Así lo indicó Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, en su intervención en el IV Observatorio de las Finanzas de EL ESPAÑOL e Invertia, en la que planteó la perspectiva que maneja el ente para futuro económico de España a corto plazo.

En su disertación insistió en que "se prevé que la desaceleración de la inflación continúe en los próximos trimestres". Con todo, se trata de una moderación que en 2024 será "más lenta debido a efectos base al alza, a la retirada gradual de las medidas fiscales adoptadas durante la crisis energética y la mayor persistencia de la inflación de los servicios, en línea con los patrones históricos".

Pese a esta desaceleración, la inflación se moderará de media hasta un 2,3% este año y hasta un 2% tanto en 2025 como en 2026, dentro los objetivos de control de precios que se ha marcado el Banco Central Europeo (BCE). 

En este escenario, el gobernador del Banco de España considera que llegaría la resurrección del poder adquisitivo de los españoles. "Esta reducción progresiva de la inflación sería compatible con un crecimiento robusto, aunque decreciente, de los salarios, que recuperarían en 2025 el poder adquisitivo previo al episodio inflacionista, dado que se prevé una recuperación de la productividad laboral y una evolución moderada de los márgenes empresariales".

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, junto con Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, y Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, durante el IV Observatorio de las Finanzas de EL ESPAÑOL e Invertia. Laura Mateo E. E. Madrid

Con todo, cabe recordar que tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo (BCE) han puesto la productividad de la economía como uno de los principales retos de futuro, dado que no termina de levantar cabeza ni en España ni en Europa. 

Es más: Hernández de Cos alertó de que el sector privado está manteniendo el empleo pese a que las ventas y la facturación potencial están en descenso. Todo ello por la falta de trabajadores en el mercado laboral. Lo cual redunda en un empeoramiento de la productividad. 

"En el caso de la productividad, se entiende que una parte de la evolución positiva del empleo en los últimos trimestres se debe al deseo de las empresas de mantener a sus trabajadores a pesar de la debilidad de la demanda", aseguró. 

Todo ello "en un contexto en el que se percibe escasez de mano de obra y se anticipa que las perturbaciones negativas que están lastrando la economía sean de carácter temporal". 

[Guindos ve margen para subir los sueldos en España y cree que "no sería bueno" rebajar por ley la jornada laboral]

Con estos mimbres sobre la mesa, el ente pronostica que las subidas salariales por convenio en 2024 estarán en el 2,8%, en línea con el contemplado en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) pactado entre patronal y sindicatos. 

Pese a que esta cantidad supone una desaceleración respecto al 3,5% de este 2023, lo cierto es que la subida salarial por convenio seguirá estando bastante por encima de la inflación. A esto hay que sumar que el ente espera que las remuneraciones en general de los trabajadores estén por encima del citado 2,8%. 

De ahí que el Banco de España pronostique que en 2025 los españoles recuperarán el poder adquisitivo que la crisis de precios les quitó. En cualquier caso, siempre hay riesgos para que esto no se produzca, como los geopolíticos (por la guerra en Ucrania y el conflicto en Oriente Próximo) y "un mayor debilitamiento de la economía mundial".