Las estimaciones del mercado se reflejan en la curva forward (también conocida como tipos implícitos), que el pasado 26 de septiembre preveía que el Euríbor a doce meses se situará a finales de este año en el 2,76%, según revela Renta 4 en un reciente informe.

Una proyección que se sitúa en línea, aunque algo por debajo, de las estimaciones de los expertos en hipotecas, que calculan que podría superar el 3% a finales de este año e, incluso, saltar al 3,5%.

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Tras alcanzar el nivel del 2,76% al cierre de este ejercicio, el mercado prevé que se elevará hasta el 3,46% en 2023 y se moderará en el 3,21% en 2024. De esta forma, conseguiría estabilizarse en un nivel aún cercano a su media histórica, que se sitúa entre el 2% y el 3%. Estas previsiones se encuentran por encima de las que estimaba el mercado semanas antes, dado que la evolución diaria del Euríbor está obligando a rehacer proyecciones constantemente.

Y es que si algo se repite últimamente en el seno del sector financiero es que nadie tiene la bola de cristal. La advertencia es ahora más pertinente que nunca, pues la incertidumbre se ha convertido en la tónica de los últimos años, por lo que cualquier previsión puede quedarse caduca pronto.

Un avance vertiginoso

Pocos índices pueden demostrarlo tan bien como el Euríbor a doce meses. A principios de este año aún se mantenía anclado en niveles cercanos al -0,5%, un umbral que casi no sobrepasó durante 2021 y que ya ha dejado muy atrás. Tras seis años en negativo, volvió a terreno positivo el pasado mes de abril y desde entonces no ha parado de subir.

El registro del pasado martes marcó de nuevo un máximo desde enero de 2009. Se situó en el 2,693% en tasa diaria, lo que lleva la media mensual de octubre al 2,518%, por encima de la de septiembre. Precisamente, durante los últimos diez meses la tónica ha sido batir los registros del mes anterior.

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Y eso que el índice estaba dando un pequeño respiro en los últimos días. Después de terminar septiembre con una tasa diaria del 2,556% (2,233% en tasa mensual), durante toda la semana pasada el Euríbor se situó por debajo. Hasta el pasado lunes, cuando retomó las subidas y los récords de los últimos trece años al alcanzar el 2,639%. Y lo mismo el martes al llegar al 2,693%.

Este vertiginoso avance está obligando a repreciar al alza miles de hipotecas variables, que están firmadas a un interés compuesto por un diferencial y el propio Euríbor a doce meses. Concretamente, el 75% de los préstamos con garantía hipotecaria que aún no se han terminado de pagar están referenciados a un interés variable.

Cada día se marcan nuevos máximos y esta es la dinámica que el mercado cree que va a seguir en los próximos meses, como demuestran las previsiones de la curva de tipos implícitos. Eso sí, con la información disponible hoy este índice podría moderarse e, incluso, bajar en 2024. Habrá que esperar.