
Un matadero. Europa Press.
La industria cárnica y las pequeñas granjas lecheras reciben el golpe del apagón en el campo, con 200M en pérdidas
Mataderos, salas de despiece e industrias elaboradoras, además de granjas que no se pueden permitir generadores, empiezan a cuantificar daños.
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El apagón que dejó a la Península Ibérica sin energía durante este lunes puso en la picota, sobre todo, a aquellas actividades que no pueden parar. Entre los grandes señalados, hospitales, aunque no fueron los únicos: también en el campo, que trabaja los 365 días del año, se desbordó la preocupación.
Especialmente en aquellas actividades en las que es imprescindible el uso de la electricidad, concretamente granjas lecheras y avícolas, y también en la industria cárnica. Unos para atender a los animales, otros para tratarlos antes de entrar a la cadena, cuentan con una actividad sin descanso que se ha visto afectada por el 'cero energético'.
Tanto, que la factura ronda los 200 millones de euros. Es la cifra que salta en las primeras horas posteriores a la recuperación de la energía y corresponden, casi en su totalidad, a pérdidas directas en la industria cárnica.
Mataderos, salas de despiece e industrias elaboradoras, donde la producción se ha visto interrumpida bruscamente, han remitido un primer balance de urgencia a las patronales del sector, Anice y Fecic, que se han puesto ya a su vez en contacto con el Ministerio de Agricultura para expresar su "profunda preocupación".
Los empresas contactadas les han indicado que los animales que no han podido ser tratados –en cualquiera de sus fases– han sido decomisados. También, "y de manera significativa", las masas elaboradas para productos cocidos y curados o los productos en hornos.
Ayudas directas
Son abultadas pérdidas que, subrayan, se refieren a la cuenta hecha sobre este lunes y puede incrementarse porque algunas plantas aún no habían restablecido el suministro eléctrico a primera hora de este martes. ¿Traducción? Está ya en la diana también la producción almacenada en cámaras frigoríficas.
Así las cosas, las patronales han asegurado, ya que tienen confianza en que el Gobierno "pueda articular mecanismos de compensación y ayudas directas" ante el perjuicio económico del apagón, que en el campo también ha afectado a las pequeñas granjas lecheras. Asi lo señala la organización Unión de Uniones. Las explotaciones de menor tamaño no cuentan con los generadores que asisten a las grandes y, así, se han visto impedidos de usar maquinaria de bombeo en el ordeño, de frío, e incluso robots de ordeño.
Pérdidas en granjas
Ello no ha conllevado sólo la imposibilidad de recoger leche, también pone en riesgo a los animales, porque esta tarea es esencial para mantener su salud. Unión de Uniones estima que en una granja media se hayan podido perder 2.000 litros de leche, aunque el impacto depende mucho de si la explotación está en el norte de España, donde volvió antes la luz, o en el sur, subrayan desde la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL).
En Los Pedroches, por ejemplo, la electricidad regresó a medianoche. Covap, que compra leche a pequeños y medianos productores, atendió con un servicio técnico durante las horas sin luz varios "problemas puntuales" de explotaciones, por ejemplo suministrándoles energía con generador, indican desde la cooperativa a EL ESPAÑOL-Invertia.
También se activaron "equipos de emergencia" en granjas lecheras de León "para evitar la pérdida total de producción", apunta Asaja. La situación también es complicada en Galicia, donde se teme, asegura la organización, por las pérdidas de leche no refrigerada y posibles daños en robots de ordeño, "sector en el que se han registrado situaciones dramáticas ante la imposibilidad de hacer el ordeño".
La agricultura, a la espera
Aunque lo peor se lo ha llevado la industria cárnica y las granjas lecheras más modestas, la agricultura de algunas zonas advierte que puede sentir impactos 'a posteriori'. Por ejemplo, en tomates, pimientos, calabaza, y boniatos del sur, señala COAG Andalucía.
Son variedades que este lunes se estaban transplantando de invernadero a campo en zonas de Cádiz y el Bajo Guadalquivir. Con el apagón se paralizaron las estaciones de bombeo en un momento en que estos trasplantes exigen riego inmediato para completar la siembra.
Por eso, creen que las elevadas temperaturas no mitigadas con agua y el viento de Levante han causado pérdidas del 40 y el 50% de las plantas. Los agricultores, advierten, "podrían estar enfrentando importantes pérdidas de producción".