Con más de 50 años de trayectoria, Pascual se ha convertido en una de las marcas de referencia en muchos hogares españoles. Su sello es el que mayor confianza genera en el sector de la alimentación en nuestro país, según el ranking que realiza anualmente iTrust Consumer Brands pero, ya de sobra consolidada su posición en España, la compañía busca ahora aumentar su presencia en otros países.

Hasta el momento, su estrategia internacional se ha basado en las exportaciones. La actividad en el exterior de la empresa supone actualmente un 5% del total de su facturación, alrededor de 34 millones de euros al año, una cifra que quiere duplicar en los próximos cuatro años. En un cuarto de siglo Pascual ha logrado establecerse en 52 países, en los que su actividad principal se da en la categoría de exportación de yogures, que la compañía mantendrá y seguirá potenciando, pero a la que ahora se unirá la producción local de productos.

Según explica Tomás Meléndez, director de Internacional de Pascual: “Queremos dar un salto cualitativo en nuestra estrategia internacional y eso implica pasar de un modelo clásico de exportación a la verdadera internacionalización; es decir, producir y distribuir localmente en otros países. Para ello contamos con partners con una trayectoria fiable y consolidada en países como Marruecos, Angola o Guatemala. Nuestro objetivo es poner el foco en países emergentes para seguir creciendo y duplicar la facturación de nuestro negocio en el exterior en 2026”.

La compañía burgalesa ya ha dado los primeros pasos para acelerar su crecimiento fuera de nuestras fronteras a través de acuerdos para producir y distribuir localmente en varios países de Centroamérica, África y el Sudeste Asiático. El impulso a la estrategia internacional de Pascual tiene sus primeros ejemplos en proyectos como estos.

Líder en yogures en Angola

En Angola Pascual lidera el mercado nacional de yogures, además de que este país supone alrededor del 15% de todo el negocio internacional de la compañía. Ahora busca consolidar su posición también en otras categorías y, para ello, Pascual se ha aliado con Refriango, una de las principales empresas de bebidas y zumos del país africano. A través de una alianza estratégica comenzará la producción local de leche, leche en polvo y yogures a partir de octubre de 2022.

Producción local en el Magreb

La marca de bebidas Bifrutas, junto a otros productos como leche, yogures y nata, se comenzarán a producir de manera local en Marruecos gracias a un acuerdo con Activ Distribution, compañía marroquí de fabricación de alimentos y bebidas. Pascual pretende así ampliar su presencia en el Magreb, donde lleva más de 20 años exportando sus elaboraciones.

Bifrutas distribuido en Marruecos.

Expansión por Centroamérica

La corporación Hermanos Castillo es un conglomerado familiar guatemalteco a cargo de más de 90 empresas de países como Honduras y Panamá, además de Guatemala. Junto a ellos, Pascual ha creado una joint-venture o empresa conjunta que ha sido bautizada como Gracia, mediante la cual ambos negocios comenzarán a producir yogures y también los productos de la marca Bifrutas en estos tres países.

De Aranda de Duero a Manila

La compañía originaria de Burgos mantiene una larga relación con el Sudeste Asiático, en concreto con Filipinas, a donde exporta desde hace más de siete años. De la mano de su socio allí, Asia Brewery -con quien conformó en 2014 la joint-venture ABI Pascual Food- mantiene en el país una cuota de mercado superior al 40%.

Hasta ahora, esta colaboración contemplaba únicamente la distribución de yogures, pero ambas empresas amplían ahora su acuerdo para iniciar la producción local de batidos, leche y yogures líquidos en el país asiático.

Con el estímulo que supondrá comenzar la producción local, Pascual también espera dar el salto a otros estados cercanos y crecer en la región. Para ello la compañía se encuentra en la búsqueda de socios de referencia, con el objetivo de dinamizar el sector agroalimentario y aportar un valor añadido al ecosistema productivo de la zona.

Los nuevos proyectos que la compañía ha puesto en marcha al comienzo de 2022 tienen una meta: consolidar el nuevo modelo de internacionalización de Pascual, que continúa apostando por las exportaciones, y abrir la puerta a la asociación con empresas locales para producir y distribuir sus productos.

Con 25 años de presencia internacional, “tenemos ya una amplia experiencia en la exportación de categorías como los yogures de larga vida. Esa línea de negocio va a continuar, pero ahora el reto es tener presencia con otros lácteos y marcas como Bifrutas, productos cuya exportación no es fácil y que necesitan ser producidos localmente”, afirma el director de Internacional de Pascual.

Pascual potenciará así sus acuerdos en varios países, especialmente en aquellos de economías emergentes. La compañía espera aportar en estas regiones un gran conocimiento acerca del consumidor, además del know-how de la producción de sus marcas, mientras que sus socios locales proporcionarán el conocimiento necesario en cada país sobre la capacidad de distribución, la estructura fabril y la red comercial. De este modo, la compañía podrá adaptar los productos que tanto tiempo llevan consumiendo los hogares españoles a las necesidades y hábitos alimenticios de cada país.