Antonio Garamendi.

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Empresas

Clamor empresarial contra Sánchez: "No quiere pagar la factura de la crisis"

Aunque nadie pone en duda que la medida desde el punto de vista sanitario pueda ser positivo, se preguntan si se está midiendo el impacto que tendrá en el tejido productivo. 

29 marzo, 2020 04:27

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La suspensión de todas las actividades no esenciales que este domingo decreta el Consejo de Ministros ha sentado como un tiro en el mundo de la empresa. Se trata de una medida adoptada de forma unilateral, que cuenta con la oposición de CEOE y que no fue comunicada hasta este sábado a los representantes de los empresarios. 

Así se lo explican a Invertia fuentes conocedoras de la situación, que muestran también su descontento con la medida. No sólo por las formas y el impacto que tendrá en la economía, también por el hecho de que se haya articulado mediante un permiso retribuido de dos semanas que luego los trabajadores tendrán que compensar alargando jornadas. 

Los empresarios consultados no ponen en duda que al ser una cuestión sanitaria debe cumplirse y acatarse. Sin embargo, consideran que se trata de algo improvisado, que no tiene en cuenta el impacto que puede tener en algunas de las empresas que se verán afectadas por la medida. Preocupan, especialmente las tensiones de caja que puede suponer la paralización. 

Enfado con el Gobierno

El enfado con el Gobierno es tal que ya hay quien pone en duda las intenciones del Gobierno. ¿Por qué comunicarlo un sábado y que entre en vigor el lunes? "Las industrias necesitan un tiempo para hacer una parada programada. Es una locura", explican desde uno de los sectores afectados. 

Otras voces van un paso más allá: "El Gobierno sabe que si lo anuncia con tiempo, buena parte de las empresas hará un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), así que se hace 'a traición' para evitarlo".

En definitiva, dicen, "Sánchez no quiere pagar la factura de esta crisis" porque se han desbordado las previsiones iniciales que tenían sobre el impacto en el empleo con lo que ello supone para las arcas del Estado. 

Pero el malestar con el Gobierno no es sólo por las 'formas', también lo es por los problemas que está generando de organización. Desde una de las empresas consideradas esenciales se preguntan cómo tendrán que organizarse a partir del lunes y qué va a ocurrir -por ejemplo- con las inversiones que están llevando a cabo en este momento. "¿Tenemos que paralizarlas?", se preguntan.

Teletrabajo

Tal y como ha contado Invertia, en el departamento de Trabajo se está terminando de elaborar el listado de actividades esenciales y la fórmula de aplicación. Lo que sí dejan claro es que aquellas empresas que tengan opción de teletrabajar no se pueden acoger a ese permiso retribuido.  

Veremos qué es lo que sucede en las próximas horas, pero el distanciamiento entre empresarios y Gobierno es cada vez mayor. Una situación que, en tiempos de crisis, no resulta positiva.