La tasa de inflación interanual de la eurozona se situó en enero en el 8,6%. A pesar de que la cifra es una décima más elevada de la que arrojó la estimación preliminar, implica una bajada de seis décimas frente al 9,2% de diciembre.

Sin embargo, al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en enero en el 7,3%, una décima por encima del alza de diciembre de 2022.

Asimismo, al dejar fuera también el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente de la zona euro subió una décima en enero, hasta el 5,3%, su nivel más alto de la serie histórica.

El próximo jueves se conocerá el dato de inflación del bloque del euro correspondiente al mes de febrero. Las previsiones apuntan a una nueva moderación de la tasa general, en este caso hasta el 8,1%, mientras que anticipan que la subyacente se mantendrá en esos máximos del 5,3%.

Al 3,75%

Con estas perspectivas sobre la mesa, los inversores esperan ahora que el BCE lleve la facilidad de depósito -la remuneración de las entidades por aparcar su dinero en Fráncfort y que en la actualidad se encuentra en el 2,5%- hasta el mencionado 3,75% antes de final de verano, 25 puntos básicos por encima de las proyecciones de finales de enero.

Pero los inversores no son los únicos que contemplan este escenario. También lo hacen los analistas de Deutsche Bank. La entidad alemana ha elevado esta misma semana su previsión, hasta situarla en el 3,75%. Antes esperaban que el máximo que la facilidad de depósito alcanzaría en este ciclo de incrementos fuera el 3,25%.

Los economistas del banco germano esperan que el BCE acometa sendas subidas de los tipos de interés de 50 puntos básicos en sus reuniones de marzo y mayo, seguidas de un alza final de 25 puntos básicos en junio. Anteriormente esperaban un incremento de 0,5 puntos en marzo y otro de 0,25 en mayo.

Otros bancos de inversión también han elevado sus previsiones, aunque en menor medida. Así, Goldman Sachs espera que el organismo emisor suba los tipos tres veces más este año, hasta llevar la facilidad de depósito al 3,5%. Antes situaban el techo de las tasas en la eurozona en el 3,25%. En una nota recogida por Reuters, la entidad apuntaba a una subida de tipos de 0,5 puntos en marzo y otras dos de 0,25 en mayo y junio. 

En la reunión que el BCE mantuvo a principios de febrero la institución ya adelantó que volvería a subir los tipos otros 50 puntos básicos en la cita que mantendrá el 16 de marzo, lo que implicaría llevar la facilidad de depósito al 3%.

Además del encuentro que los miembros de su Consejo de Gobierno mantendrán en marzo, los responsables de política monetaria de la eurozona se reunirán en cuatro ocasiones más antes de que comience el otoño: el 4 de mayo, el 15 de junio, el 27 de julio y el 14 de septiembre.

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Aunque el BCE ya ha telegrafiado su próximo movimiento es posible que la institución tenga que subir los tipos de interés de forma significativa después de marzo, ya que la inflación -y en particular la subyacente- sigue siendo elevada, tal y como subrayó este viernes el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel.

Los analistas de Bank of America esperan una subida de 25 puntos básicos en mayo “pero todo depende de una ralentización de la inflación subyacente de aquí a entonces desde su nivel actual del 5,3%. Sin ello, la subida de 50 puntos básicos estaría claramente en juego” y dadas las perspectivas “los riesgos se inclinan al alza, empezando por la inflación de febrero”.

Hasta el 5,5%

En Renta 4 también fijan el nivel máximo al que llegarán los tipos en la eurozona entre el 3,5% y el 3,75%. En el caso de Estados Unidos, prevén que la Reserva Federal (Fed) eleve las tasas de referencia hasta el rango de entre el 5,25% y el 5,5%.

Una vez se alcancen “se mantendrán en esos niveles restrictivos durante una buena temporada” y advierten de que “estas condiciones financieras más restrictivas deberían tener un impacto en ciclo económico y resultados empresariales”.

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La hipótesis que maneja la gestora Federated Hermes sigue siendo que la Fed elevará los tipos en subidas de 25 puntos básicos, hasta un máximo por encima del 5% en los próximos meses, y que se mantenga en ese nivel al menos durante el resto del año.

Es probable, apuntan, que “el BCE muestre una trayectoria similar y algo rezagada, con tipos máximos del 3% o el 3,5%”. Sin embargo, advierten de que “tras la solidez de los datos económicos de las dos últimas semanas, existe un riesgo material de que los bancos centrales se vean obligados a tipos terminales algo más elevados. En consecuencia, también ha aumentado el riesgo de endurecimiento excesivo”.