Franciso Arteche presentó la semana pasada su dimisión como consejero delegado de Euskaltel, poniendo fin a más de un año de acoso y derribo del fondo Zegona. Con la salida de Arteche, el fondo británico finalmente se hizo con el control de la operadora vasca nombrando a José Miguel García como su sustituto. Y Patxi, como le conocen los amigos, no pudo hacer nada por evitarlo. 

Este desembarco se produjo tras las críticas del fondo que acusó a Patxi de no ser lo suficientemente agresivo en su estrategia de expansión. Y no les faltó razón. Mientras Euskaltel se dedicaba a hacerse fuerte en País Vasco de la mano de Kutxabank, MásMóvil se convertía en la cuarta operadora a nivel nacional. Y cuando Euskaltel intentó, a comienzos de este año, una tímida expansión ya era demasiado tarde. 

Franciso Arteche ha pecado de conservador y Euskaltel lo ha pagado aumentado su deuda, manteniendo estancados sus ingresos y con una red obsoleta que no tiene fibra óptica, completamente a contracorriente del mercado. La operadora vasca no es competitiva y ha dejado una herencia peligrosa a Virgin.

Su facturación cayó un 2,2% en 2018 y un 2,8% en el primer trimestre del año, encadenando cuatro trimestres consecutivos de caídas. Euskaltel tiene una elevada deuda de 1.567 millones de euros, lo que le convierte en una de las operadoras más apalancadas de Europa, con unos ingresos de 691,6 millones y un Ebitda de 336 millones en 2018. Es el balance de la gestión de Arteche.

Uno de los elementos qué más llamaron la atención en los días previos a la salida a bolsa de Uber fueron la cantidad de retos regulatorios y fiscales que la compañía reconoció. En este sentido, la semana pasada la compañía reconoció al mercado que sus impuestos están bajo sospecha en varios países. Según un documento enviado a la SEC (la CNMV de Estados Unidos), el fisco investiga el pago de impuestos que ha hecho en distintos países. En concreto, en Estados Unidos, Brasil, Países Bajos, México, Reino Unido, Australia, Singapur e India. 

La Agencia de Recaudación de Impuestos (IRS) de Estados Unidos analiza sus ejercicios de 2012 y 2014. En el caso de México, Brasil, Países Bajos, Reino Unido, Australia, Singapur e India mantienen abiertas distintas auditorías en diferentes ejercicios entre 2010 y 2019. 

La compañía, dirigida en España por Juan Galiardo, asegura que tiene provisionadas las "cantidades adecuadas" en todas esas jurisdicciones. Ahora bien, asegura que hay una "alta incertidumbre" sobre el resultado de todas esas investigaciones. ¿Qué implica esto? Básicamente que puede "cambiar significativamente" su balance de beneficios fiscales no reconocidos en los próximos doce meses. 

Una situación que puede afectar de forma significativa al futuro de la empresa -en el mundo, pero también en España- y que es básico que resuelva lo antes posible.