Alfafar tras la dana en una imagen de archivo. Rober Solsona / Europa Press

Alfafar tras la dana en una imagen de archivo. Rober Solsona / Europa Press

Construcción e Infraestructuras

España se coloca a la cola de Europa en inversión hidráulica tras un recorte presupuestario del 83% en más de una década

El país necesita multiplicar por 6,5 las inversiones actuales en agua para hacer frente a las sequías e inundaciones.

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Las claves

España ha reducido su inversión pública en infraestructuras hidráulicas un 83% en los últimos 16 años, situándose a la cola de Europa pese a su liderazgo en desalinización y reutilización de agua.

El recorte presupuestario ha provocado un déficit acumulado de 67.000 millones de euros en inversiones hidráulicas, dificultando el cumplimiento de directivas europeas y aumentando la vulnerabilidad ante sequías e inundaciones.

El país necesita invertir cerca de 104.000 millones de euros entre 2026 y 2035 para adaptar y modernizar sus infraestructuras hidráulicas, priorizando la gestión de sequías, inundaciones y la renovación de redes urbanas.

2,7 millones de personas residen en zonas inundables en España, lo que subraya la urgencia de acometer inversiones en drenaje urbano, presas y restauración de cauces para mejorar la resiliencia hídrica.

La catástrofe causada por la Dana de octubre de 2024 golpeó con fuerza a España, dejando a su paso inundaciones y devastación, y con ella, una evidencia que ya nadie puede ignorar: el país necesita urgentemente un enfoque integral en la planificación, ejecución y financiación de sus infraestructuras hidráulicas.

Julián Núñez, presidente de Seopan, y el informe Estrategia e inversiones para la eficiencia y resiliencia hídrica en España, presentado este viernes por la asociación y la ingeniería Typsa, pusieron cifras a esta asignatura pendiente.

"Hemos acumulado un volumen de inversión pública pendiente muy importante, por diversos motivos”, explicó Núñez. “Uno de los más relevantes fue la consolidación fiscal europea de 2010", es decir, el paquete de medidas de austeridad que obligó a algunos países de la UE a recortar fuertemente el gasto en obra pública para reducir el déficit.

En España, esta medida se tradujo en un recorte de inversión sin precedentes que todavía perdura. La inversión en el PIB cayó del 5,2% al 3,1%, lo que demorará hasta 2035 la recuperación de los niveles de inversión pública precrisis financiera”, apuntó.

El impacto en el presupuesto hidráulico del Estado ha sido dramático, pues se ha reducido un 83%, pasando de 6.540 millones de euros anuales en 2007-2009 a una media de 1.124 millones en el trienio 2023-2025.

De haberse mantenido estable, España habría invertido 67.000 millones de euros más en infraestructuras hidráulicas durante los últimos 16 años. “Este déficit nos ha llevado a encabezar el ranking europeo de los países con menor ratio de inversión hidráulica pública por su superficie y población, y se refleja también en la más de veintena de expedientes medioambientales que hoy siguen abiertos”, subrayó el presidente de Seopan.

El otro antecedente a este déficit de inversiones en el cumplimiento de directivas europeas y nuevas exigencias ambientales, que requiere un aumento sustancial de inversión. Solo la adecuación a la Directiva de Aguas Residuales Urbanas obliga a ejecutar hasta 24.000 millones de euros en renovación y adaptación de infraestructuras.

España es una referencia internacional en desalinización, la capacidad diaria supera los 5 millones de metros cúbicos, lo que nos coloca como líder internacional y cuarto a nivel mundial.

En reutilización de aguas regeneradas somos líderes europeos, con un 12%, muy por encima del 3% de media en la UE.

Contamos con más de 1.200 grandes infraestructuras hidráulicas, situando al país entre los primeros del mundo en capacidad de regulación de recursos. También destaca el liderazgo tecnológico y la presencia internacional de nuestras empresas de ingeniería e infraestructuras hidráulicas.

Entre 2015 y 2025, las empresas españolas recibieron 195 adjudicaciones en obras y concesiones en 35 países, por un valor conjunto de 29.300 millones de euros. Sin embargo, en paralelo persiste un notable déficit de inversión pública en el ámbito hídrico, acumulado durante años por distintos factores, que ahora exige atención y acción inmediata.

104.000 millones de inversión

España encara un desafío sin precedentes para el periodo 2026-2035. El país necesita invertir 103.824 millones de euros en este periodo para poder hacer frente a las sequías e inundaciones, según advierte el informe presentado este miércoles.

Ejecutar esta inversión en los próximos diez años supone multiplicar por 6,5 la inversión pública anual actual del ciclo integral del agua (1.800 millones/año en 2020–2024).

De los 103.824 millones de euros, un monto de 84.644 millones de euros debe destinarse a contrarrestar la variabilidad de las precipitaciones y temperaturas que dan lugar a situaciones de escasez de agua, cifra en la que se incluyen 59.183 millones destinados a infraestructuras del ciclo urbano del agua para cumplir con las directivas europeas de abastecimiento y saneamiento y alcanzar tasas mínimas de renovación del 1% anual.

Dentro de esa partida de sequías de 84.644 millones también se encuentran otras necesidades de 10.933 millones para la ampliación de inversiones en desalación y reutilización, especialmente en las cuencas mediterráneas; 7.647 millones en nuevos trasvases o presas; 4.112 millones para cumplir los objetivos ambientales en el Dominio Público Hidráulico; y 2.769 millones destinados al conocimiento y monitorización del ciclo del agua.

Por otro lado, el estudio ha identificado otras inversiones de 19.180 millones de euros para reducir el riesgo de inundación y mejorar la resiliencia hídrica, destacando 9.443 millones en sistemas de drenaje urbano sostenible (SUDS), tanques de tormenta, infraestructuras de laminación y monitorización de sistemas de saneamiento.

En esta segunda partida de inundaciones también hacen falta 4.644 millones en adecuación y modernización de presas existentes, 3.550 millones en medidas estructurales para reducir el riesgo de inundación o 1.542 en infraestructuras verdes destinadas a conservación de cauces y litoral, restauración hidrológica forestal y restauración fluvial.

En España, 2,7 millones de personas residen en zonas inundables, con más de 473.000 en áreas de alto riesgo, teniendo asimismo 25.000 kilómetros de ríos y litoral clasificados como zonas inundables.

En este sentido, el informe agrupa en un apéndice 4.052 millones de euros la inversión a realizar en las Cuencas Mediterráneas, con varias actuaciones no previstas en los planes hidrológicos.

Entre ellas, se recomiendan nuevas presas o alternativa similar a las de Villamarchante (120 millones) en el Bajo Turia, Estubeny (80 millones) y el Marquesado (80 millones) en el Bajo Júcar y afluentes, una nueva presa del Buseo en el río Reatillo y anticipar la presa de Montesa (100 millones) prevista en el próximo ciclo hidrológico.

Además, se contemplan actuaciones en estudio por el Ministerio en la cuenca del barranco del Poyo, el Pla de Quart y los barrancos de Saleta, Pozalet y Massanassa, con 424 millones de euros de inversión estimada.