Xi Jinping durante su intervención en el Foro de Davos.

Xi Jinping durante su intervención en el Foro de Davos. Ruben Sprich Reuters

Macroeconomía

China se erige como abanderado de la globalización como alternativa a EEUU

Xi Jinping pronuncia un discurso “histórico” en el Foro de Davos lleno de reproches a Trump y en el que se presenta como socio para todos los países dispuestos a abrirse al mundo.

17 enero, 2017 13:05

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El mundo está viviendo un momento histórico. La primera potencia económica y política se prepara para cerrarse al mundo y la segunda (cada vez más cerca de ser la primera) se postula como el nuevo socio para todos los países que quieran mantener su apertura a la globalización. El momento es “histórico”, como ha calificado Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, y el primer discurso de Xi Jinping, presidente de China, ha estado esa altura, ha aplaudido Schwab. Era el gran protagonista de esta edición del Foro y no ha defraudado a nadie.

Xi Jinping ha mostrado que el gigante asiático no tiene miedo al futuro, ni a los riesgos políticos que amenazan la estabilidad global. Al contrario, se ha mostrado dispuesto a ocupar el puesto de Estados Unidos como abanderado del comercio mundial (y también preparado para hacerlo). “Queremos una economía global abierta”, ha reclamado Xi Jinping, “hemos de promover el comercio y la inversión a través de la apertura y decirle no al proteccionismo”.

Hemos de promover el comercio y la inversión a través de la apertura y decirle no al proteccionismo

Su discurso ha estado lleno de mensajes para Donald Trump, presidente de EEUU, eso sí, sin pronunciar su nombre en ningún momento. Pero la presencia del magnate estaba presente en casi cada palabra del presidente chino. “Si optamos por el proteccionismo será como encerrarse en una sala a oscuras, sin luz ni aire” y ha advertido “nadie saldrá como vencedor de una guerra comercial”.

“Ninguna dificultad [léase Trump] va a detener a la humanidad en este camino hacia la globalización”, ha señalado Xi Jinping, "la gobernanza inadecuada también nos dificulta la posibilidad de adaptarnos a la nueva economía global". Pero China no quiere complejos ni lamentos, sino que es su momento para dar un paso al frente. “No debemos quejarnos o echar la culpa a los demás, lo que hay que hacer es estar a la altura de nuestro reto”. Por si a alguien le quedaba alguna duda, remata el discurso presentándose como alternativa a EEUU ante la Historia: “La Historia la crean los valientes, se trata de trabajar juntos en aras de un futuro brillante”.

Si optamos por el proteccionismo será como encerrarse en una sala a oscuras, sin luz ni aire, nadie saldrá como vencedor de una guerra comercial

China se ha presentado ante el mundo como el principal socio para todos los países abiertos a la globalización. Xi Jinping ha remarcado que en el próximo lustro China importará 8 billones de dólares de bienes de productos extranjeros, atraerá 600.000 millones de inversión foránea y hará inversiones por 750.000 millones en el resto del mundo. Además, los turistas chinos se lanzarán a conocer el mundo con más de 700 millones de personas viajando al extranjero.

En definitiva, un socio dispuesto a convertirse en un motor de crecimiento para el resto del mundo. “No nos quejaremos de aquellos que aprovechen las oportunidades en China”, ha remarcado, al contrario, sus puertas estarán abiertas para todos los que quieran aportar al crecimiento conjunto. “China mantendrá sus puertas bien abiertas, no las cerrará, esperamos que otros países también mantengan abiertas sus puertas a los inversores chinas y en igualdad de condiciones para todos”, ha remarcado, en clara referencia a Estados Unidos.

China mantendrá sus puertas bien abiertas, no las cerrará, esperamos que otros países también las mantengan abiertas

Xi Jinping ha reconocido que Pekín tuvo muchas "dudas sobre la globalización", pero ahora tiene muy claro que "si queremos seguir creciendo, tenemos que atrevernos a formar parte de este sistema". De esta forma, el presidente chino muestra la nueva cara de su país, ya dispuesto a tomar el papel protagonista de la economía global si EEUU decide retirarse. "Si no queremos explorar el nuevo mundo, acabaremos por hundirnos en este mar en el que no nos atrevemos a adentrarnos", ha remarcado.

Un nuevo orden

El presidente chino no se ha limitado a defender la globalización, sino que ha reclamado el papel protagonista de China en las instituciones internacionales, hasta ahora controladas por Estados Unidos y sus socios. Xi Jinping ha exigido "mayor representación en los foros de decisión" para los países emergentes.

China no quiere cambiar el mundo, sino que quiere ganar protagonismo en las instituciones tal y como están planteadas. Y ahora tiene más motivos para ello ante la incertidumbre de las políticas que puede adoptar EEUU. "Tenemos que adherirnos al multilateralismo para defender la eficacia de las instituciones multilaterales", ha remarcado Xi Jinping, como pueden ser el FMI o el Banco Mundial.

En su opinión, el problema del mundo no es la globalización, sino la ausencia de un "motor que impulse el crecimiento" y ha señalado cuál tiene que ser la solución: la innovación. Para recuperar la estabilidad social y política, Xi Jinping ha pedido avanzar en la innovación como punto de partida para elevar las tasas de crecimiento y para extender la riqueza a los países en desarrollo. "China ha sacado a más de 700 millones de personas de la pobreza", ha señalado, ese es el camino para recuperar la estabilidad perdida.