Un trabajador durante el proceso de obtención de pimentón de La Vera, en Cáceres.

Un trabajador durante el proceso de obtención de pimentón de La Vera, en Cáceres. Gustavo Valiente Europa Press

Empleo Hoy

La productividad también es un problema dentro de España: País Vasco dobla la de Extremadura

El nivel formativo de los ocupados también influye en la tasa de productividad de cada comunidad autónoma.

19 febrero, 2024 02:48

La tasa de productividad de España lleva años por debajo de la media europea y sólo en 2023 se anotó un descenso del 13,8% respecto a la eurozona, según las conclusiones de Fedea y el Consejo General de Economistas (CGE). El problema de la productividad se replica dentro del país, con una diferencia de casi el doble entre Extremadura y País Vasco.

"La región con más productividad tiene un nivel un 50% superior a la que menos", explicó el profesor titular del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Murcia y director técnico del Informe de Competitividad Regional del CGE, José Carlos Sánchez, durante el acto de Fedea y el CGE. 

País Vasco, con 122,4 puntos, es una de las seis comunidades que se sitúan por encima de la media de productividad española (con base 100). Madrid (114,5), Navarra (113,4), Cataluña (105,1), La Rioja (102,5) y Baleares (100,9) completan la lista de las regiones más productivas de España, medida en productividad relativa real en euros por hora. 

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Las desigualdades se acentúan en el extremo contrario del ranking. La productividad de Extremadura es de 82,2 puntos, la más baja de España. Por debajo de la media española y, también, del nivel de los 90 puntos están Murcia (83,5), Canarias (87,7), Andalucía (87,8) y Castilla-La Mancha (89,1).

Esas diferencias entre comunidades están marcadas por "la intensidad innovadora, el tamaño de las empresas, el nivel formativo de los trabajadores, la estructura productiva o la calidad del empleo", como apuntó Sánchez. La formación de los empleados está "relacionada positivamente" con la productividad de cada región, aunque al mismo tiempo plantea el problema de la fuga de talento.

Una mujer coloca los 'calçots’ en su establecimiento de verduras.

Una mujer coloca los 'calçots’ en su establecimiento de verduras. Fabián Acidres Europa Press

País Vasco, Madrid y Cataluña registran el mayor número de ocupados con formación terciaria, en tanto que Extremadura, Murcia o Castilla-La Mancha concentran a los trabajadores con menor nivel educativo. "Es difícil para una región captar y retener el talento", admitió el director técnico del Informe de Competitividad Regional del CGE.

Esa atracción del talento se complica en comunidades autónomas con baja productividad que tienen a Madrid como "centro neurálgico" más próximo. Sánchez aludió al caso de Castilla y León, la región española "con mejores resultados PISA pero con problemas de productividad". 

Un vidriero en Segovia.

Un vidriero en Segovia. Diego de Miguel Europa Press

"Tener población formada pero que trabaje en algo que no le corresponde no es productivo. Un trabajador que trabaje en algo que no es lo suyo probablemente trabaje peor", reconoció sobre la relación entre formación y productividad.

La situación provoca que los trabajadores formados se desplacen a regiones más productivas, donde encuentran más oportunidades para su desarrollo profesional. La dinámica resulta "difícil de revertir" porque las comunidades se enfrentan a "un competidor muy fuerte", que cuenta con una buena red de transportes, un tejido empresarial adaptado, nuevas infraestructuras, inversiones extranjeras y mejor nivel de vida. 

Desventaja de la pyme

La contribución a la productividad del país es "una cuestión de todos", como señaló el socio responsable de EY Insights, Juan Pablo Riesgo. En su opinión, los trabajadores "tienen margen de impulso de su productividad" con elementos que están en su mano, como la actualización de su formación.

Las empresas también pueden hacer su parte, a través de la contratación, la inversión en formación de sus empleados o las políticas de compensación adecuadas, prosiguió Riesgo. A eso se suma el papel del Estado para incentivar a las empresas a impulsar la productividad. 

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En los últimos años, las compañías españolas se han topado con varias "zancadillas" regulatorias, como expuso el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia e investigador asociado de Fedea, Javier Ferri. Entre el 2000 y el 2022, la calidad institucional de España (efectividad del gobierno, calidad regulatoria, Estado de derecho y control de la corrupción) ha pasado de estar un 37% por encima de la media europea a un 20% por debajo.

En su análisis del "problemón" de la productividad en España, Ferri encontró otras causas, como el hecho de que "el tamaño tan pequeño de la empresa española es lo que hace que se reduzca la productividad". "España, junto con Portugal, está a la cola del porcentaje de empresas grandes y medianas. Las empresas grandes y medianas tienen ventajas comparativas importantes", agregó.

Foto de familia de los expertos de Fedea y el Consejo General de Economistas (CGE).

Foto de familia de los expertos de Fedea y el Consejo General de Economistas (CGE). Fedea

Para el investigador de Fedea, el tamaño de la empresa es más determinante que el modelo productivo. De hecho, Ferri habló del "falso mito del modelo productivo", que conduce a pensar que si España cambiara su modelo productivo y ganara peso en la industria en detrimento de los servicios crecería en productividad.

"Tenemos una distribución de empresas por sectores muy similar a la media de Europa, pero tenemos una productividad por ramas de actividad muy baja, excepto en Agricultura", precisó el economista. Por eso, en su opinión, no se trata de un problema "de composición sectorial" sino de una cuestión "transversal", arraigada a la "propia estructura social y económica española".