De izq. a drcha.: Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, y José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona.

De izq. a drcha.: Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, y José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona. EP

Construcción e Infraestructuras

Guerra de titanes en EEUU: Acciona acusa a Ferrovial de usar la demanda por espionaje industrial para intimidar

El grupo de Entrecanales busca el archivo del caso y critica la estrategia de Ferrovial como una maniobra de presión contra empleados y rivales.

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Acciona contraataca en la disputa legal con Ferrovial tras su acusación por presunto robo de información sensible y espionaje industrial en Estados Unidos.

La constructora presidida por José Manuel Entrecanales presentó el mes pasado su escrito final en respuesta a la demanda de Ferrovial, en la antesala de que la jueza del Tribunal de Distrito de Georgia decida si el caso avanza a la fase de investigación.

En su documento, Acciona -representada por el bufete Jones Day- sostiene que la demanda de Ferrovial carece de base fáctica y legal y que, en realidad, es un intento de presionar a empleados y empresas competidoras mediante lo que califica como una amenaza encubierta.

Según Acciona, "leyendo entre líneas, la demanda modificada no presenta un reclamo bien fundamentado por secretos comerciales; se trata de una amenaza encubierta hacia los empleados actuales de los demandantes que podrían estar considerando irse y hacia cualquier empresa de construcción que pudiera contratarlos".

La compañía añade que esta presión se ejerce "dañando maliciosamente la reputación de los demandados individuales y de Acciona como daño colateral".

Ferrovial -asesorada por el despacho Jones Walker- presentó la demanda alegando que varios de sus antiguos directivos, tras abandonar la compañía, habrían descargado y utilizado información confidencial para favorecer a Acciona en proyectos de construcción de carreteras en Estados Unidos, tal y como adelantó el diario Expansión.

La primera denuncia se centró en Jesús González Fernández, un veterano empleado de Ferrovial que renunció de manera inesperada y se incorporó a Acciona.

La compañía sostiene que, antes de su salida, González habría accedido a cientos de miles de documentos internos, incluyendo planes de diseño, estrategias de licitación y datos de proveedores, información que Ferrovial considera crítica para su competitividad.

Tras detectar esta situación, el equipo de ciberseguridad de Ferrovial inició una investigación interna que derivó en la ampliación de la demanda para incluir a otros cuatro exdirectivos que también habrían seguido un patrón similar tras pasar a Acciona.

La empresa presidida por Rafael del Pino asegura que estos movimientos habrían respondido a "un plan coordinado para apropiarse de secretos comerciales y ayudar a Acciona a competir".

Ahora, Acciona argumenta que, al examinar la demanda modificada de Ferrovial, queda claro que las acusaciones carecen de sustento.

Acciona contraataca

Acciona sostiene que la demanda de Ferrovial carece de fundamentos claros y no especifica cuáles serían los secretos comerciales supuestamente vulnerados ni qué medidas tomó la empresa para protegerlos. Asimismo, recuerda que muchos diseños en la construcción de carreteras son de dominio público y que las propuestas no seleccionadas pasan a ser propiedad de la autoridad estatal.

Acciona critica además la ausencia de medidas básicas de protección, como acuerdos de confidencialidad o restricciones sobre la descarga de documentos, y cuestiona la presunta apropiación indebida.

"El mero hecho de que los individuos conservaran dispositivos de almacenamiento externos no significa que se apropiaran indebidamente de secretos comerciales…". Acusa a Ferrovial de basarse en "especulaciones infundadas" sobre un supuesto "plan" para "robar un manual de estrategias".

Acciona también apunta que los acusados devolvieron los archivos y dispositivos cuando se les pidió, y que Ferrovial llegó a permitir o, incluso, animar a los empleados a conservar esos soportes. Por tanto, no hubo ocultación ni conducta ilícita.

La compañía también subraya que Ferrovial tardó meses en solicitar información a los extrabajadores tras su salida, lo que refuerza, según Acciona, que la demanda no se basa en la protección de secretos comerciales.

En este sentido, insiste en que, de haberse tratado de proteger secretos comerciales, Ferrovial habría actuado de manera inmediata y no esperado meses para inspeccionar los dispositivos.