A diferencia de lo que parece estar ocurriendo en España, la subida de precios todavía no ha tocado techo en la eurozona. La inflación anual se disparó hasta el 10% durante el mes de septiembre -nueve décimas más que en agosto- según la estimación preliminar publicada este viernes por Eurostat, la oficina estadística comunitaria.

Los exorbitantes precios de la energía y el encarecimiento de los alimentos vuelven a ser los motores de este incremento.

El 10% de inflación pulveriza de nuevo todos los récords desde la creación del euro, superando las previsiones de los analistas. Y multiplica por cinco el objetivo del 2% que ha establecido el Banco Central Europeo (BCE). Precisamente, el mal dato redobla la presión sobre el órgano que preside Christine Lagarde para realizar otra gran subida de tipos en su próxima reunión del 27 de octubre, tras el incremento de 0,5 puntos en julio y de 0,75 puntos en septiembre.

[Lagarde (BCE) anuncia que seguirá subiendo los tipos de interés pese al frenazo económico en la eurozona]

Si se analizan los principales componentes del IPC de la eurozona, la mayor subida corresponde a la energía (con una inflación anual del 40,8% frente al 38,6 de los alimentos); seguida de alimentación, alcohol y tabaco (11,8% frente al 10,6% en agosto). Pero también se aceleran los productos industriales no energéticos (5,6% frente al 4,1% en agosto); y servicios (4,3% frente al 3,8% en agosto). 

Por su parte, la inflación subyacente (que excluye los componentes más volátiles como son la energía, alimentos no procesados, alcohol y tabaco) también se dispara desde el 4,3% en agosto al 4,8% en septiembre. 

Tasa de inflación en septiembre

Los incrementos de precios más fuertes se registran en Estonia (24,2%), Lituania (22,5%), Letonia (22,4%) y Holanda (17,1%).

Entre los grandes países de la eurozona, Alemania (10,9%) e Italia (9,5%) registran ya una inflación más alta que la de España (9,3%). Por primera vez en muchos meses, el nivel de inflación de España se sitúa por debajo de la media de la eurozona. Francia se mantiene como el Estado miembro con una inflación más baja (6,2%).

El descontrol absoluto de precios ha disparado todas las alarmas en el Banco Central Europeo. Su presidenta ya ha dejado claro que seguirá subiendo los tipos de interés en las próximas reuniones, incluso si eso supone hundir de nuevo a la eurozona en la recesión. "Tenemos que continuar luchando contra la inflación, porque esa es la misión del Banco Central: mantener la estabilidad de precios", sostiene Lagarde.

Los halcones nórdicos empiezan a apostar por una nueva subida récord de 0,75 puntos de una tacada en la reunión de octubre, lo que situaría el tipo de interés general en el 2%.