Carlos Torres y Josep Oliu en una imagen de archivo.

Carlos Torres y Josep Oliu en una imagen de archivo. Europa Press.

Banca

Oliu dará dividendo por la venta de TSB a quien no apoye la opa: Torres tendrá que subir la oferta si quiere vencer

El consejo de administración del banco catalán aprobó el lunes la venta de su filial británica a Santander por más de 3.000 millones.

Más información: Santander compra a Sabadell su filial británica TSB por 3.000 millones y se impone a Barclays

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Sabadell ha sacado su última baza para frenar la opa de BBVA. El consejo de administración del banco ha decidido finalmente vender TSB a Santander, una operación que le permite rearmarse con un importante dividendo para intentar convencer a sus accionistas de que no vendan sus títulos a BBVA y tratar de frenar así la opa.

Las dos operaciones van unidas. Sabadell ha convocado el próximo 6 de agosto una junta de accionistas con dos puntos del día: aprobar la venta de su filial británica y dar su visto bueno a un dividendo extraordinario que se pagará con lo recaudado en la operación.

Sin la autorización de los accionistas, la operación no se puede cerrar. La junta se celebrará en agosto y se prevé que la transacción culmine en marzo del año que viene.

Que los ingresos de la operación servirán para pagar la retribución a los accionistas lo dicen directamente desde Sabadell.

"Con el valor generado con esta operación, nos comprometemos a pagar un dividendo extraordinario en efectivo de 2.500 millones de euros. Son 0,5 euros por acción, que se abonarán previsiblemente a principios del año que viene, una vez cerrada la venta", explica Josep Oliu, presidente de Sabadell, a sus empleados en un vídeo interno al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL-Invertia.

Y va más allá: "Para cobrarlo, hay que ser accionista de Sabadell en aquel momento. Por eso, es importante saber que quien venda o acuda a la opa no tendrá derecho a cobrarlo".

Con esta afirmación, Oliu interpela a sus accionistas, haciéndoles ver que sólo podrán cobrar este dividendo extraordinario si dicen que no a la opa que BBVA planteó sobre el banco hace más de un año.

El dividendo extraordinario que Sabadell quiere aprobar al calor de esta operación alcanzaría un total de 2.500 millones de euros.

Esto implica que la remuneración a los accionistas en los próximos meses sería de 3.800 millones de euros, teniendo en cuenta los 1.300 millones que el banco prevé repartir a sus dueños con cargo a los resultados de 2025. La última baza para frenar la opa.

Presión sobre BBVA

Algo que, indudablemente, mete presión a BBVA. La entidad comunicó el lunes que sigue adelante con la opa a pesar de las trabas que han surgido en el camino. Concretamente, el bloqueo del Gobierno a la fusión durante, al menos, los próximos tres años.

Cuando el banco azul lanzó esta operación, en mayo del año pasado, realizó unos cálculos para determinar qué sinergias de costes obtendría con la operación. Concluyó que serían 850 millones en tres años.

Sin embargo, esta cifra debe ser ahora recalculada. No sólo para incorporar el escenario de no fusión -o, al menos, de no integración durante tres o cinco años, dependiendo de la valoración futura del Gobierno-, sino también para tener en cuenta que Sabadell ya no tendrá a TSB en su perímetro -siempre que así lo decidan sus accionistas el 6 de agosto-.

Antes BBVA tenía que anotarse el valor de la filial británica, mientras que ahora deberá contar con el precio que el consejo de Sabadell ha pactado con Santander.

Durante los últimos meses, varias casas de análisis han subrayado que mejorar la oferta a los accionistas de Sabadell es la única opción que tiene BBVA para ganar la opa.

Y con el megadividendo puesto sobre la mesa por Sabadell, que ya en los pasados meses ha ido elevando su remuneración a los accionistas, la presión sobre BBVA para poner sobre la mesa un mayor importe es más fuerte.

Mejorar la oferta no es una de las opciones para BBVA o, al menos, así lo han hecho saber sus gestores durante meses. Ya lo hicieron en el momento de lanzar la opa en la carta que Carlos Torres, su presidente, envió a Oliu.

Y lo han repetido hasta la saciedad desde entonces. "No tenemos ni la intención ni la necesidad de subir el precio", ha sido el mantra de los gestores de la entidad.

En todo caso, el banco tendrá que ajustar su oferta de nuevo. Lo ha hecho ya dos veces para incorporar los dividendos que han ido pagando en los últimos meses tanto BBVA como Sabadell y deberá hacerlo de nuevo con la retribución que el banco catalán prevé pagar en agosto.

Sabadell sigue adelante con el abono de este dividendo, a pesar de que, con toda probabilidad, coincidirá en el tiempo con el periodo de aceptación de la opa, en el que sus accionistas tendrán que decidir si venden o no sus títulos a BBVA.

"No cambia el valor"

El importe de la venta de TSB, que se pagará íntegramente en efectivo, asciende a 2.650 millones de libras (unos 3.098 millones de euros). Sin embargo, el precio final se fijará en el momento del cierre de la operación, previsto para el 31 de marzo del año que viene.

Santander abonará a Sabadell una estimación del precio definitivo de las acciones de TSB en efectivo, por lo que en el banco catalán calculan que la operación se cerrará en el entorno de los 2.875 millones de libras (unos 3.361 millones de euros).

El presidente de BBVA ya indicó que la venta de TSB no afectaría en gran medida a la opa. De hecho, la entidad decidió seguir adelante con la operación el lunes, antes de conocer el martes el cierre de la venta de la filial británica.

Hace unos días, Torres recordó que BBVA podría retirar la opa si considerara que la venta de la filial británica de Sabadell minaba la rentabilidad de la operación. Pero no ajustaría la oferta a la baja por esta circunstancia, en ningún caso.

En su opinión, esta última opción no tendría sentido, dado que la transacción pactada por Sabadell y Santander "no cambia el valor de la entidad". Esto es así porque, aunque TSB se venda, la contraprestación recibida iría para BBVA si consigue comprar el banco catalán a sus accionistas.

"La reformulación de la oferta no está prevista en la normativa. Lo que sí está previsto es que en las circunstancias en las que se modifique el objeto sobre el que se ha hecho la oferta se puede desistir", ha apuntado.

Habrá que esperar para ver qué hace BBVA. La entidad tiene que preparar el folleto y presentárselo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y que esta le dé su visto bueno antes de convocar el plazo de aceptación.

Al mismo tendrá que incorporar la información completa sobre las sinergias esperadas para la operación en este nuevo escenario. Por el momento, el mercado no tiene pistas. Este cálculo está sólo en manos de BBVA.