Sede de Ferrovial en Madrid.

Sede de Ferrovial en Madrid. Europa Press.

Macroeconomía

Por qué Países Bajos se ha convertido en un polo de atracción de multinacionales en la Unión Europea

La Haya se beneficia de una economía abierta, flexible y competitiva y de instituciones eficaces, pero su régimen fiscal ha sido criticado por Bruselas y el FMI.

4 marzo, 2023 02:26
Bruselas

La decisión de Ferrovial de trasladar su sede social a Países Bajos ha sacudido esta semana el panorama económico y político español. La compañía ha alegado la búsqueda de una mayor seguridad jurídica, así como la necesidad de mejorar sus condiciones de financiación. El Gobierno de Pedro Sánchez desdeña estos argumentos: sostiene que se trata de una "motivación cortoplacista" para eludir impuestos y ha pasado al ataque personal contra su presidente, Rafael del Pino.

¿Pero por qué Ferrovial ha escogido concretamente Países Bajos como lugar de destino? ¿Por qué este territorio se ha convertido en un polo de atracción de multinacionales en la UE? Desde 1978, La Haya cuenta con una Agencia de Inversión Extranjera que ha apoyado a casi 5.000 empresas de unos 50 países para establecer o expandir sus negocios en el país. Gigantes como Asics, Pepsico, Cisco Systems, Nike, Netflix o Fujitsu lo han escogido como cuartel general en Europa.

Sólo en 2021, un total de 423 empresas extranjeras llevaron a cabo proyectos de inversión en Países Bajos, con un valor de 2.300 millones de euros y con la creación de alrededor de 13.400 puestos de trabajo directos. De estas 423 compañías extranjeras, un tercio provenía de Europa, otro tercio de América del Norte y del Sur y el último tercio de Asia. La tasa de empresas europeas que se mudan a Países Bajos ha aumentado en los últimos años como consecuencia del Brexit.

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Para la Agencia de Inversión Extranjera, el secreto del éxito holandés es una combinación de múltiples factores. Países Bajos es la economía más competitiva de Europa y la cuarta del mundo, según el ranking que elabora el Foro Económico Mundial (España ocupa el puesto 23).

También es puntera en digitalización (con la mayor penetración de banda ancha per cápita del mundo), sostenibilidad e innovación. De acuerdo con la clasificación de Bruselas, Países Bajos es el cuarto Estado miembro en innovación (sólo superado por los nórdicos), mientras que España está en el puesto 16.

Con una deuda que apenas supera el 50% del PIB y un déficit que el año pasado se situó alrededor del 1%, La Haya goza de la máxima nota crediticia (AAA), lo que a su vez se traduce en un menor coste de financiación para sus empresas.

"La calificación de 'AAA' de los Países Bajos está respaldada por una economía de alto valor añadido, flexible y abierta, una posición externa estructuralmente fuerte e instituciones eficaces, como se refleja en los indicadores de gobernanza del Banco Mundial", argumenta la agencia de rating Fitch en su último informe.

Mark Rutte y Pedro Sánchez conversan durante una reunión del Consejo Europeo

Mark Rutte y Pedro Sánchez conversan durante una reunión del Consejo Europeo UE

Países Bajos presume además de una fiscalidad atractiva para la inversión extranjera. El tipo general del impuesto de sociedades está en el 25,8% (similar al de España). Las empresas se benefician de "claridad y certidumbre por adelantado sobre las consecuencias fiscales de sus grandes inversiones". Y no se aplican retenciones fiscales a los pagos salientes (es decir, a otro país) de intereses y royalties en la mayoría de los casos, destaca la Agencia de Inversión Extranjera.

Sin embargo, este capítulo le ha costado duras críticas tanto de la Comisión Europea como del Fondo Monetario Internacional (FMI). Ambas instituciones sostienen que el régimen fiscal holandés facilita la ingeniería fiscal por parte de las multinacionales para eludir impuestos, aunque reconocen que el Gobierno de Mark Rutte está tomando medidas para corregir sus aspectos más lesivos.

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"Los datos sugieren que el sistema tributario holandés está siendo utilizado para objetivos de planificación fiscal agresiva, aunque se han introducido reformas recientemente", explica el último informe del Ejecutivo comunitario sobre la economía holandesa.

"Los flujos de pagos de intereses, royalties y dividendos realizados desde y para Países Bajos siguen siendo muy altos (45,2% del PIB holandés en 2020, comparado con una media del 10,5% del PIB en la UE), aunque han disminuido desde el 63,1% en 2018 y el 57% en 2019", apunta el Ejecutivo comunitario.

Rafel del Pino, presidente y primer accionista de Ferrovial.

Rafel del Pino, presidente y primer accionista de Ferrovial. Ferrovial.

Según el FMI, el régimen fiscal holandés facilita a las multinacionales establecer estructuras financieras especiales, que operan principalmente con no residentes y que no tienen producción física ni puestos de trabajo en Países Bajos. Unas estructuras que se utilizan principalmente para ejecutar esta "planificación fiscal agresiva".

Entre las reformas introducidas por Rutte para hacer frente a este problema, Bruselas destaca la introducción en enero de 2021 de una retención fiscal condicional en los pagos de intereses y royalties (y desde enero de 2024 también de dividendos) realizados a paraísos fiscales o jurisdicciones con muy bajos impuestos.

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En cuanto a la seguridad jurídica, el Ejecutivo comunitario señala que "la administración pública holandesa se encuentra entre las más eficaces en la UE". El país está entre los mejores de la UE en servicios gubernamentales por internet. La Haya cuenta con un marco fiscal que funciona bien y se sitúa en la media comunitaria en materia de contratación pública, según el informe de Bruselas.

Además, Países Bajos está muy por encima de la media de la UE en elaboración de políticas basadas en datos y evidencia. Se encuentra entre los Estados miembros que recurre con mayor frecuencia a consultas con las partes interesadas y a la evaluación ex post de la legislación. "No obstante, las empresas han identificado los cambios rápidos de legislación como un problema encontrado al hacer negocios a nivel nacional", subraya el estudio.

Finalmente, el sistema judicial holandés funciona en general de forma eficiente. La duración de los procedimientos en primera instancia es corta, en particular para los litigios civiles y comerciales. La calidad global del sistema judicial es buena, aunque el nivel de digitalización podría mejorarse. "En cuanto a la independencia judicial, no se han detectado deficiencias sistémicas", concluye Bruselas.