La vicepresidenta Nadia Calviño y el comisario Paolo Gentiloni, este lunes en Bruselas

La vicepresidenta Nadia Calviño y el comisario Paolo Gentiloni, este lunes en Bruselas Jennifer Jacquemart/CE

Macroeconomía

Calviño sostiene que sus medidas han evitado una recesión del 25% y 3 millones de parados

La vicepresidenta económica pronostica una recuperación en forma de 'V' asimétrica con fuerte crecimiento en 2021.

8 septiembre, 2020 11:56
Bruselas

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Esta vez ha sido diferente. Tanto los Gobiernos nacionales como la Unión Europea han aprendido de los errores de la crisis financiera de 2008 y han sido capaces de poner en marcha en tiempo récord una respuesta potente frente a la Covid-19 para preservar la economía y garantizar una rápida recuperación. Al menos esa es la tesis que ha defendido la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, durante su intervención este martes en el foro económico de Bruselas. 

Calviño sostiene que las medidas puestas en marcha por el Gobierno español -en particular, los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE) financiados con dinero público, los avales del Estado por valor de 100.000 millones de euros para empresas y las ayudas a los autónomos- han evitado una contracción del 25% en la economía española este año y la destrucción de tres millones de puestos de trabajo.

"Estas medidas, aprobadas en la primera fase en España, equivalen a alrededor del 4% del PIB en gasto adicional y al 10% del PIB en liquidez (...) Estimamos que el PIB de España habría caído un 25% en 2020 y que se habrían perdido 3 millones de empleos sin esta actuación de emergencia", ha asegurado la vicepresidenta en una intervención por vídeo desde Madrid.

El discurso de Calviño se produce el mismo día en que Eurostat, la oficina estadística comunitaria, confirma que España fue el país de la UE que experimentó un mayor hundimiento económico durante el segundo trimestre del año (-18,5%), por delante de Croacia (-14,9%), Hungría (-14,5%) y Grecia (-14%). De media, la economía europea se desplomó un 11,8% entre abril y junio. Finlandia (-4,5%), Lituania (-5,5%) y Estonia (-5,6%) son los países que menos sufrieron.

Tras esta fase que ha denominado de "resistencia", la economía española vivió un "punto de inflexión" a partir de mayo y entró en una etapa de "reactivación" a medida que se levantaba el confinamiento. No obstante, admite que la situación económica sigue marcada por la "incertidumbre" porque "estamos luchando todavía contra la pandemia, aunque esta segunda ola es hasta ahora mucho menos dañina en términos de salud pública y niveles de deuda".

Buscará el máximo apoyo político

"Si continuamos controlando la expansión del virus, tenemos confianza en que la recuperación adoptará la forma de una asimétrica, que llevará a un crecimiento muy fuerte en 2021. Nuestra previsión, así como las de la Autoridad Fiscal Independiente y otros analistas, apuntan a un crecimiento superior al 10% ya en el tercer trimestre de este año", asegura Calviño.

La vicepresidenta ha elogiado también la "rápida actuación" de todas las instituciones europeas, empezando por el Banco Central Europeo (BCE), que desde el principio de la pandemia garantizó la "estabilidad financiera" y con ello "ha permitido que Gobiernos adopten medidas de emergencia". Pero ha destacado en especial el "acuerdo histórico" alcanzado por los líderes europeos en junio para crear un fondo de reconstrucción de 750.000 millones basado en la emisión de deuda comunitaria.

El Gobierno español prepara ya un plan de recuperación para poder acceder a los 140.000 millones de euros adjudicados por la UE que se basará en cuatro ejes: la transformación digital, la transición verde, el refuerzo de la cohesión social y territorial y la lucha contra la brecha de género. "El plan incluirá una agenda ambiciosa de inversiones y reformas estructurales alineadas con las prioridades de la UE", asegura Calviño.

La vicepresidenta económica ha prometido además a su audiencia de altos funcionarios de la UE que el Gobierno buscará "lograr el máximo apoyo posible político y social, trabajando con el sector privado, las regiones y los ayuntamientos y los interlocutores sociales".