Una persona camina con un andador, a 17 de septiembre de 2025, en Barcelona.

Una persona camina con un andador, a 17 de septiembre de 2025, en Barcelona. Europa Press

Macroeconomía

El FMI avisa que España es el cuarto país avanzado que mayor esfuerzo tendrá que hacer para pagar las pensiones hasta 2050

Si el Estado pagase ahora el incremento del gasto en pensiones de los próximos 25 años desembolsaría el 44,2% del PIB, casi 706.000 millones de euros.

Más información: El gasto en pensiones crece un 79% desde 2010 y su peso en el PIB se dispara hasta el 12,9%

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Las claves

El FMI advierte que España es la cuarta economía avanzada con mayor esfuerzo necesario para financiar pensiones hasta 2050, equivalente al 44,2% del PIB actual.

El gasto combinado en pensiones y salud en España representará un 73,9% del PIB en valor presente hasta 2050.

La jubilación masiva de los 'baby boomers' y la baja natalidad son factores clave que incrementan el gasto en pensiones en España.

El sistema de pensiones español sigue siendo deficitario y depende de aportaciones estatales para su sostenibilidad.

Nuevo aviso sobre el gasto en pensiones que España tendrá que desembolsar hasta 2050. El Fondo Monetario Internacional (FMI) alerta de que nuestro país será la cuarta economía avanzada que mayor esfuerzo tendrá que hacer para pagar estas prestaciones en los próximos 25 años.

Exactamente, tendrá que destinar el 44,2% del producto interior bruto (PIB) actual —porcentaje equivalente a unos 706.000 millones de euros— para cubrir el coste acumulado de los incrementos previstos en las pensiones públicas hasta 2050.

Este cálculo no refleja el gasto anual, sino lo que costaría hoy asumir todos los incrementos futuros proyectados en pensiones para las próximas dos décadas y media.

Es decir, no significa que el Estado tenga que desembolsar ese dinero de golpe ni en un solo año. Se trata de una estimación en valor presente, una forma que usan los economistas para calcular cuánto costarían hoy todos esos pagos futuros, teniendo en cuenta el paso del tiempo y factores como la inflación o los intereses.

Es, por tanto, una manera de resumir en una sola cifra el esfuerzo fiscal total que supondrá mantener el sistema de pensiones en el próximo cuarto de siglo, pero expresado en euros de hoy, para poder compararlo mejor con el tamaño actual de la economía.

El FMI utiliza estos indicadores para medir la sostenibilidad fiscal de largo plazo de los países, sobre todo en contextos de fuerte envejecimiento demográfico.

La institución dirigida por Kristalina Georgieva estima que el gasto anual en pensiones en España crecerá un 0,7% del PIB entre 2024 y 2030, mientras que el gasto en salud lo hará un 0,5% durante ese mismo periodo.

A más largo plazo, el coste sanitario adicional acumulado hasta 2050 también es elevado: un 29,7% del PIB en valor presente.

Sumados, pensiones y salud representarán un esfuerzo fiscal futuro total del 73,9% del PIB.

En el conjunto de economías avanzadas, la media del G7 en valor presente del gasto adicional en pensiones se sitúa en apenas 14,2% del PIB, y en el G20 de las economías avanzadas, en 13%.

Con ese 44,2%, España ocupa el cuarto puesto entre 36 economías avanzadas. Sólo una región autónoma y dos países superan al nuestro en esfuerzo fiscal futuro por pensiones.

La región autónoma es Hong Kong, que alcanza un 63,4% del PIB en valor presente. Le siguen Andorra, con un 54,1%, y Corea del Sur, con un 50,5%.

En los tres casos, las cifras reflejan transiciones demográficas aceleradas o modelos de pensiones en expansión.

Países de nuestro entorno como Alemania (23,6%) o Francia (33,4%) presentan cifras elevadas, pero lejos del nivel español.

En el extremo opuesto se encuentran Suecia, que muestra un valor negativo (-11,5%), y Australia, prácticamente estable (0,1%), gracias a sistemas mixtos o capitalizados que han aliviado la carga presupuestaria del Estado.

Envejecimiento y baja natalidad

La jubilación de los miembros de la generación del baby boom -los nacidos entre finales de los años 50 y mediados de los años 70- y la actualización de las pensiones ligada al índice de precios al consumo (IPC) son algunos de los factores clave que explican el incremento del gasto en pensiones en España.

También lo son el envejecimiento de la población o la baja natalidad.

Según las Proyecciones de Población 2024‑2074 que elabora el INE, la población de 65 años o más, que actualmente representa en torno al 20,4% del total, alcanzará el 30,5% en 2055.

Asimismo, la proporción de personas entre 20 y 64 años, que hoy supone cerca del 60,9%, bajará al 53,7% en 2051.

Por el contrario, en España la natalidad se ha reducido drásticamente. En 2023, los últimos datos disponibles del INE, se produjeron 320.656 nacimientos. Se trata de la cifra más baja desde que existen registros modernos, iniciados en 1941.

Sin cambios, el coste de garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas podría condicionar seriamente toda la política fiscal española, como advierten la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AReF) y centros de estudio como Fedea.

Sistema deficitario

La propia AIRef estima un aumento del gasto en pensiones de 3,4 puntos del PIB entre 2022 y 2050. Hace dos años, la institución presidida por Cristina Herrero, calculaba que serían 3 puntos.

La Autoridad también calcula que el gasto neto medio en pensiones de los próximos 25 años será del 13,2% del PIB. En 2050 alcanzará el 16,1%.

La previsión de Fedea supera en un punto a la de la AIReF, ya que establece que el gasto alcanzará, ese año, el 17,1%.

Desiderio Romero, economista senior de Funcas, explica que existe “un problema generacional importante”. “Los baby boomers se jubilarán de forma masiva durante los próximos 25 años”, subraya.

Además, advierte de que los nuevos pensionistas que entran en el sistema “lo hacen con pensiones crecientes”. “La pensión media está creciendo año a año y eso está presionando mucho las pensiones”, subraya.

Y al mismo tiempo, “hay digamos menos jóvenes en edad ocupada que puedan trabajar para financiar las pensiones”. La única vía que está paliando, “en parte”, esta situación “es la llegada de inmigrantes”.

Todo ello da como resultado que el sistema de pensiones “sigue siendo deficitario. Se tiene que financiar con aportaciones que hace el Estado a la Seguridad Social”.