Tras días de tensas negociaciones, los principales accionistas de CaixaBank y Bankia han dado luz verde a las condiciones de la fusión y, según confirman fuentes financieras, ambas entiades han convocado a sus consejos para este jueves con el objetivo de aprobar la operación, anunciada el pasado 3 de septiembre. 

Fuentes cercanas a las negociaciones explican que, desde el lunes, las posturas entre ambas entidades se han ido acercado bastante en dos de los puntos más críticos del proceso: la ecuación final del canje de la operación y la composición del consejo de la entidad resultante. 

Según calcula el mercado, la idea de que La Caixa (que controla el 40% de CaixaBank) se garantice el 30% de la nueva entidad y, al mismo tiempo, Bankia reciba la prima que exige el FROB.

El acuerdo ha sido posible después de que, tal y como publicaba este martes El País, el Banco Central Europeo (BCE) mostrase su disposición para que la Fundación elevara un 1% su participación en CaixaBank y, así, permitir que las cuentas cuadren para todos en el canje.

Desde las entidades no han confirmado estos extremos, pero el mercado da por hecho que ha sido la táctica empleada para 'desatascar' las negociaciones.

Negociaciones de alto nivel 

Los directivos presentes en los despachos donde se ha cocinado la fusión bancaria del año han sido perfiles del más alto nivel (incluidos contactos directos entre el presidente de la Fundación, Isidre Fainé, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño y el presidente del FROB, Jaime Ponce). El objetivo ha sido tener atado y bien atado el futuro financiero de la entidad, siendo especialmente escrupulosos en cómo se repartirían el ‘pastel’ accionarial.

Esta semana también se ha hablado, y mucho, sobre el futuro consejo de la entidad fusionada, con aspectos como el número de sillas y el perfil de las mismas (ejecutivos, dominicales, independientes). Ya se sabe que el FROB ocupará uno de los asientos. También se ha estudiado el necesasrio plan de reducción de capacidad instalada y otros aspectos como el nombre de la entidad. El mercado descuenta desde hace días que el banco resultante vivirá bajo la marca 'CaixaBank'.

Y después de los consejos....

Inmediatamente después de que los consejos aprueben la fusión, los órganos de Gobierno del FROB y de La Caixa tendrán que dar también su visto bueno a la propuesta. A partir de entonces, está previsto que se convoque la junta de accionistas definitiva, cuya fecha se estima entre finales de octubre y mediados de noviembre, a tenor de los procesos administrativos por los que debe pasar la documentación.

Los analistas recuerdan que, salvando las distancias por el tamaño de la operación, Bankia presentó el proyecto de fusión con BMN un mes de mayo y la junta no se celebró hasta septiembre. Sin embargo, coinciden en que en este caso en concreto, los procesos serán mucho más ágiles. Incluidos los plazos establecidos por la Ley de Defensa de la Competencia para aprobar la operación.

Estos plazos se dividen en dos fases. La primera dura un máximo de un mes con el objetivo de analizar la fusión y decidir si se autoriza o si exige un análisis más detallado. Todo apunta a que en este caso los posibles problemas de competencia no serán un obstáculo para agilizar los trámites. 

Y eso que la entidad resultante liderará el mercado de créditos y depósitos con una cuota que sobrepasaría el 22% a nivel nacional, muy por encima del 19% y del 14% que ahora ostentan Santander y CaixaBank en España, según cálculos de Afi. Sin embargo, los expertos coinciden en que no habrá problema en este sentido, una vez que la entidad fusionada lleve a cabo la reestructuración de oficinas prevista, que afectará sobre todo a los empleados de Madrid y Valencia.