro control y que inciden en el precio final del producto”, explica Primitivo Fernández, director de Anierac. 

Hay que tener en cuenta que del precio final de una botella de aceite de oliva el 85% corresponde a su contenido, mientras que el resto son gastos de transporte o de plástico, recuerda Primitivo Fernández. De hecho, ahora también soportan un coste mayor por el impuesto al plástico

Además, desde Anierac consideran que el posible efecto positivo de la reducción del IVA en el aceite del 10% al 5% durante seis meses será anulado por este impuesto al plástico y por todo el cúmulo de circunstancias negativas que acompañan al sector.

Ante esto, desde el campo señalan a la industria directamente. Lamentan que mantengan permanentemente una falta de empatía con los olivareros y no entiende cómo se pueden hacer llamamientos alarmistas basados en reducción de márgenes comerciales. 

Caída de exportaciones

Esta situación de enfrentamiento entre el campo y la industria está teniendo graves consecuencias que se van a agravar este año. Y no solo nos referimos a la subida del precio del aceite, sino al temor a la caída del consumo y al descenso en las exportaciones

En el primero de los casos, los envasadores y exportadores creen que muchos consumidores españoles se decantarán por alternativas más baratas al aceite de oliva haciendo que su consumo baje en España. Estas alternativas son el aceite de orujo o el de girasol, cuyo precio ya se ha estabilizado tras el impacto inicial que tuvo por la guerra en Ucrania.

Aceite de oliva.

Aceite de oliva.

Y lo mismo ocurre con las exportaciones. En los últimos meses, las exportaciones españolas han ido reduciéndose. En el mes de diciembre de 2022 su volumen cayó hasta un 30%, según los datos registrados en el Ministerio de Agricultura. “Si sube el precio nos perjudica en la exportación”, señala a este medio el director general de Asoliva, Rafael Pico. 

Desde Asoliva alertan de que “la reducción de exportaciones va a ser peor y en los próximos meses va a caer más”. De hecho, Pico avisa de que “no podemos permitirnos una pérdida de competitividad del sector de los aceites de oliva españoles y debemos trabajar para seguir manteniendo el liderazgo mundial”.

Y más teniendo en cuenta que hay países rivales muy competitivos en precio, como Turquía, Grecia o Túnez que venden mucho más baratos su aceite en el mercado internacional. 

En este sentido, Anierac y Asoliva piden a los Gobiernos y a los reguladores facilidades para ayudar al sector tomando medidas, planificadas, consensuadas y efectivas, que huyan de la “comunicación demagógica” y buscando la máxima efectividad en las decisiones que se adopten para reforzar al sector.

Y desde el campo, que tienden la mano a dialogar con la industria, también reclaman medidas como la aprobada recientemente por el Ministerio de Agricultura, y por la que el sector ha luchado durante años, de la autorregulación. Con esta, en los años con mayores producciones se puede reservar aceite para las siguientes, eliminando los llamados dientes de sierra en el precio del aceite.