Isidro Fainé, presidente de la Fundación 'La Caixa', y Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy, en un montaje sobre los cambios en CriteriaCaixa.

Isidro Fainé, presidente de la Fundación 'La Caixa', y Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy, en un montaje sobre los cambios en CriteriaCaixa. Arte/E.E.

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La apuesta de Fainé poniendo a Reynés al frente de Criteria augura "cambios profundos" en el universo Caixa

Ángel Simón ha dado un fuerte impulso a la inversión de la corporación en proyectos con un plan industrial viable que mantengan su presencia en España.

Más información: Giro estratégico de Fainé en CriteriaCaixa: nombra a Reynés primer ejecutivo en lugar de Ángel Simón.

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Francisco Reynés vuelve a la que fue su casa, Criteria, diez años después de salir. Lo hace con la consigna de consolidar el nuevo rumbo que ha tomado la corporación, y apoyar la estrategia general de la Fundación La Caixa.

El relevo de Ángel Simón por Francisco Reynés como nuevo vicepresidente de Criteria, apenas quince meses después de su llegada, supone un cambio inesperado en la cúpula del grupo industrial. Augura, además, "más movimientos profundos" a medio plazo, según aseguran fuentes conocedoras de ese proceso.

De hecho, dentro de apenas diez meses, se debe promover la renovación del patronato de la Fundación La Caixa, que preside Fainé. Un órgano en el que Francisco Reynés entró a primeros de este mes de abril, pero cuya presencia se ve ahora reforzada al convertirse en el hombre fuerte de la corporación industrial.

De entrada, todo apunta a que José María Méndez, que acaba de incorporarse a Criteria hace dos meses procedente de CECA, va a ser el nuevo director general de la entidad. Ahora quedará a las órdenes de Reynés y con la confianza de Fainé, que ha trabajado a su lado en el lobby de las cajas de ahorros durante muchos años.

Precisamente, el cargo de director general era el que tenía Reynés en Criteria cuando promovió su salida a bolsa en octubre de 2007. Con esos mimbres y bajo la presidencia de Fainé en todo el conglomerado -la Fundación y su brazo inversor-, la estrategia ahora es consolidar el 'rally' de operaciones en el que la sociedad ha entrado en los últimos quince meses de la mano de Simón.

Desde el entorno empresarial de la propia corporación aseguran que uno de los objetivos de esta nueva etapa en Criteria y en La Fundación es descargar el "peso político" que ha acumulado en algunas de sus últimas iniciativas, algo que siempre se ha querido evitar en el seno de ambas entidades.

Impulso de Ángel Simón

El impulso de Ángel Simón ha servido para llegar a una cartera en bolsa de más de 30.400 millones de euros, en inversiones. En ellas prima siempre la existencia de un proyecto industrial a medio y largo plazo, del que se puedan obtener dividendos y afianzar actividad productiva en España. Todo ello asegurándose la influencia en la toma de decisiones.

Esa ha sido la pauta a la hora de arriesgar, por ejemplo, más de 2.100 millones en Telefónica para frenar la llegada de los saudíes de STC e igualar su casi 10% del capital en la operadora. Apenas medio año más tarde de culminar esa operación, Criteria y La Fundación fueron parte actora en al sustitución de su presidente, Álvarez Pallete, por Marc Murtra.

El día que se produjo ese relevo está marcado en rojo en el universo Caixa. Fuentes conocedoras fijan en ese día el inicio de las reticencias entre Ángel Simón e Isidro Fainé. Según explican, no gustó la forma de 'despedir' a Pallete en un movimiento en el que "no se guardaron las formas".

Además, la cercanía de Simón a los entornos de Moncloa en Madrid y al PSC en Barcelona nunca ha sido bien vista en una organización que se ha caracterizado siempre por huir de la politización de las cuestiones empresariales y apostar por la inversión productiva.

Esa, por ejemplo, ha sido la pauta que ha evitado (por el momento) la entrada de Criteria en operaciones como Talgo. Movimientos que son menos costosos en capital, pero que necesitan asegurarse un plan industrial antes de entrar en su cartera.

Y ese ha sido también el criterio que, por ahora, mantiene paralizada la entrada de la corporación en el proyecto de Celsa, el gigante siderúrgico catalán para el que se planteó a primeros de abril una ampliación del 20% del capital. Sin embargo, se ha paralizado apenas dos semanas después para quedarse en fase de estudio.

El otro gran escollo a salvar por parte de Criteria es la operación de la emiratí Taqa para hacerse con una parte significativa de Naturgy (hasta un 29%), la empresa que preside Reynés. Ahora, su intención es la de compatibilizar ese cargo con el de vicepresidente de Criteria.

La entidad tiene ahora un 26% de la gasista, que está pendiente de la auto opa de un 10% del capital lanzada a primeros de año. Incluso, no se descarta la entrada de la SEPI, si fuera necesario, para salvaguardar la españolidad en la toma de decisiones tras la salida de los fondos BlackRock y CVC. Ahora será Reynés el que tenga que buscar una salida airosa para todos.

Si hacemos caso al plan industrial que Ángel Simón se había marcado para Criteria, el objetivo es llegar a los 40.000 millones de inversión en participaciones industriales dentro de cinco años, en 2030, si bien es seguro que Francisco Reynés marcará su impronta en el camino que queda por recorrer.

Reynés ya cuenta con el visto bueno de los consejos de administración de Naturgy y Criteria para compatibilizar los puestos. Fuentes conocedoras explican que ha renunciado a su salario con el grupo industrial, y que las remuneraciones y dietas que perciba como consejero se las descontará de su nómina como presidente de la gasista. Comienza la nueva era.