Si los miembros del Consejo de Gobierno se decantan por esa opción, será la mayor subida de tipos de su historia. El BCE solo ha acometido un movimiento de esta magnitud una vez, el 10 de diciembre de 2008, pero en la otra dirección, a la baja. Por aquel entonces, la crisis financiera se agravaba después de la quiebra de Lehman Brothers.

Con un incremento de 75 puntos básicos, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación -las subastas semanales- pasaría del 0,5% al 1,25%. El de la facilidad marginal de crédito -al que el BCE presta a los bancos en un día- alcanzaría el 1,5% y el de facilidad de depósito, al que la institución remunera el exceso de reservas, el 0,75%.

Inflación o recesión

El BCE está ahora más preocupado por la posibilidad de que la inflación se enquiste y menos por si la economía de la eurozona termina descarrilando, ya afectada por la crisis energética que asola la región. Las posibilidades de una recesión aumentan mientras Rusia amenaza con cortar todos los suministros energéticos a Europa.

“Para el BCE hay menos riesgo en hacer más que en hacer menos”, indican los expertos de Allianz Global Investors. Ahora, la institución presidida por Christine Lagarde podría adoptar “una medida sin precedentes”, ante la elevada inflación, que es “la principal preocupación de los responsables de la institución”, explican en Ostrum AM. La gestora francesa espera un aumento de 75 puntos básicos ahora y medio punto tanto en octubre como en diciembre.

La escalada de los precios mantiene al BCE bajo presión para adelantar su ciclo de endurecimiento monetario. De hecho, desde la reunión de banqueros centrales de Jackson Hole, celebrada hace dos semanas, cada vez más gobernadores han defendido "actuar con fuerza”.

Las declaraciones de los miembros más duros de la institución, los conocidos como halcones, provocaron que las posibilidades que los inversores daban a un incremento de 75 puntos básicos se dispararan. El miércoles ya alcanzaban el 90%.

Sin detalles

Los expertos de Bank of America se sitúan con el mercado y anticipan que el BCE subirá tipos tres cuartos de punto este jueves, seguidos por un incremento de 50 puntos básicos en octubre y de otros 25 en diciembre.

Además, estiman otras tres alzas en el primer semestre de 2023. Sin embargo, los inversores no esperan que el instituto emisor dé algún detalle explícito sobre el ritmo de las futuras subidas de tipos.

[El BCE asume una "recesión moderada" de la eurozona pero descarta una crisis como la vivida en 2008]

Mientras que todo apunta a que el alza será de 75 puntos básicos hay quien advierte que incluso esa cuantía podría no ser suficiente. “El BCE seguiría sin lograr ninguna credibilidad en su objetivo de combatir la inflación. Para ello, es necesario solucionar la llamada fragmentación de la eurozona”, opinan en Mainfirst.

En julio, cuando el BCE decidió subir tipos 50 puntos básicos -el doble de lo anteriormente comunicado-, la institución también presentó el Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI, por sus siglas en inglés), destinado precisamente a mitigar los riesgos para la estabilidad financiera. Ofrece, además, cierto margen de maniobra para subir los tipos más rápidamente.

El euro

La reunión que este jueves celebra el BCE ha tomado aún más importancia en un momento en el que el euro ronda mínimos de los últimos 20 años frente al dólar. Cualquier subida inferior a 75 puntos básicos se consideraría “una importante decepción para los mercados y muy probablemente desencadenaría una brusca e inmediata caída” de la divisa comunitaria, opinan los analistas de Ebury.

El banco central también revisará sus proyecciones macroeconómicas, que deberían reconocer una senda de crecimiento más baja y una inflación más alta. En junio, el BCE pronosticó una inflación del 6,8% y un crecimiento del 2,8% en 2022. La inflación será del 3,5 % y el crecimiento del 2,1% en 2023 y ambos del 2,1% en 2024, según los cálculos de junio.