Logos de Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja Banco.

Logos de Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja Banco. Europa Press.

Banca

La nueva forma de pagar el impuesto a la banca permite al sector mejorar sus ganancias en plena bajada de tipos

En la primera mitad de 2024, los bancos desembolsaron más de 1.400M, mientras que este ejercicio han pagado, por el momento, casi 700M.

Más información: Unicaja paga este año cuatro veces menos por el impuesto a la banca gracias a la nueva progresividad del tributo

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El rediseño del conocido como el impuesto a la banca ha venido bien a unas entidades y mal a otras. Pero en lo que sí ha beneficiado a todas es en que les ha facilitado que la comparación de sus beneficios del primer semestre de este año con los del mismo periodo del año anterior les sea favorable.

A principios de año, el Gobierno decidió modificar el gravamen temporal para las entidades financieras que puso en marcha hace tres años. Se introdujeron varios cambios y uno de los más importantes es que ya no se trata de un gravamen, sino de un impuesto.

Este cambio implica que la forma de pagarlo es diferente. Antes era un gravamen y se abonaba a las arcas públicas todo de golpe, en el primer trimestre del año. Así, el coste impactaba en las cuentas del primer semestre -y, por ende, del primer semestre-.

Ahora, sin embargo, el impuesto se va pagando según se va devengando y se incorpora a la partida de impuestos. Esto implica que el pago se realiza por trimestres, en lugar de a través de un solo desembolso.

La consecuencia principal es que la comparación del beneficio que han obtenido las entidades en el primer semestre con el del mismo periodo del año pasado está afectada por esta diferencia. Así, en general, han podido mejorar sus ganancias gracias a esta circunstancia.

En total, los seis mayores bancos del país (CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter y Unicaja) ganaron en España unos 9.037 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa un 18% más que en las mismas fechas del año pasado.

Eso en un contexto de bajada de los tipos de interés, que, tras ocho recortes por parte del Banco Central Europeo (BCE), se sitúan en el entorno del 2%.

Impacto en las cuentas

Es el caso de CaixaBank, que lo reconoce en sus cuentas. "La evolución del resultado se ve impactada por la contabilización del impuesto sobre el margen de intereses y comisiones", indica en su último informe trimestral.

Así, en 2024 se anotó 493 millones en el primer trimestre del año, mientras que en 2025 entre enero y junio se ha apuntado un coste de 296 millones. Si el año pasado el pago se hubiera tenido que periodificar, como este, el crecimiento del beneficio del primer semestre sería de apenas el 1%, frente al 10,3% registrado con el sistema vigente.

También BBVA lo puntualiza en su informe de resultados del semestre. En su caso, mientras que en la primera mitad de 2024 tuvo que pagar 285 millones, en la de este el abono ha sido de 150 millones (65 millones de ellos, en el segundo trimestre).

"La comparativa se vio favorecida por el cargo íntegro en el primer trimestre de 2024 del gravamen a los ingresos obtenidos en España frente a la periodificación del impuesto esperado en el primer semestre de 2025", apuntan, por su parte, los gestores de Santander en su último informe financiero.

En el caso de esta entidad, en el primer semestre de 2024 pagó 335 millones y en el de 2025, unos 175 millones.

Estos datos no implican que estos tres grupos vayan a pagar menos por el impuesto, sino que lo hacen de forma diferente. En el segundo semestre del año, tendrán que afrontar la otra mitad del pago e, igualmente, afectará a la comparación con las ganancias del año pasado. Sólo que, en ese caso, les perjudicará la comparativa.

De hecho, estos tres bancos son los únicos que van a pagar más en 2025 que en 2024 por el impuesto a la banca, mientras que el resto de entidades abonarán menos porque les benefician la progresividad del impuesto o las deducciones del mismo.

Así, CaixaBank desembolsará en total casi 600 millones (493 millones en 2024), Santander pagará en total unos 350 millones (vs 335 millones en 2024) y BBVA abonará unos 300 millones (vs 285 millones en 2024).

Los efectos de la progresividad

El impuesto que está en vigor en la actualidad, que afecta a todos los bancos y no deja fuera a ninguno, como ocurría antes, introdujo como novedad una progresividad para que las entidades grandes paguen proporcionalmente más que las pequeñas.

En concreto, el tipo nuevo que se aplica es de entre el 1% y el 6% de los ingresos por intereses y comisiones, en función de la base liquidable de cada entidad. Antes, el tributo no afectaba a los bancos más pequeños y a los extranjeros y gravaba con un 4,8% estos dos conceptos.

En consecuencia, este año CaixaBank, Santander y BBVA tienen que abonar más que el pasado y otros -Sabadell, Bankinter y Unicaja, entre otros- menos, independientemente de si han registrado unos ingresos por intereses y comisiones mayores o menores que el año pasado.

Los gestores de la entidad con sede en Valencia han criticado en numerosas ocasiones este impuesto, pero particularmente el hecho de que el rediseño endurezca aún más el pago para la entidad. De hecho, la consideran la "tasa CaixaBank".

En su caso, el impacto sobre el beneficio es considerable. Mientras que el año pasado el banco pagó 493 millones por el impuesto, en este ejercicio tan sólo en un semestre ha tenido que desembolsar 296 millones de euros -es decir, un 60% del pago del año anterior en la mitad del tiempo-.

Y eso en un contexto en el que su margen de intereses y sus ingresos por comisiones, los elementos que grava el impuesto, se han mantenido estables.

A otras entidades, sin embargo, el nuevo sistema de cálculo les beneficia. Es el caso de Unicaja, que este año pagará cuatro veces menos que el pasado.

Y, sobre todo, el de Bankinter, que no va a pagar nada gracias a las deducciones que incorpora el impuesto. El año pasado tuvo que pagar 95 millones, con lo que la diferencia es considerable.

En cuanto a Sabadell, el año pasado se anotó en el primer trimestre 192 millones por el gravamen, mientras que en el primer semestre de 2025 el cargo por el impuesto es de 62 millones de euros.

Así pagará, previsiblemente, un 35% menos que el año pasado. También ayuda a rebajar la cifra el hecho de que su margen de intereses en España cayó un 6,3%, con un aumento de casi el 5% en las comisiones netas.