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Banca

Unicaja y Liberbank estudian el futuro de su 20% en Caser sin la obligación de hacer una venta forzosa

Ambos tienen a la aseguradora como socia en bancaseguros, por lo que no tendrán que romper ningún acuerdo tras la fusión.

5 mayo, 2021 03:02
Elena Lozano Rubén Escudero

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Unicaja y Liberbank están cada vez más cerca de convertirse en una sola entidad y, en este camino, estudian el futuro de la posición conjunta que ostentarán en Caser, cercana al 20%, pero sin tener la obligación de llevar a cabo una venta forzosa. Ambos bancos comercializan por separado sus seguros y, por tanto, no incurrirían en ninguna incompatibilidad en lo referente a los acuerdos de bancaseguros una vez el banco asturiano se integre en el malagueño.

El consejero delegado de Liberbank y futuro de Unicaja Banco, Manuel Menéndez, afirmó el pasado 20 de diciembre en una presentación ante analistas que "al ser Caser el socio de ambas entidades en seguros generales, no hay ningún tipo de incompatibilidad".

Una situación, por tanto, muy diferente a la que se están encontrando otras entidades, como CaixaBank y Bankia, que, al tener acuerdos de bancaseguros con compañías diferentes, con la fusión se ven obligadas a romper uno de los dos.

Esta situación, de hecho, fuerza a CaixaBank y Mapfre, antigua socia de Bankia, a alcanzar un acuerdo sobre su ruptura, para el que la nueva entidad ya ha aceptado asumir una penalización del 20%. Ambas compañías trabajan con un asesor externo para obtener una valoración del negocio y fijar un precio que satisfaga a ambas.

La posición cercana al 20% que tendrá la nueva Unicaja en Caser nace de la reestructuración del capital de la aseguradora que tuvo lugar el año pasado, cuando el grupo suizo Helvetia cerró la adquisición de una participación mayoritaria próxima al 70% de Caser. Los bancos Ibercaja, Unicaja y Liberbank, con los que Caser mantiene acuerdos de distribución, decidieron mantenerse en su capital, mientras que Bankia, CaixaBank, Abanca y otras entidades salieron del mismo.

Capital adicional exigido

En el caso particular de Liberbank, vendió el 2,23% de Caser a la aseguradora suiza para reducir su participación hasta el 9,9% y limitar así la exigencia de capital adicional que tienen las entidades que mantienen inversiones significativas (por encima del 10%) en empresas no financieras, como impone Basilea III.

Por su parte, Unicaja ya tenía en ese momento el 9,9% de Caser. Ahora, con su propio proyecto de fusión, la nueva Unicaja alcanzaría el 19,8% del capital de la compañía de seguros.

Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, y Manuel Menéndez, CEO de Liberbank.

Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, y Manuel Menéndez, CEO de Liberbank.

Fuentes internas de estas entidades reiteran que el banco resultante no tiene exigencia ni de reducir ni de mantener su participación en la aseguradora española y que se establecerá la estrategia más oportuna para el grupo consolidado a su debido momento.

"En lo que respecta a la participación conjunta del 20%, no esperamos un impacto especial en capital regulatorio, ya que tenemos la opción de reducirla en los mismos términos en los que Helvetia adquirió el control de la compañía el año pasado", añadía Menéndez en la citada presentación ante los analistas en referencia a Caser.

Dos meses para la fusión

Entre tanto, a la fusión de Unicaja y Liberbank le quedan pocas semanas para convertirse en una realidad. Ambos bancos se encuentran actualmente en la fase de recepción de autorizaciones por parte de los supervisores bancarios, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, de la Dirección General de Seguros y de Fondos de Pensiones y, en definitiva, del Ministerio de Asuntos Económicos, que será, previsiblemente, la última en llegar.

El calendario con el que trabajan ambas entidades es el mismo que fijaron tras llegar a un acuerdo sobre su fusión las pasadas Navidades. Según el mismo, la integración legal se producirá a finales del segundo trimestre o, a más tardar, a principios del tercero.

No será hasta entonces cuando el nuevo banco afronte los efectos colaterales de la fusión, como el ajuste de plantilla y de la red comercial o los acuerdos que cada entidad tiene para la gestión de sus negocios. El de bancaseguros no será, en principio, un problema, como sí lo ha sido en otras fusiones, dado que ambos comparten proveedor.