El presidente de EEUU, Donald Trump, y el presidente de la Fed, Jerome Powell, en una imgane de 2017.

El presidente de EEUU, Donald Trump, y el presidente de la Fed, Jerome Powell, en una imgane de 2017. Reuters

Bancos centrales

La Fed baja los tipos de interés tras meses de presión de Trump y los deja en el 4,25%

Miran, afín a Trump, ha votado a favor de un descenso de 50 y no de 25 puntos básicos. La institución espera recortar las tasas dos veces más este año.

Más información: El BCE se mantiene en 'modo pausa': deja los tipos sin cambios en el 2% por segunda reunión consecutiva

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Tras nueve meses de pausa, y otros tantos de presión del Gobierno estadounidense, la Reserva Federal (Fed) ha decidido bajar los tipos de interés. El recorte, el primero desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, deja las tasas de referencia en el rango de entre el 4% y el 4,25%.

El banco central ha anticipado dos bajadas más de tipos lo que resta de año, mientras que ha mejorado las previsiones de crecimiento para Estados Unidos en 2025 y no ha modificado las de inflación.

La Fed mueve ficha ante el agotamiento del mercado laboral estadounidense y tras los ataques que la Administración Trump ha llevado a cabo con la intención de modificar la política monetaria.

La institución comenzó a reducir las tasas de referencia hace justo un año, en septiembre de 2024. La bajada de tipos aprobada por aquel entonces fue de 50 puntos básicos.

La reducción llegó tras casi catorce meses en los que los tipos de interés se mantuvieron, sin cambios en la horquilla, entre el 5,25% y el 5,5%, en máximos desde enero de 2001.

El banco central estadounidense volvió a recortar el precio del dinero en noviembrejusto dos días después de que se celebrasen las elecciones presidenciales en Estados Unidos y también en diciembre. En ambos casos, los movimientos fueron de 25 puntos básicos.

Por tanto, este ha sido el primer descenso desde que Donald Trump se convirtió, el pasado enero, en el 47º presidente de Estados Unidos.

Desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente, distintos miembros de su Administración y varios senadores republicanos han criticado ferozmente la postura que hasta ahora ha tenido la Fed, de esperar y ver cuál es el impacto de las políticas del Gobierno antes de retomar las bajadas de las tasas.

Trump ha llegado a llamar a Powell "idiota" y "lento" por no recortar los tipos. El magnate, quien ha solicitado una bajada del precio del dinero de 300 puntos básicos, incluso ha puesto sobre la mesa el despido del banquero central.

La Administración Trump también ha presionado a la Fed con el sobrecoste de la renovación de la sede que la autoridad monetaria tiene en Washington.

Con la independencia de la institución en el punto de mira de los inversores, el último paso para influir en las decisiones de política monetaria ha sido el intento de despido de Lisa Cook, economista y primera mujer afroamericana en formar parte de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal.

Finalmente, la salida no se ha producido. Una jueza federal ha frenado el cese de Cook, decisión que mantiene a la economista en el cargo mientras se resuelve la disputa legal.

Por tanto, Cook ha participado en esta deliberación de la Fed. Stephen Miran, ideólogo de los aranceles de Trump y nombrado por el republicano, también ha participado en la reunión tras haber sido confirmado por el Senado y prestar juramento como gobernador.

Trump ha contado, por tanto, con tres gobernadores afines. Los otros son Christopher Waller -su nombre se incluye en las quinielas para convertirse en próximo presidente de la Fed- y Michelle Bowman, recién nombrada vicepresidenta de supervisión.

Todos los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), incluido el presidente Powell, han estado de acuerdo en recortar las tasas 25 puntos básicos. Todos menos Miran, quien se ha mostrado partidario de un descenso de 50 puntos básicos.

Sin sorpresas

La bajada de tipos de este miércoles no ha sido una sorpresa. El mercado daba por hecho que el desenlace sería un recorte. Los inversores no han variado sus expectativas a pesar del repunte de la inflación.

La tasa general del Índice de Precios al Consumo (IPC) de EEUU sumó dos décimas en agosto, hasta alcanzar el 2,9%.

A su vez, la tasa subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, se mantuvo en el 3,1%.

En su intervención ante la prensa, Powell ha defendido que la institución hizo "bien en esperar a ver cómo evolucionaban los aranceles, la inflación y el mercado laboral" y no tomar una decisión apresurada en política monetaria.

El mercado laboral

La razón principal por la que un descenso de los tipos de interés estaba totalmente descontado por el mercado es el enfriamiento del mercado laboral estadounidense. Son varias las referencias conocidas que dibujan dicha fotografía.

Por un lado, entre abril de 2024 y marzo de 2025, el país creó 911.000 puestos de trabajo menos de los calculados inicialmente.

No ha sido la única revisión. En mayo y junio, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) redujo en 258.000 los puestos de trabajo generados en mayo y junio.

 De esta forma, en mayo se crearon 19.000 empleos, mientras que en junio se destruyeron 13.000.

En julio fueron 79.000 nuevos puestos de trabajo, pero en agosto la cifra volvió a reducirse a 22.000. La tasa de paro se elevó al 4,3%. Es la más alta desde hace casi cuatro años.

Cabe recordar que, a diferencia de otros bancos centrales, la Fed tiene un doble mandato: la estabilidad de precios y el máximo empleo.

El instituto emisor estadounidense tiene la responsabilidad de promover ambos objetivos de forma simultánea. Es decir, la política monetaria debe equilibrar estos dos fines, aunque a veces puedan entrar en conflicto.

La creación de empleo se ha desacelerado y la tasa de desempleo ha aumentado ligeramente, pero se mantiene baja. La inflación ha aumentado y se mantiene algo elevada”, consideran los miembros de la institución en el comunicado posterior al encuentro.

Buscan “lograr el máximo empleo y una inflación del 2% a largo plazo” y advierten de que “la incertidumbre sobre las perspectivas económicas sigue siendo alta”.

Los miembros de la Fed están atentos “a los riesgos en ambos lados de su doble mandato” y consideran que “los riesgos a la baja para el empleo han aumentado”.

Dos bajadas más en 2025

Los miembros del FOMC también han publicado sus expectativas sobre dónde se encontrarán los tipos de interés en el corto y medio plazo.

En esta ocasión, los responsables de política monetaria han revisado a la baja el nivel en el que terminarán las tasas en 2025, 2026 y 2027.

Exactamente, esperan que terminen este año en el 3,6%. Es decir, contemplan un recorte de 50 puntos básicos en lo que resta de ejercicio, tras el realizado este miércoles.

Equivale a dos bajadas a razón de 25 puntos básicos cada una, el movimiento más habitual llevado a cabo por los bancos centrales. El pronóstico coincide con las dos reuniones que la Fed celebrará antes de que termine el año, una a finales de octubre y otra a mediados de diciembre.

Aunque, como suele señalar Powell en todas sus intervenciones, estas previsiones no están grabadas en piedra, los responsables de política monetaria anticipan que los tipos finalicen 2026 en el 3,4% y lleguen al 3,1% en 2027.

“Los mercados financieros prevén ahora casi seis recortes de los tipos de interés oficiales entre ahora y finales de 2026, incluidos casi tres en las tres próximas reuniones”, subrayaban los expertos de Edmond de Rothschild AM antes del encuentro.

Más crecimiento

En la última reunión de cada trimestre —como la que acaba de tener lugar—, los miembros del FOMC también revisan sus previsiones económicas.

En esta ocasión, los banqueros centrales han mejorado sus estimaciones de crecimiento para este año y los siguientes, al tiempo que han elevado ligeramente sus pronósticos de inflación.

Así, la Fed espera que EEUU crezca un 1,6% en 2025, dos décimas más que hace tres meses. Entonces pronosticaban una expansión del 1,4%.

Además, prevé que el PIB estadounidense aumente un 1,8% en 2026 —dos décimas más—, mientras que eleva una décima, al 1,9%, la estimación para 2027.

La institución anticipa que los precios escalarán un 3% en este ejercicio, igual que en junio.

También calcula que la inflación alcanzará el 2,6% en 2026 y que se relajará al 2,1% en 2027. Es decir, eleva dos décimas la previsión del próximo ejercicio y mantiene sin cambios la del siguiente.

Pese a las preocupaciones mostradas por el mercado laboral, la Fed no ha tocado su previsión de desempleo para 2025 al dejar la tasa de paro en el 4,5%.

A su vez, ha reducido en una décima las estimaciones de 2026 y 2027, al 4,4% y al 4,3%, respectivamente.