La aplicación de Uber.

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La aplicación con la que Uber ha engañado a las autoridades de todo el mundo

La herramienta fichaba a los agentes de policía de distintas ciudades para que los conductores pudieran evitar sus controles. 

3 marzo, 2017 22:28

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Uber ha estado utilizando una aplicación para engañar las autoridades de todo el mundo durante años, especialmente cuando las autoridades estaban intentando bloquear el servicio, según publica el The New York Times. 

La herramienta, con el nombre de Greyball, recopila los datos de la aplicación de Uber para identificar y evitar las autoridades en ciudades como Boston, Paris y Las Vegas y en países como Australia, China, Italia y Corea del Sur. Según el diario, se usaba especialmente en países donde el servicio de Uber estaba prohibido o muchas dificultades en implementarse.

La información ha sido filtrada al The New York Times por antiguos y actuales funcionarios de Uber que han aportado también documentos. 

La herramienta Greyball hacia parte de un programa creado en 2014, llamado VTOS, las siglas en inglés para "violación de los términos de servicio" que ha creado Uber para erradicar a personas que estaban haciendo un uso impropio del mismo. 

El uso de Greyball de Uber fue grabado en video a finales de 2014, cuando Erich England, un inspector de Portland, Oregón, intentó coger un Uber en el centro como parte de una operación contra la compañía.

Coches fantasma

En ese momento, Uber acababa de empezar en Portland sin solicitar permiso de la ciudad, que más tarde declaró el servicio ilegal. Para sostener un caso contra la compañía, oficiales como England abrían la aplicación, llamaban un Uber y veían como los vehículos en miniatura en la pantalla hacían su camino.

Lo que England y otros agentes desconocían es que algunos de los coches digitales de la aplicación no representaban vehículos reales. Y que otros muchos conductores cancelaban el servicio rápidamente. Esto se debía a que Uber tenía fichados a varios agentes como England. La compañía generaba entonces una versión falsa de la aplicación, poblada con coches fantasma, para evadir la captura.

Utilizando su aplicación para identificar y evitar a las autoridades en lugares donde los reguladores consideraron que Uber estaba violando la ley, la compañía va un paso más allá para eludir las líneas éticas y legales. Algunos dentro de la compañía, que conocían el programa VTOS y cómo se estaba utilizando la herramienta Greyball, estaban preocupados por su uso.

Tras los múltiples problemas que la compañía estaba enfrentando en varios países, con amenazas de prohibición del servicio en muchos de ellos, decidió crear el programa VTOS y la herramienta Greyball. Cuando el servicio se mudaba a una nueva ciudad, un gerente general debería localizar a los agentes de policía y ficharlos, utilizando un conjunto de tecnologías y técnicas. 

Perímetro digital

Uno de los métodos implicaba dibujar un perímetro digital alrededor de las oficinas de las autoridades en un mapa digital de la ciudad que Uber monitorizaba. Otras técnicas incluyeron mirar la información de la tarjeta de crédito de un usuario y determinar si estaba vinculada directamente a una institución como una unión de crédito policial.

En total, había en el programa VTOS por lo menos una docena de técnicas que los empleados de Uber podían usar para evaluar si los usuarios eran nuevos clientes o probablemente agentes de la ciudad.

Si tales pistas no eran suficientes para confirmar la identidad de un usuario, los empleados de Uber deberían buscar perfiles de redes sociales y otra información disponible en internet. Si los usuarios fuesen identificados como conectados con las fuerzas de seguridad, Uber Greyballed los etiquetaba.

Cuando alguien etiquetado de esta manera llama un coche, Uber puede codificar un conjunto de vehículos fantasma dentro de una versión falsa de la aplicación para que la vea esa persona o, en alternativa, no mostrar ningún coche disponible en absoluto. Si accidentalmente, algún conductor recogía a una persona etiquetada como agente, la compañía le llamaba para que intentara terminar el viaje lo antes posible. 

Según el New York Times, al menos 50 a 60 personas dentro de Uber sabían de la existencia de Greyball, y algunos tenían dudas sobre si era ético o legal. Greyball fue aprobado por el equipo legal de Uber, dirigido por Salle Yoo, el abogado general de la compañía. Ryan Graves, el vicepresidente senior de operaciones globales y miembro del consejo, también estaba al tanto del programa.

Algunos expertos legales contaron al periódico que no estaban seguros sobre la legalidad del programa. Greyball podría considerarse una violación de la Ley Federal de Fraude y Abuso, o posiblemente una obstrucción intencional de la justicia, dependiendo de las leyes y jurisdicciones locales.