
Manifestantes anti-Brexit este lunes ante Lancaster House, donde se celebró la cumbre Reino Unido-Unión Europea. EFE
Alivio para la flota del Cantábrico sin alternativa y más competencia en la carne: cara y cruz del gran avance pos-Brexit
El primer gran acuerdo entre Reino Unido y la UE tras el divorcio da garantiza la pesca hasta 2038 y que regresen salchicas y hamburguesas británicas.
Más información: La UE y Londres resetean sus relaciones tras el Brexit con un pacto en defensa y 12 años extra de pesca en aguas británicas
El primer gran acuerdo después del duro divorcio del Brexit ya está aquí. La Unión Europea y el Reino Unido han decidido poner punto y aparte en sus relaciones con la primera cumbre bilateral desde la salida, que se salda con un pacto que permite a los británicos participar en las compras conjuntas de armamento con el fondo de 150.000 millones de euros en créditos creado por la UE.
También prevé facilitar la movilidad juvenil o migración, asuntos espinosos sobre los que quedan aún detalles por pulir. Pero no sucede así en dos asuntos claves cerrados de madrugada y que traen una cara y una cruz para España.
Son el acuerdo de pesca para prorrogar hasta 2038 el acceso de la flota europea a aguas británicas y, en sentido inverso, el compromiso de cerrar un pacto fitosanitario, de duración ilimitada, que facilite la entrada de productos agroalimentarios británicos en Europa. Especialmente carne, en un momento en que falta por cerrar otra gran vía de llegada a través del Mercosur.
El sector primario adelanta así por la derecha en la nueva etapa Reino Unido-UE, con consecuencias dispares. Para la pesca española supone todo un alivio; acaban de lograr 12 años de certidumbre, esencial para los armadores de la “Flota de Gran Sol”, es decir: casi 90 buques que con puerto base en las comunidades del Cantábrico, principalmente de Galicia y País Vasco, capturan merluza, rape y gallo.
Es una actividad que el año pasado dejó un relevante poso económico. Se capturaron 31.338 toneladas de pescado por valor de 151 millones de euros, pero, subraya Javier Garat, secretario general de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), esto no iba de rentabilidad sino de supervivencia.
"Realmente no tenían alternativa para faenar en otro lugar", advierte. El reloj corría para ellos, que empezaban a asimilar el shock del Brexit. El divorcio se amortiguó con un acuerdo que permitía a los pescadores comunitarios trabajar en aguas británicas hasta 2026 mientras que, de forma progresiva, el 25% de los derechos de pesca de la UE se transferían a las flotas de Reino Unido.
Este pacto es el que se prorroga hasta 2038, en las mismas condiciones en que operaba: habrá que acordar cada año el volumen de capturas permitido. Esta ha sido la gran cesión del Reino Unido, donde la pesca, que apenas aporta el 0,04% del PIB del país, se ha convertido en un símbolo de 'cesión' enseguida contestado por pescadores escoceses.
Más carne
La contrapartida viene por el acuerdo fitosanitario, que facilitará la entrada de productos agroalimentario británicos a la UE, seriamente perjudicada con la activación del Brexit.
El golpe ha sido de 1.000 millones para los exportadores agroalimentarios británicos, uno de los más perjudicados. Han pasado de vender a la UE productos por valor de 16.600 millones de euros en 2018 a facturar 15.500 millones en 2024.
El dato queda recogido en un reciente informe elaborado para el Parlamento Europeo que analiza la evolución del comercio tras la salida de Reino Unido del bloque comunitario y que concluye que en este pulso ganó la UE.
El bloque ha aumentado en 13.000 millones las ventas agro a los británicos en el mismo periodo: cerró 2024 con 54.600 millones en exportaciones. Es la primera conclusión del documento; la segunda, que un eventual acuerdo fitosanitario entre ambos impulsaría notablemente el comercio alimentario "y sería particularmente ventajoso para el Reino Unido".
De hecho, al otro lado del Canal de La Mancha ya han identificado la primera consecuencia: volverán a vender hamburguesas y salchichas crudas en territorio europeo.
Competencia
La situación abrirá un panorama retador, porque no se vuelve exactamente a la situación comercial que había antes del Brexit. En este tiempo y por diferentes circunstancias la UE se ha movido en busca de nuevos tratados comerciales que prometen aumentar también en poco tiempo la llegada de carne.
El más relevante es el Mercosur, aún pendiente de ratificar, aunque esto se entienda apenas como un trámite. ¿Quién gana y quien pierde, pues?
"Los dos necesitan este acuerdo. En terminos económicos, el Reino Unido sale muy beneficiado, y en términos políticos, la UE", apunta José María Peredo Pombo, catedrático de Comunicación y Política Internacional en la Universidad Europea.
A su juicio, lo más significativo es el momento en que el acuerdo Reino Unido-UE llega. "Se están planteando en el orden económico internacional modificaciones y nuevas iniciativas", desde tratados a acercamientos por los aranceles, que dan mayor relevancia al acercamiento tras el Brexit.
"Lo que estamos viviendo es un momento de refuerzo y reconfiguración", considera. Y habrá que observar, agrega, cómo se analiza esto desde Asia. Que se refuerce el mercado europeo –"nos esforzamos por hacer ver que está en declive y no es así", incide– puede tener en otros mercados "un efecto llamada".