Un robot de cocina.

Un robot de cocina.

Distribución

Aldi, ganadora de la guerra entre Lidl y Thermomix, podrá vender su robot de cocina

Entre noviembre de 2019 y enero de 2020, la compañía vendió más de 3.500 unidades de su robot Quigg.

24 enero, 2021 03:04

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La pasada semana, el juzgado de lo Mercantil Número 5 de Barcelona falló a favor de Vorwerk, productor de Thermomix, y en contra de Lidl, por "una violación de los derechos de exclusiva que se derivan de la patente española" de la primera respecto de su robot de cocina. Decisión que prohíbe a la cadena alemana vender su robot de cocina, pero que deja vía libre para que su competidora, Aldi, venda un producto de similares características. 

Al igual que Lidl, Aldi tiene un robot de cocina cuyas funcionalidades son muy parecidas a las de Thermomix, con la diferencia de que su precio es mucho más económico. Además, en su caso Vorwerk no ha presentado demanda contra su producto, al menos de momento. 

El robot de cocina Quigg de Aldi también es un superventas. Entre noviembre de 2019 y enero de 2020, la compañía vendió más de 3.500 unidades. La última vez que Aldi volvió a sacar a la venta este robot fue el 31 de octubre. Salió con un precio de 229 euros en su red de supermercados y se agotó en muy poco tiempo. 

Entre sus funcionalidades, destaca que está equipado con Wi-Fi, opción que permite controlarlo desde el móvil, y cuenta con una app con más de 200 recetas diferentes. Cuenta con una capacidad de 2,2 litros, dispone también de báscula integrada, temporizador y función turbo. 

Sentencia contra Lidl

Cabe recordar que el juzgado concluye que la máquina comercializada por Lidl "reproduce todas y cada una de las características" de la patente de Vorwerk, por lo que ha infringido la Ley de Patentes.

De esta forma, el magistrado Florencio Molina condena a Lidl a "cesar en la importación, almacenamiento, ofrecimiento y/o comercialización de la máquina Monsieur Cuisine Connect", a "indemnizar a la demandante Vorwerk por los daños y perjuicios causados" y "al pago de las costas procesales".

Además, Lidl deberá "retirar del mercado todos los ejemplares de la máquina objeto de la acción que se encuentren en su poder y en el de sus distribuidores, así como todos los documentos comerciales, material publicitario y promocional u otros documentos en los que se reproduzca ese producto, incluido Internet, procediéndose a su destrucción a su costa". Asimismo, deberá correr con el pago de las costas procesales.

Contra esta sentencia, que no es firme, cabe recurso de apelación en los próximos 20 días ante el mismo juzgado de lo Mercantil. Y la cadena alemana asegura a Invertia que “tomamos nota de la decisión del tribunal, que analizaremos en detalle, y valoraremos los próximos pasos a seguir”.