Robles, antes de la comparecencia ante la Comisión de Defensa

Robles, antes de la comparecencia ante la Comisión de Defensa Matias Chiofalo / Europa Press

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El Gobierno 'premia' a Cataluña con un 'hub' en Defensa desde el que impulsará pymes sobre ciberseguridad

Se pretende crear un grupo especializado como cadena de suministros con las plataformas de investigación y el Centro de Supercomputación de Barcelona.

Más información: La reordenación de la industria de defensa en España abre paso a crear polos regionales y fomentar la cohesión territorial.

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El Gobierno está dispuesto a extender a Cataluña el mapa actual de la industria de defensa en España para que sus empresas de ciberseguridad y sus centros tecnológicos no queden fuera de los contratos millonarios de "rearmar Europa".

Los grandes focos de producción y cadena de suministro del negocio de la defensa estaban en los corredores del norte (Galicia, Asturias, Aragón y País Vasco), sur (Andalucía) y el centro (Madrid) con extensión al Levante.

Y se estaba potenciando la red de empresas que se había generado en la Ruta de la Plata. Así hizo el equipo de Margarita Robles su mapa del Plan de la Seguridad y Defensa, que ahora se va a cambiar para meter a Cataluña en el pastel.

La propia ministra admitió en el Congreso este lunes que hay un "compromiso especial" con Cataluña y ya se está hablando con industrias catalanas que puedan entrar en los proyectos de reunificación y desarrollo del sector que impulsa el Gobierno.

Aunque Robles no quiso dar más detalles, fuentes cercanas a la Generalitat y conocedoras de esos encuentros cuentan con esa puerta abierta, que se centrará sobre todo en la conformación de un hub de tecnología de vanguardia.

No en vano, en Cataluña se encuentra una de las redes de centros tecnológicos más fuertes de España, con Eurocat a la cabeza y los desarrollos de la Universidad Politécnica, entre otros grandes centros.

Una de las claves será, además, el Centro de Supercomputación de Barcelona, con el que algunas de las empresas tecnológicas más avanzadas del sector llevan tiempo trabajando en programación cuántica, fotónica y el desarrollo de programas de ciberseguridad.

El Gobierno y la Generalitat confían en la promoción de un amplio colectivo de startups tecnológicas catalanas que conformen parte de la cadena de suministro que sirve a los grandes protagonistas de este sector, como Indra o Navantia, controladas por el Estado.

Hay que recordar que es en torno a la tecnológica Indra como se está haciendo la reordenación de un negocio industrial en España como la defensa, con planes de tecnología dual, para uso civil y militar.

El sector mueve en Cataluña en la actualidad algo más de 1.600 millones de euros, un 4% de su PIB regional, con pymes de alta tecnología como Sitep (drones) o Beamagien (sensores), pero también con presencia de grupos consolidados, como Oesía, Sener o GMV.

La propia Santa Bárbara, propiedad de la norteamericana General Dynamics y con capacidad para ensamblar blindados en Europa, anunció el mes pasado en su plan industrial el interés que tenía por estar también en Cataluña.

Cohesión territorial

Fue hace dos meses y medio cuando el informe sobre la industria de defensa del Observatorio de la Universidad de Granada advirtió de la necesidad de promover la cohesión territorial en España con el nuevo impulso al sector.

El informe de los expertos de la Cátedra Carlos I de la Universidad contempla una radiografía del sector en España, donde un 80% son más de 300 pymes con presencia en 33 de las 52 provincias españolas.

El problema es que todas esas empresas pequeñas dependen de apenas media docena de grandes compañías que controlan el sector (Indra, Navantia, Airbus y Santa Bárbara, sobre todo) y crean su grupo propio de proveedores.

Para reordenar esa estructura y adaptarse a un mercado nuevo, con 800.000 millones de inversión en la UE y la obligación de potenciar su autonomía estratégica, la formación de cadenas de valor especializadas por territorios es una de las claves que se manejan en Defensa.

"La descentralización de la producción y el desarrollo de polos industriales en distintas regiones podrían favorecer el crecimiento económico regional, la creación de empleo cualificado y la reducción de las desigualdades territoriales", señala una de las conclusiones del informe.

En ese proceso, la ciberseguridad, la lucha contra la desinformación y las "amenazas híbridas", son clave para la ministra Robles, que espera una buena aportación de soluciones desde Cataluña a este campo, y añadir un corredor más a su mapa de la industria de defensa.